El Nuevo Día

Madre e hijo mueren en fuego

El incendio ocurrió en una casa en Villa Palmeras, en Santurce, y supuestame­nte fue provocado por unas velas

- MARGA PARÉS ARROYO mpares@elnuevodia.com Twitter: @MargaPares_END

Habían pasado 12 horas y el olor a quemado aún inundaba la calle Williams, en Villa Palmeras, una de las comunidade­s más pobladas de Santurce. El camión del “Fire Marshal” estaba estacionad­o unas casas más arriba del hogar que fue destruido, el jueves casi a medianoche, por un fuego. Un crespón colgaba en la pared frente a la vivienda. Dos personas murieron y otra está en condición crítica.

“En esta ocasión, el enemigo vino de adentro”, dijo ayer el “Fire Marshal” Abelardo Pérez García tras examinar la escena desde que, la noche antes, recibió una llamada y corrió a investigar.

Pérez García relató que, aunque todavía no se sabe qué inició el fuego, hay dos teorías: una vela o una estufa prendida. La posibilida­d de un cortocircu­ito, indicó, está descartada, pues la comunidad está sin energía eléctrica desde el paso del huracán Fiona el domingo.

José Rivera Rojas, apodado “el Indio”, fue uno de los fallecidos. El hombre, de 72 años, era empleado de mantenimie­nto de la clínica WIC que ubica cerca de la casa. Hallazgos preliminar­es apuntan que Rivera Rojas estaba en el portón de su balcón, casi a punto de salir del hogar, cuando un escombro lo golpeó y tumbó al piso. “Trató de salir y no pudo”, lamentó Pérez García.

Pese a que Rivera Rojas falleció en el lugar, vecinos y funcionari­os de agencias de primera respuesta sacaron con vida a otras dos mujeres de la vivienda. Sin embargo, una de ellas, identifica­da por la Policía como Asturiana Rivera, de 93 años, falleció en el Centro Médico de Río Piedras, donde fue trasladada. La otra, identifica­da como Julia Rivera, de 65 años, está en el Hospital de Trauma y tiene quemaduras severas en más del 70% de su cuerpo, y su prognosis es reservada, informó el doctor Israel Ayala, director médico de la Administra­ción de Servicios Médicos (ASEM). La nonagenari­a fallecida era la madre de “el Indio” y de la mujer hospitaliz­ada.

“Como a las 12:00 a.m. (de ayer) me llamó el hijo, que una vecina lo había llamado porque la casa estaba cogiendo fuego. Dicen que, tratando de abrir, (a Rivera Rojas) le cayeron unos escombros encima”, relató Monserrate Rivera, hermano de “el Indio” y de la mujer hospitaliz­ada.

Aún incrédulo del incidente, contó que, de 12 hermanos, quedan cinco vivos.

“Mis dos hermanos y mi mamá vivían ahí hace 60 años. Yo también vivía aquí frente, pero ahora (vivo) en Maunabo”, dijo. Contó que su madre acostumbra­ba prenderles velas a santos, aunque presuntame­nte la familia también las estaba usando para iluminarse por la interrupci­ón en el servicio eléctrico tras el huracán.

Bernadette Alvarado, supervisor­a de la clínica WIC donde Rivera Rojas trabajaba, fue una de las que acudió a la vivienda incendiada consternad­a por lo ocurrido.

“(Rivera Rojas) era un gran ser humano, jocoso, charlatán. Le gustaba ayudar a la gente. Se pasaba cantando y bailando. Tocaba guitarra. No lo puedo creer”, dijo.

Por su parte, Ángel Hernández, vecino de Barrio Obrero, contó que en la vivienda afectada también residía un menor, que no se encontraba al momento del incendio, pues pernoctaba en casa de otro familiar. “Aquí, llevamos sin luz hace una semana. Hay gente que tiene plantas (eléctricas), pero ellos no, sino velas. Ayer mismo (jueves), ‘el Indio’ fue a comprar velas a la farmacia y le dijeron que tuviera cuidado que no cogiera fuego. Era gente buena, da lástima”, esbozó.

Su teoría, dijo, es que la familia no encontró la llave para poder salir de la vivienda mientras se estaba incendiand­o. “Ellos vivían encerrados”, dijo, al relatar que la familia tenía varios perros, de los cuales se desconoce si murieron.

Lori Sánchez, otro vecino, relató que tan pronto identificó olor a quemado salió y tocó a la puerta del hogar. “Vine a buscar una barra para abrir la puerta, pero cuando volví ya era demasiado tarde”, lamentó. “El nieto (de la mujer fallecida) dice que era una vela (prendida). Aquí, el ciclón no tumbó una hoja y estas calles todavía no tienen luz. Aquí, no sucedió nada y desde el sábado estamos sin luz. Nosotros tenemos planta, pero no todos (los vecinos) tienen”, agregó molesto.

Advirtió que, si el fuego hubiera alcanzado dos tanques de gas –de 100 libras cada uno– que había en el exterior del hogar quemado, habría ocurrido una gran explosión. Aunque esto no pasó, el fuego provocó que las ventanas de cristal de la casa aledaña, donde supuestame­nte no vive nadie, se rompieran.

“Estamos despertand­o puntos de ignición. Hay muchas versiones por ahí (sobre el origen del fuego). Se estudian patrones de intensidad y movimiento. Uno trata de buscar donde inició”, explicó, entretanto, Pérez García, quien señaló que personal del Cuerpo de Bomberos de Barrio Obrero, del Municipio de San Juan y de Operacione­s Especiales asistieron en la extinción del incendio.

La casa quemada, dijo, era de construcci­ón mixta, entre hormigón, madera y metal. El sistema eléctrico de la vivienda, agregó, había sido reparado.

“Esto fue un fuego estructura­l, por poco un incendio, que es un fuego descontrol­ado, cuando sale del entorno e impacta a otras estructura­s”, explicó.

Según el “Fire Marshal”, tras el huracán Fiona han ocurrido varios eventos que han causado incendios o explosione­s. Entre estos, mencionó el de una mujer, en San Sebastián, que supuestame­nte dejó una vela encendida que causó un incendio en su hogar. La mujer, de 89 años, murió quemada en el suceso. También, contó del hombre, de 78 años, que murió por los gases emanados de un generador eléctrico dentro de una residencia, en Vega Baja. Recordó que otro hombre de, 70 años, falleció tras una explosión mientras intentaba prender un generador eléctrico en su casa, en Arecibo.

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David.villafane@gfrmedia.com El fuego ocurrió a eso de las 11:44 p.m. del jueves y derrumbó completame­nte el hogar, aunque pudo ser controlado y no se extendió a viviendas aledañas.
 ?? Suministra­da ?? José Rivera Rojas, apodado “el Indio” entre sus allegados, fue uno de los fallecidos en el incendio.
Suministra­da José Rivera Rojas, apodado “el Indio” entre sus allegados, fue uno de los fallecidos en el incendio.

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