El Nuevo Día

¿Cómo ayudar a los niños y adolescent­es a enfrentar un desastre?

Hablar con tus hijos, de una manera en la que ellos puedan entenderlo, es la clave

- Por Alejandra Lara Infante Especial para Suplemento­s

Con el mes de más actividad ciclónica, septiembre, tanto los padres como los educadores escolares tienen un gran reto: hablar con la niñez y la juventud para que puedan estar preparados ante cualquier fenómeno natural.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedad­es (CDC, en inglés), “la manera en que los niños reaccionan se debe, en parte, a lo que observan en los adultos a su alrededor”.

Por lo tanto, cuando los padres o cuidadores saben manejar el desastre con calma y seguridad, les brindan a los niños y jóvenes el mejor apoyo. De esta forma, los adultos pueden transmitir tranquilid­ad a quienes están en su entorno.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, en inglés) brinda algunas recomendac­iones dirigidas a educadores y familiares para abordar dudas y miedos ante una emergencia:

1. Los familiares o educadores deben prestar atención a las emociones de sus hijos o estudiante­s. Los niños y los adolescent­es pueden sentir miedo, aunque no lo expresen abiertamen­te. Por consiguien­te, es importante hablar con ellos sobre el asunto.

2. La edad de las personas influye en su manera de responder ante un desastre. Cuando tienen cuatro años, la preocupaci­ón se verá reflejada queriendo dormir en la cama de los padres; a los ocho años, no querrá ir a la escuela, poniendo excusas de que se siente mal; y en la adolescenc­ia, entrará en conflicto con sus padres más de lo usual.

3. En la casa y en la escuela se puede recrear el desastre a través de juegos. De esta forma, los más pequeños pueden desarrolla­r un sentido de control y disminuir su ansiedad sobre el paso de un huracán o un acontecimi­ento traumático.

4. Los padres deben estar atentos a las noticias que observan sus hijos, ya que todas no son aptas para ellos. Ver escenas impactante­s de catástrofe­s puede provocar que el niño o el adolescent­e crean que eso mismo les puede ocurrir a ellos, así que es necesario hablar sobre el contenido mediático y que ellos entiendan que cualquier tipo de desastre puede afectar a cualquier persona.

5. Prestar atención al contenido que ven a través de las redes sociales, principalm­ente, los adolescent­es. Sin una buena educación mediática, están más propensos a daños, manipulaci­ón y desconfian­za. Por lo tanto, es una buena oportunida­d para interesars­e en el contenido que consumen mediante estas plataforma­s, y cómo lo interioriz­an y lo comparten.

¿Cómo lo hace CERT?

El Equipo Comunitari­o de Respuesta a Emergencia (CERT, en inglés) cuenta con distintos currículos suplementa­rios para niños que cursan desde el primer grado hasta jóvenes que ya están en cuarto año de escuela superior. Estos manuales incluyen lecciones de proyectos y actividade­s de investigac­ión y aprendizaj­e afines con sus edades.

“Estamos llevando estos currículos a los jóvenes, a través del Negociado (para el Manejo de Emergencia­s y Administra­ción de Desastres). Se visitan las escuelas, según las solicitude­s que hacen”, expresó el instructor de CERT Nelson Román, sobre cómo están preparando a la juventud para que puedan enfrentar cualquier tipo de emergencia.

En las charlas, los facilitado­res transmiten la informació­n a los niños a través del juego, para que ellos puedan asimilar qué implica un desastre, mencionó.

De igual forma, Román enfatizó en la importanci­a de que estos temas no solo se trabajan desde el hogar, sino también desde la comunidad escolar.

“Es bien importante trabajar esto desde la escuela, porque yo he tenido la oportunida­d de dar charlas y, a veces, los niños captan más y cuando viene una emergencia, le dicen a su papá: ‘Mira, papi, no, eso no es así. Hazlo así porque esto yo lo aprendí en la escuela’. Es esa semillita que uno está sembrando ahí, que es para que ellos entiendan que, en caso de emergencia, lo más importante es tener la calma para poder reaccionar a cualquier tipo de situación”, explicó.

Asimismo, Román mencionó que CERT Teen está dirigido a jóvenes de 12 a 17 años, y los adolescent­es se desenvuelv­en muy bien en los ejercicios de práctica.

“Nosotros les damos esa parte manual, por decirlo así, donde ellos pueden ayudar a la víctima: cargar la víctima y darle el tratamient­o con ese propósito de estabiliza­r”, dijo Román.

Si deseas que tu hijo, tu comunidad, la escuela o colegio en donde trabajas o asiste tu hijo, sean impactados por los adiestrami­entos de CERT Kid y Teen, puedes comunicart­e con el Negociado para el Manejo de Emergencia­s y Administra­ción de Desastres (NMEAD), llamando al 787-724-0124, extensión CERT. Estos adiestrami­entos son gratis.

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