El Nuevo Día

Poca asistencia y problemas con la luz

El Nuevo Día visitó varias escuelas para indagar sobre el estado de los planteles tras el paso del ciclón, y encontró daños sin reparar relacionad­os con el azote de María

- DAVID CORDERO MERCADO david.cordero@gfrmedia.com Twitter: @David_cmercado

El reinicio de clases ayer, tras el impacto del huracán Fiona, se caracteriz­ó por la poca asistencia de estudiante­s, corroboró El Nuevo Día durante una visita a varios planteles del área metropolit­ana.

El secretario de Educación, Eliezer Ramos Parés, anunció, el miércoles en la noche, que 88 escuelas de las regiones de San Juan, Humacao, Caguas, Bayamón, Arecibo y Mayagüez reanudaría­n su calendario escolar. Estos planteles debían contar con los servicios de energía eléctrica y agua potable, y contar con vías de acceso libres de escombros.

Durante una visita a la Escuela Elemental Roberto Clemente Walker, en Carolina este medio confirmó que, si bien tenía servicio de energía eléctrica, el voltaje era tan bajo que no era posible encender los acondicion­adores de aire en las facilidade­s y, al menos, un salón no tenía luz.

Esta situación se dio en momentos en que el Servicio Nacional de Meteorolog­ía (SNM), en San Juan, emitió un aviso de calor extremo para 15 pueblos -incluyendo Carolinade­bido a que el índice de calor alcanzaría hasta los 114 grados Fahrenheit (°F).

“La Escuela Roberto Clemente, al día de ayer (miércoles) en su reporte de preapertur­a, tenía energía. Esta mañana (jueves) tenía bajo voltaje y se activó personal de OMEP (Oficina para el Mejoramien­to de las Escuelas Públicas)”, indicó Alexis Ramos, portavoz de Educación.

“La situación es con LUMA, porque es fuera del plantel”, subrayó el portavoz, al sostener que el inconvenie­nte con ese servicio no era un problema interno del plantel, sino con la infraestru­ctura de transmisió­n en manos del consorcio. Al plantel, asistieron 20 estudiante­s, de un total de 214. Algunos padres, al llegar a la escuela, decidieron no dejar a sus hijos allí debido al inconvenie­nte con el voltaje.

Mientras, el secretario realizó visitas a otros planteles, como la escuela William D. Boyce en San Juan, donde hubo una asistencia de 143 estudiante­s, de un total de 352. “88 escuelas, que cuentan con agua y luz, recibieron a los estudiante­s luego del paso del huracán Fiona. Se continúa la inspección para ampliar la lista de escuelas aptas para reapertura”, compartió la agencia en Twitter.

En la Roberto Clemente -con alumnos de prekínder a quinto grado- este medio también encontró que, si bien la escuela no sufrió daños estructura­les por el paso de Fiona, la cancha del plantel requería reparacion­es por daños ocasionado­s por el huracán María hace cinco años.

“El techo de la cancha se fue con María. Desde María, no han arreglado ese techo”, señaló un miembro de la comunidad escolar, que prefirió no ser identifica­do.

En términos generales, otro de los inconvenie­ntes fue la hora en que Educación confirmó las 88 escuelas en las que reiniciaba el calendario escolar, según entrevista­dos. Las notificaci­ones oficiales al personal docente y no docente se realizaron pasadas las 8:00 de la noche, lo que dificultó, a su vez, comunicar a las familias que, al día siguiente, sus hijos debían regresar a la escuela.

“El ‘email’ oficial del secretario llegó a las 10:00 (de la noche), dijo una persona que pidió mantener su nombre anónimo. El personal de los planteles esperaba una mejor asistencia el viernes.

Por otro lado, aunque las escuelas tenían los servicios de energía eléctrica y agua, muchas familias en las comunidade­s aledañas a los planteles indicaron a los maestros que todavía no contaban con los servicios en sus hogares. Este escenario les dificultab­a cumplir con la asistencia de sus hijos en el regreso a clase, además de aquellos que, por la hora en que Educación comunicó la decisión, no se enteraron.

En la Escuela Luis Palés Matos en Bayamón, con una matrícula de 377 estudiante­s, muy pocos asistieron temprano en la mañana, y cuando este medio visitó el plantel al mediodía, no había ninguno.

Durante la visita a ese plantel, este diario corroboró que el comedor no cuenta con empleados y depende de una cocina satélite para el desayuno y el almuerzo de los alumnos. Estos alimentos son transporta­dos cada día de clases y repartidos por el personal docente y no docente, aunque no sea parte de sus tareas habituales. Esta situación ha sido así desde que el plantel reinició sus clases presencial­es en medio de la pandemia de COVID-19 durante el primer semestre del año escolar 2021-2022.

En la Escuela Rafael Hernández Marín en San Juan, asistieron 42 de un total de 191 alumnos de entre kínder y quinto grado. “Se les dio seguimient­o”, dijo aNélid a Reyes , directora de apoyo en el plantel, en referencia a que el personal escolar se comunicó con las familias para conocer la razón de las ausencias.

 ?? David.cordero@gfrmedia.com ?? Los pasillos de la Escuela Roberto Clemente en Carolina lucían ayer vacíos, en el regreso a clases tras el paso del huracán Fiona.
David.cordero@gfrmedia.com Los pasillos de la Escuela Roberto Clemente en Carolina lucían ayer vacíos, en el regreso a clases tras el paso del huracán Fiona.
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