El huracán Fiona y FEMA: que no se repita lo de María
Ahoras del paso devastador de la tormenta Fiona por Puerto Rico, se hace meritorio reflexionar sobre la forma, en contraste, en que las entidades de gobierno manejaron la respuesta de la emergencia de María y como se está manejando este nuevo desastre. Estamos de acuerdo de cuán burocrático es el proceso de reclamaciones de daños y las solicitudes de reembolso de gastos de emergencia ante el gobierno federal. Por lo que, a toda costa, debemos asegurarnos de no repetir los errores que, por omisión o desconocimiento, se cometieron durante María. Es indispensable que las entidades de gobierno, particularmente municipios, puedan ejecutar efectivamente la respuesta de la emergencia de Fiona para que el proceso de desembolsos de fondos de emergencia federales no tarde lo que tardó con María.
Claro, al atender una emergencia, la prioridad es proteger la vida y la propiedad. No obstante, la realidad es que la forma en la que se maneje esa emergencia y la información que se recopila serán directamente proporcionales al tiempo que tarden FEMA y el gobierno central en desembolsar o validar las reclamaciones de fondos.
Los problemas más comunes que identificamos durante María fueron similares a través de todos los municipios. De esto, podemos resaltar lo siguiente: 1) Deficiencias con el proceso de adquirir bienes y servicios; 2) Estrategias de recopilar la información de los daños, sus fotografías y coordenadas del lugar; 3) Evidencias del estado de mantenimiento de las facilidades que recibieron daños antes del desastre; 4) Información de los empleados trabajando la emergencia directamente, equipos utilizados y maquinarias.
Parecería simple evitar esos problemas. No obstante, el gran reto es mantener esto presente cuando se están invirtiendo todos los recursos en atender la emergencia inmediata. De igual forma, a nivel de organización, es indispensable que la comunicación fluya sin inconvenientes. De manera que, tanto el personal gerencial, como los que están en el campo, puedan identificar lo que FEMA necesitará más adelante.
El impacto del huracán María fue de tal nivel que FEMA hizo concesiones y excepciones de requerimientos porque, de otra manera, no podían fluir las ayudas federales. Lamentablemente, esto no necesariamente sería lo mismo con Fiona.
Puerto Rico ha vivido varias declaraciones de desastre mayor luego del huracán María. Esto pone un reto adicional a los municipios y quienes soliciten ayudas federales. FEMA espera que se haya “aprendido” de las situaciones de María, lo que significa que esas excepciones que se aplicaron, no se aplicarían necesariamente con Fiona.
Documentarse es bien importante. No obstante, cuando se trata de las ayudas federales, no solamente es importante la cantidad de documentación, sino la calidad. Es decir, es importante hablar “el mismo idioma” que habla FEMA y las agencias de gobierno dedicadas al manejo de reclamaciones y reembolsos.
Lo importante es poder llevar el mensaje a los municipios. Atender la emergencia es la prioridad. Sin embargo, también es importante la forma en la que se atiende. Esto al considerar que la agilidad con la que se vayan a evaluar las solicitudes de ayudas federales dependerá de la cantidad y calidad de la documentación. Solo así podríamos evitar, en lo posible, los retrasos incomprensibles y exagerados que vivimos luego de María.