Astrid Díaz
Presidenta de ADV Architects, PSC
“Puerto Rico está sumamente vulnerable, incluso más que cuando azotó el huracán”, expresó para apuntar que aún hay muchas edificaciones que no han sido reconstruidas o restauradas.
Ante la gran cantidad no solo de viviendas sino de inmuebles no residenciales afectados por el huracán María, alertó en que no había un plan de acción para la preservación de los mismos. De igual forma, detalló otras vulnerabilidades que han sido desatendidas por años como la proliferación de las construcciones informales que no siguen los códigos de diseño y permisología.
Al respecto, cabe destacar que la sociedad civil ha señalado y denunciado que la construcción improvisada es un efecto de la falta de vivienda digna y asequible que el Estado no ha logrado garantizar.
También, construir en zonas de riesgo es un problema grave para la seguridad de las personas y la protección del patrimonio. “Se notan muy acelerados los cambios en la geomorfología”, dijo para advertir sobre las consecuencias del cambio climático y la importancia de repensar el turismo que históricamente ha sido orientado hacia la costa.
Otra de las áreas críticas que la entrevistada resaltó fue la infraestructura del sistema eléctrico, así como la importancia de atender el sistema de carreteras para que no haya comunidades aisladas ante la llegada de un evento meteorológico.
“Haber sobrevivido a ese huracán no nos ha llevado a tener una cultura de emergencias. Nos convertimos en sobrevivientes”, aseguró y reafirmó la necesidad de incorporar la prevención y la preparación en nuestro día a día.
Asimismo, invitó a que el plan de reconstrucción considere la importancia de volver a habitar la ciudad. Esto implica la conservación del patrimonio y la revitalización de los espacios.