PRUEBA DE SANGRE PARA DETECTAR EL CÁNCER
En estos días, conversando con una paciente, fiel creyente en la detección temprana del cáncer, me cuestionó si además de la mamografía anual, la prueba de Papanicolau (“el Pap smear”) y la colonoscopia, se podía hacer alguna otra prueba para detección temprana. Me pareció muy pertinente y oportuna la pregunta. Hasta me sentí inadecuado, porque es increíble que, con tantos adelantos, todavía los médicos no podamos identificar otros tumores malignos en sus etapas tempranas usando algo más sencillo, más eficaz y mucho menos invasivo que lo que tenemos disponible en este momento.
Le expliqué que está bajo investigación una prueba de sangre denominada “multicancer early detection” o MCED, que en español vendría a ser prueba de “detección temprana multicáncer”. ¿En qué consiste esta prueba? Hace ya tiempo sabemos que el cáncer es una enfermedad que se origina de células normales que al desarrollar mutaciones en su ADN se convierten en malignas. Cada vez entendemos mejor cómo explotar este conocimiento. Por ejemplo, ordenamos estudios para determinar la composición del ADN del cáncer del paciente, lo cual se puede hacer en biopsias archivadas (aunque no sean muestras frescas). También contamos con pruebas moleculares en sangre para detectar las mutaciones del cáncer en el ADN circulante en la sangre, lo que llamamos “biopsias líquidas”. Esto ayuda a seleccionar tratamientos dirigidos específicamente a esas mutaciones, pero no es de esto de lo que trata esta columna.
Fabrice André, director de Investigación del Centro Oncológico Gustave Roussy en Francia, predijo “que en los próximos cinco años necesitaremos más médicos, cirujanos y enfermeras, junto con más infraestructura de diagnóstico y tratamiento, para atender al creciente número de personas que se diagnosticarán mediante pruebas de detección temprana multicáncer. Necesitamos involucrar a todas las partes interesadas en la decisión de nuevas vías de atención. Necesitamos acordar quién se hará la prueba y cuándo, y anticipar los cambios que ocurrirán como resultado de estas pruebas, por ejemplo, en el diagnóstico y tratamiento de personas con cáncer de páncreas y otros tipos de cáncer que generalmente son diagnosticados en una etapa tardía”.
“Necesitamos ensayos comparativos”, agregó “en todos los tipos de cáncer para averiguar si esta prueba afecta la morbilidad y la mortalidad. También necesitamos saber cómo las pruebas benefician a los pacientes y cómo discutir los resultados con ellos”.
La prueba MCED puede detectar una mutación o una “señal molecular de cáncer” en más de 50 tipos diferentes de tumores malignos, y hasta puede predecir de qué órgano proviene la señal. Estas mutaciones pueden ser particulares para ciertos tipos de tumores. Las señales surgen de pequeñas secuencias de ADN tumoral que, circulando en la sangre, contienen patrones diferentes al de las células normales. Empecemos por discutir los datos de un estudio que se publicó en el 2021 en el cual se evaluaron 518 pacientes con cáncer. Además, se estudiaron 398 sin cáncer. De los que no tenían cáncer, solo dos tuvieron resultados positivos como si lo tuvieran (“falsos positivos”). En los 518 con diagnóstico de cáncer, la prueba dio resultados positivos en 344 (62%).
La identificación del lugar de origen del tumor fue correcta en 91.7% de los casos. En otro estudio más exhaustivo, presentado recientemente por la Dra. Deborah Schrag, del Centro de Cancer Memorial Sloan-Kettering de Nueva York, se realizó la prueba a 6,621 sujetos que no se sabía si tenían cáncer, y se encontró una señal positiva en 92 de ellos. De esos 92, se pudo comprobar que 35 (38%) tenía cáncer.
Por otro lado, de 6,321 personas que no dieron señal de cáncer en la prueba MCED, después de someterse a una evaluación completa se comprobó que el 98.6% en efecto no tenía la enfermedad. Quiere decir que solo 86 casos fueron falsos negativos, ya que después de evaluarse, se descubrió que sí tenían cáncer. En otras palabras, el valor predictivo de una prueba negativa MCED es excelente.
En 33 de 34 de los pacientes se pudo predecir correctamente el lugar de origen, o sea, el órgano enfermo. La Dra. Schrag afirmó que “los resultados son un primer paso para las pruebas de detección temprana del cáncer porque mostraron una buena tasa de detección para las personas que tenían la enfermedad, y una excelente tasa de especificidad para aquellas que no la tenían”.
“Un hallazgo importante“, agregó la científica, “fue que pocos participantes con una prueba falsamente positiva requirieron múltiples procedimientos invasivos, como endoscopias y biopsias. Este hallazgo debería ayudar a disipar las preocupaciones de que estas pruebas podrían causar daño al generar procedimientos innecesarios en personas que se encuentran bien”. También hizo hincapié en la importancia de las pruebas MCED que se están refinando para detectar cánceres como el de páncreas, ovario, in
Fernando Cabanillas, MD ONCÓLOGO
“Es prematuro llegar a conclusiones sobre cómo estas pruebas afectan la mortalidad, porque no se midió eso en el estudio y esto requerirá un seguimiento más prolongado”.
testino delgado y estómago, donde actualmente no hay opciones razonables para la detección temprana. El cáncer de páncreas particularmente ha sido un hueso duro de roer porque usualmente se detecta en etapas avanzadas. Esta es un área con gran necesidad de detección temprana.
“El estudio”, recalcó la Dra. Schrag, “indica que hay esperanza en el horizonte para detectar cánceres que actualmente no se pueden detectar… Con mucho más trabajo y muestras más grandes, estos ensayos mejorarán. Las pruebas deben refinarse para que distingan mejor el ADN tumoral de todo el resto del ADN normal que circula en la sangre”.
Aclaró, asimismo, que “es fundamental tener en cuenta que el propósito de la detección del cáncer no es disminuir la incidencia de la enfermedad, sino disminuir la mortalidad. Es prematuro llegar a conclusiones sobre cómo estas pruebas afectan la mortalidad, porque no se midió eso en el estudio y esto requerirá un seguimiento más prolongado”.
Se trata de la primera investigación prospectiva que muestra que una prueba de sangre puede detectar cáncer en pacientes que no sospechan que lo tienen, ya que estudios anteriores se hicieron mayormente en pacientes que se sabía que tenían cáncer. Actualmente se están realizando varios estudios adicionales, incluyendo un importante ensayo en el cual se estudiarán 140,000 personas asintomáticas en el Reino Unido, para investigar la eficacia de las pruebas de MCED.
Hay algunos pacientes que están bajo la impresión que si le causan muchas molestias a su médico, este le castigará ordenándole un procedimiento invasivo como una colonoscopía. No conozco de ningún médico que castigue a sus pacientes de esa forma, pero de todos modos pronto los enfermos podrán desquitarse del supuesto médico castigador, exigiéndole una prueba de MCED con tal de evadir ese procedimiento desagradable.