Lee Vanessa Feliciano
Ejecutiva regional de la Cruz Roja Americana Capítulo de Puerto Rico
“Entiendo que como país hemos adelantado desde el aspecto familiar y el nivel de conciencia sobre la importancia de la preparación”, opinó.
De otro lado, la entrevistada compartió su preocupación por la situación de vulnerabilidad a la que se enfrenta la población de edad avanzada en Puerto Rico, ligada a problemáticas sociales como el alto nivel de pobreza, el aislamiento y la falta de acceso a recursos y apoyo.
Tal como indica el estudio Cerrar las brechas: Preparación para las catástrofes, respuesta y
recuperación para las personas mayores, de la Cruz Roja, esta población es la que tiene la mayor proporción de víctimas durante y después de las catástrofes naturales en comparación con personas más jóvenes.
De acuerdo a información publicada por el Departamento de Salud de Puerto Rico y en referencia a datos de la Oficina del Censo de Estados Unidos, para el 2019 la cantidad de personas de 60 años o más fue de 888,786. Esto representa un aumento si se compara con la cifra de 760,075 en 2010. Igualmente, ha habido una disminución en la población de 0 a 14 años.
“Los municipios hacen una labor sumamente importante tanto en la preparación como en la respuesta. A nivel central se han trabajado diferentes iniciativas y planes, pero me parece que hay oportunidad de mejorar”, expuso.
Para esto, la Cruz Roja Americana ha propuesto una serie de medidas basadas en investigación, entre las que se encuentra la creación de un registro de personas de edad avanzada para identificar quiénes son y dónde se encuentran para coordinar diligentemente las ayudas al momento de responder a una emergencia.
“Hay una oportunidad para que las agencias [estatales y municipales] trabajen de forma más coordinada y eso incluye al tercer sector”, finalizó.