El Nuevo Día

Hedor se apodera de comunidad en Morovis

Los vecinos del barrio Barahona tienen que lidiar con el mal olor de animales muertos, aguas estancadas y con fango

- DAMARIS HERNÁNDEZ MERCADO damaris.hernandez@gfrmedia.com Twitter: @damaris_endi

MOROVIS- El penetrante hedor de animales muertos, de aguas estancadas y con fango se ha apoderado de una comunidad que quedó bajo agua ante el paso del huracán Fiona en el barrio Barahona de este municipio.

A seis días del azote del fenómeno atmosféric­o, varios patios de las casas que comprenden la comunidad en la zona montañosa del país, permanecen todavía inundados con aves muertas, frutos flotando y vegetación estancadas en las aguas.

Lo que hasta la semana pasada eran terrenos verdes ayer parecían pequeños mangles o lagos en el barrio Barahona ante la cantidad de lluvia que cayó en la zona.

El matrimonio de Miguel Figueroa y Juanita Maldonado, residentes de la comunidad hace 35 años, es uno de los más afectados ya que son dueños de la mayoría de las gallinas, gallos y palomas muertas que flotan por los patios inundados de su residencia y de otras casas.

Figueroa de 80 años, castador de gallos, precisó a este medio que perdió unas 80 aves ubicadas en los rejones y las jaulas que también terminaron flotando en las aguas. Su casa es de dos pisos y el agua ocupó gran parte del primer nivel en el que se ubican los animales.

El retirado del gobierno sostuvo que pudo salvar a algunos gallos porque los subió, en sacos, al segundo nivel de la residencia, mientras que otros los entregó a castadores, y los patos sobrevivie­ron porque “nadaron”. Previo al huracán Fiona, Figueroa movió parte de las gallinas inglesas a un rancho en el patio pensando que allí estarían seguras, pero el agua las ahogó.

“Esto fue horrible. Con María, sucedió lo mismo: reventó el agua por allá (señala terrenos aledaños). Ahora, se nos inundó la casa abajo. El agua se metió por todo el patio. Los gallos me los mató, las herramient­as todas se fueron. Perdí en total unos 80 entre gallos y las gallinas encerradas. Es que no tenía tiempo donde ponerlas porque el agua fue tan horrible.

Añadió que vecinos se tuvieron que ir porque las casas se inundaron. “Todavía los patios están con agua y hay mucha peste. Yo quiero sacar las aves muertas, pero no me atrevo a limpiar porque queda agua”, narró Figueroa, mientras su esposa le advertía directamen­te que no puede remover las aves muertas por “la enfermedad del ratón”, en referencia a la leptospiro­sis.

Las 25 familias afectadas con la inundación en la zona atribuyen el estanque de aguas al tapado de unos sumideros cercanos a la comunidad. El matrimonio responsabi­lizó a que “varios negocios de la zona han construido, tiraron relleno en un lado y movieron tierra que los taparon”.

 ?? Vanessa.serra@gfrmedia.com ?? El matrimonio de Miguel Figueroa y Juanita Maldonado, residentes en el barrio Barahona, es uno de los más afectados por las inundacion­es en su comunidad.
Vanessa.serra@gfrmedia.com El matrimonio de Miguel Figueroa y Juanita Maldonado, residentes en el barrio Barahona, es uno de los más afectados por las inundacion­es en su comunidad.
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