Poca asistencia y problemas con la luz
El Nuevo Día visitó varias escuelas para indagar sobre el estado de los planteles tras el paso del ciclón, y encontró daños sin reparar relacionados con el azote de María
El reinicio de clases ayer, tras el impacto del huracán Fiona, se caracterizó por la poca asistencia de estudiantes, corroboró El Nuevo Día durante una visita a varios planteles del área metropolitana.
El secretario de Educación, Eliezer Ramos Parés, anunció, el miércoles en la noche, que 88 escuelas de las regiones de San Juan, Humacao, Caguas, Bayamón, Arecibo y Mayagüez reanudarían su calendario escolar. Estos planteles debían contar con los servicios de energía eléctrica y agua potable, y contar con vías de acceso libres de escombros.
Durante una visita a la Escuela Elemental Roberto Clemente Walker, en Carolina este medio confirmó que, si bien tenía servicio de energía eléctrica, el voltaje era tan bajo que no era posible encender los acondicionadores de aire en las facilidades y, al menos, un salón no tenía luz.
Esta situación se dio en momentos en que el Servicio Nacional de Meteorología (SNM), en San Juan, emitió un aviso de calor extremo para 15 pueblos -incluyendo Carolinadebido a que el índice de calor alcanzaría hasta los 114 grados Fahrenheit (°F).
“La Escuela Roberto Clemente, al día de ayer (miércoles) en su reporte de preapertura, tenía energía. Esta mañana (jueves) tenía bajo voltaje y se activó personal de OMEP (Oficina para el Mejoramiento de las Escuelas Públicas)”, indicó Alexis Ramos, portavoz de Educación.
“La situación es con LUMA, porque es fuera del plantel”, subrayó el portavoz, al sostener que el inconveniente con ese servicio no era un problema interno del plantel, sino con la infraestructura de transmisión en manos del consorcio. Al plantel, asistieron 20 estudiantes, de un total de 214. Algunos padres, al llegar a la escuela, decidieron no dejar a sus hijos allí debido al inconveniente con el voltaje.
Mientras, el secretario realizó visitas a otros planteles, como la escuela William D. Boyce en San Juan, donde hubo una asistencia de 143 estudiantes, de un total de 352. “88 escuelas, que cuentan con agua y luz, recibieron a los estudiantes luego del paso del huracán Fiona. Se continúa la inspección para ampliar la lista de escuelas aptas para reapertura”, compartió la agencia en Twitter.
En la Roberto Clemente -con alumnos de prekínder a quinto grado- este medio también encontró que, si bien la escuela no sufrió daños estructurales por el paso de Fiona, la cancha del plantel requería reparaciones por daños ocasionados por el huracán María hace cinco años.
“El techo de la cancha se fue con María. Desde María, no han arreglado ese techo”, señaló un miembro de la comunidad escolar, que prefirió no ser identificado.
En términos generales, otro de los inconvenientes fue la hora en que Educación confirmó las 88 escuelas en las que reiniciaba el calendario escolar, según entrevistados. Las notificaciones oficiales al personal docente y no docente se realizaron pasadas las 8:00 de la noche, lo que dificultó, a su vez, comunicar a las familias que, al día siguiente, sus hijos debían regresar a la escuela.
“El ‘email’ oficial del secretario llegó a las 10:00 (de la noche), dijo una persona que pidió mantener su nombre anónimo. El personal de los planteles esperaba una mejor asistencia el viernes.
Por otro lado, aunque las escuelas tenían los servicios de energía eléctrica y agua, muchas familias en las comunidades aledañas a los planteles indicaron a los maestros que todavía no contaban con los servicios en sus hogares. Este escenario les dificultaba cumplir con la asistencia de sus hijos en el regreso a clase, además de aquellos que, por la hora en que Educación comunicó la decisión, no se enteraron.
En la Escuela Luis Palés Matos en Bayamón, con una matrícula de 377 estudiantes, muy pocos asistieron temprano en la mañana, y cuando este medio visitó el plantel al mediodía, no había ninguno.
Durante la visita a ese plantel, este diario corroboró que el comedor no cuenta con empleados y depende de una cocina satélite para el desayuno y el almuerzo de los alumnos. Estos alimentos son transportados cada día de clases y repartidos por el personal docente y no docente, aunque no sea parte de sus tareas habituales. Esta situación ha sido así desde que el plantel reinició sus clases presenciales en medio de la pandemia de COVID-19 durante el primer semestre del año escolar 2021-2022.
En la Escuela Rafael Hernández Marín en San Juan, asistieron 42 de un total de 191 alumnos de entre kínder y quinto grado. “Se les dio seguimiento”, dijo aNélid a Reyes , directora de apoyo en el plantel, en referencia a que el personal escolar se comunicó con las familias para conocer la razón de las ausencias.