Evocan el terror vivido en Lajas
El gobernador Pedro Pierluisi y funcionarios visitaron ayer varias comunidades afectadas por el huracán Fiona, incluyendo El Papayo
LAJAS.- Aunque pronósticos de mucha lluvia y viento auguraban que sería un día largo, Claribel Santiago Ramos prefirió pasar el huracán Fiona en su hogar, en la comunidad El Papayo de este municipio. Ayer, a seis días del embate, la mujer, de 55 años, evocaba el terror vivido.
“Con pánico pasé la tormenta aquí, en la casa que era de mi mamá”, contó.
Santiago Ramos no abandonó el hogar, donde vive sola, pues quería cuidar sus pertenencias para evitar que sufrieran daños. Pero, a medida que la lluvia y el viento apretaron, la frágil estructura de madera se movía y el interior se mojaba, temió por su vida. Buscar refugio ya era tarde, pero pudo salir a toda prisa a la casa de su hermano, aledaña a la suya.
“Se fue (volando) el techo de mi habitación. Perdí toda mi ropa, el colchón, la comida, también una lavadora que tenía abajo de la casa, todo”, lamentó.
Su hermano, Carlos Santiago Ramos, de 58 años, también tuvo pérdidas en su hogar, principalmente el techo de zinc del baño de la casa de madera, que colinda con un salitral del área de La Parguera. Además, perdió su bote de madera.
“Se mojó toda mi ropa y estamos sin luz ni agua desde (que pasó) la tormenta”, dijo el hombre, que pasó el ciclón en casa de otro hermano. “Este huracán dio más duro que María (en septiembre de 2017). El mar llegó hasta afuera”, agregó.
Ahora, la preocupación de los hermanos es qué ayuda podrán recibir para asistirlos en la reparación de sus hogares.
Ayer, el gobernador Pedro Pierluisi visitó esta comunidad, junto al alcalde de Lajas, Jayson Martínez, y varios funcionarios. El grupo saludó a residentes afectados por Fiona y repartió artículos de higiene y limpieza, agua y comida.
“Aquí, todo el Valle de Lajas estaba inundado. Se perdió mucho heno. Se nota que por aquí entró (el huracán)”, dijo el gobernador, que también visitó ayer varias comunidades en Guánica y Guayanilla.
Según Pierluisi, la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias ( FEMA, en inglés) está considerando incluir a Lajas y Guánica en la declaración de zona de desastre mayor firmada por el presidente Joe Biden . Ya fueron incluidos Arecibo, Barceloneta, Cabo Rojo, Loíza y Manatí, para un total de 63 pueblos.
“FEMA está bien flexible (de incluir más pueblos a la declaración)”, sostuvo, al indicar que el gobierno está dando seguimiento para que entren otros municipios afectados, como San Germán.
De acuerdo con Martínez, en Lajas, hubo grandes daños en la agricultura, principalmente plátanos, piñas y heno.
Rosa Martínez Cotti, de 74 años, es otra vecina de El Papayo que perdió su hogar. Relató que pasó el huracán en casa de su hija, pero, al regresar a la suya, la encontró con el techo caído y todo mojado. “Esta casa era de mis papás y ahora vivo aquí con mi hermano”, dijo la mujer, mientras señalaba toda la ropa que había sacado al balcón de su casa.
“Estoy aquí porque quedaron en ayudarme, además de que tengo unos perritos que no quiero dejar”, añadió.
A menos de media hora de distancia, en la comunidad El Tendal, asoman también los daños de Fiona.
“Exhortamos al gobierno que venga a visitarnos. Necesitamos mucha ayuda”, dijo Diodonet Collado, líder comunitario.
Entre las aproximadamente 60 viviendas de la comunidad, varias perdieron sus techos y demás pertenencias.
“Hay casas con palos dentro todavía”, sostuvo Collado, quien destacó que Fiona trajo más lluvias y vientos que María.
Ayer, El Tendal, que contaba con servicio de agua, pero no de energía eléctrica, recibió algunos voluntarios de la organización Surcando la Historia. Lu Rivera, una de las voluntarias, contó que el grupo llevó agua, ropa y comida.
“Se fue (volando) el techo de mi habitación y perdí toda mi ropa, el colchón, la comida, también una lavadora que tenía abajo de la casa, todo”
CLARIBEL SANTIAGO RAMOS RESIDENTE DE LA COMUNIDAD EL PAPAYO, EN LAJAS