“Maestra de la vida”
Los cantantes Lissette Álvarez y José L. Vega “Remi”, resaltaton la fortaleza espiritual y don de enseñar y dar ejemplo de Sandra Zaiter
Para la reconocida cantante cubana Lissette Álvarez, su amiga y hermana Sandra Zaiter fue una “maestra de la vida” y de inspiración para muchos porque nunca dejó que su accidente afectara su actitud positiva y espiritual. “Ella no solamente fue una maestra en la escuela, porque fue maestra de mi hermana Olguita, sino que también fue una maestra de la vida para mucha gente. Fue un ser extraordinario, nunca he conocido a nadie como ella y mi cariño será para siempre, igual que el legado de ella a Puerto Rico y muchos otros países donde su trabajo llegó a conocerse”, cuenta la artista, tras recordar que ella llegó a la isla con sus padres en 1965, quienes tenían un show en Telemundo y cree que fue en 1967 cuando la conoció.
“Cuando ella tuvo el accidente, estuve en su programa y también la fui a ver al centro de rehabilitación en Nueva York. Pero era una mujer de mucha fortaleza. Imagínate que se suponía que ella no iba a poder mover ni los brazos. Pero Dios le dio la posibilidad de moverlos, ella ponía algo en la mano y podía comer sola. También se ponía un pincel en los dedos y pintaba cosas maravillosas”, rememora Lissette, quien dice que ella le regaló el libro “Juan Salvador Gaviota”, que le impresionó mucho.
“A ella nunca se le quitaron las ganas de volar y nunca perdió la esperanza de recuperarse”, agrega la cantante, mientras recuerda que en un concierto que ofreció en el Centro de Bellas Artes, ella la fue a ver para darle la sorpresa de que se podía parar, gracias a un aparato que había comprado que le permitía pararse por unos minutos.
Lissette también le compuso una canción a Sandra antes de que ella sufriera el accidente, titulada “Amiga”. “Ella se había enamorado y no era correspondida, pero parece que la hubiese escrito después del accidente. Me hace llorar cada vez que la escucho”, asegura la artista, quien dice que conversaba casi a diario con ella a través de un chat que tiene con las amigas de Puerto Rico.
“El chat se llama el ‘Club de las amigas’ y nos escribíamos a diario, y las amigas estábamos preocupadas porque ya no estaba muy bien”.
LEGADO DE AMOR Y RESPETO
los últimos 42 años José L. Vega Santana, mejor conocido como “el Payaso Remi”, mantuvo una sólida relación de amistad con la querida Sandra Zaiter que, a los ojos del joven que comenzaba en la televisión, era como una heroína, pero también como una gran maestra. Un cariño y una admiración mutua que comenzó el día que se encontraron en un pasillo del canal 7 y ella le dijo: “Sabes qué, me encanta lo que estás haciendo con los niños”.
“En ese momento le pregunté si me dejaba darle un abrazo y me dijo que sí, que por supuesto. Luego yo sigo en el canal 7 y ella se va a Telemundo y al despedirnos me dijo: ‘Joseito este trabajo es serio, cuídalo’. Ella era como mi hermana mayor”, recuerda Vega, quien lleva más de 40 años dándole vida al payaso Remi, pero también es compositor, cantante, pintor y escritor.
Señala, por ejemplo, que fue el primer artista que ella invitó a su programa Telecómicas, que en ese tiempo era raro porque él era de otro canal. De la misma forma rememora el día que ella le pidió que le escribiera una canción “y cuando la oí cantándola, fue una gran emoción porque ella era mi maestra”, reitera el artista, quien cree Zaiter les enseñó a todos lo que hacían programas infantiles, la importancia del respeto a los niños.
De compañeros de trabajo pasaron a ser confidentes y amigos. Así como a trabajar en diferentes proyectos. Uno de ellos fue el programa “Amigos” que él desarrolló y en el que ambos iban por las escuelas para mostrarles a los niños los valores, como la amistad y la honestidad. “En la vida de todos los que conocimos a Sandra deja un legado de esfuerzo, de solidaridad, de decirle al mundo que, independientemente de lo que te pase, puedes seguir adelante. Luego de su accidente fue que ella comenzó a volar de verdad porque la silla nunca la limitó”.