Dalmau ve un mensaje positivo
Pese a que está descartado que se convierta en ley, el líder independentista dice que aprobar el 8393 en la Cámara baja sería un buen precedente
WASHINGTON.– Aunque sea un gesto simbólico, el secretario general del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), Juan Dalmau, destacó que, de aprobarse en diciembre en la Cámara de Representantes el proyecto federal de status 8393, se establecería un precedente inmediato para una próxima discusión en el Congreso sobre el futuro político de Puerto Rico.
“Ese no es mi proyecto favorito… pero no se debe disminuir la importancia de que una de las dos cámaras del Congreso ratifique legislación que impulse un plebiscito que excluya el status territorial como alternativa”, dijo Dalmau en torno a un proyecto que, aunque el PIP no ha endosado, ha descrito como un paso positivo.
Para el pasado candidato a gobernador del PIP –quien obtuvo casi el 14% de los votos en 2020 y puede volver a aspirar a La Fortaleza-, el proyecto 8393, por hacer automático el resultado de una consulta que incluye la estadidad, nunca ha tenido oportunidad de convertirse en ley ni la tendrá en la próxima sesión del Congreso, en la que habrá una Cámara baja federal de mayoría republicana y un Senado que continuará en manos demócratas.
El 8393 promueve un plebiscito vinculante para el gobierno federal entre la estadidad, la libre asociación y la independencia. Pese a que no será considerado por el Senado, el liderato demócrata aún baraja la idea de tratar de aprobarlo en la Cámara baja federal antes de cerrar las sesiones del Congreso 117 a mediados de diciembre.
De cara al próximo Congreso, Dalmau prevé que tampoco habrá ambiente para impulsar un proyecto de status, sobre todo debido a la oposición a la estadidad en el Senado, donde hasta los aliados de los republicanos estadistas, Marco Rubio y Rick Scott, electos por Florida, han advertido de que no hay apoyo para esa propuesta.
Dijo, además, que cualquier intento de avanzar un proyecto de status choca con el desinterés de la Casa Blanca en el tema. “(El presidente Joe) Biden ha querido lavarse las manos”, sostuvo.
Dalmau señaló que la clave para avanzar un debate que busque definir el futuro político de Puerto Rico puede descansar en lograr superar en la isla, en las próximas elecciones, “el bipartidismo rojo y azul”, pues sostiene que los partidos Popular Democrático (PPD) y Nuevo Progresista (PNP) “han sido la ficha clave del inmovilismo”.
“Antes, cuando había tensiones sobre el status en el PPD, la tensión era entre reformistas y colonialistas conservadores. Ahora, esa tensión interna es entre colonialistas conservadores y colonialistas conservadores”, afirmó.
En el caso del PNP, piensa que el gobernador Pedro Pierluisi no demostró demasiado interés en promover el 8393 y que la poca fuerza de la comisionada residente en Washington, Jenniffer González, entre los republicanos quedó demostrada cuando todos sus colegas presentes en la sesión de votación del Comité de Recursos Naturales rechazaron la legislación.
“La única manera que aquí se considera un proyecto serio de descolonización tiene que ser con un gobierno en Puerto Rico realmente comprometido con forzar al Congreso a asumir su responsabilidad histórica, política y moral”, dijo Dalmau, en una entrevista con El Nuevo Día en la que también habló sobre las conversaciones con el coordinador del Movimiento Victoria Ciudadana (MVC), Manuel Natal, en torno a una potencial alianza o acciones concertadas entre ambas formaciones políticas.
El líder independentista estuvo la semana pasada en Washington D.C., donde asistió a una reunión con estudiantes de American University y a un conversatorio el jueves en la noche en la Escuela de Asuntos Internacionales de George Washington University, auspiciada por Boricuas Unidos en la Diáspora, la Asociación de Estudiantes Puertorriqueños y la Asociación de Estudiantes Latinoamericanos.
Hace unos días, estuvo en Massachusetts, donde se reunió con estudiantes y académicos en Northeastern University y en el Massachusetts Institute of Technology (MIT).
Las conversaciones, sostuvo, se han centrado en temas como el status político, el colapso económico, la crisis del sistema energético y el futuro de la educación en Puerto Rico. A principios de 2023 espera regresar a la capital estadounidense para reuniones políticas.
Con respecto a potenciales acuerdos con el MVC, Dalmau piensa que cualquier decisión se tomaría en el verano próximo. El proceso formal de presentación de candidaturas, de cara a las elecciones generales de 2024 en Puerto Rico, tendrá lugar en diciembre de 2023.
Dalmau considera que el resultado de las pasadas elecciones refleja que entre el PIP y el MVC pueden tocar las puertas de una victoria a nivel de todo Puerto Rico. Además, 2020 reflejó que Natal estuvo a punto de ser electo alcalde de San Juan.
Uno de los temas pendientes en cualquier negociación con el MVC sería cómo abordar el debate sobre el status. El MVC también vio avances en el 8393, aunque tampoco lo apoyó formalmente.
“En el tema de las discusiones que ha habido para que haya alianzas electorales o acciones concertadas entre el MVC y el PIP, si eso ocurre, hay que llegar a un entendido sobre puntos en común y uno fundamental sería un mecanismo procesal que permita a los puertorriqueños expresarse democráticamente sobre fórmulas no coloniales ni territoriales”, dijo.
La aspiración, sostuvo, debe ser lograr un consenso en Puerto Rico sobre un proceso que obligue al Congreso de Estados Unidos a “expresarse sobre la viabilidad de las opciones” y entonces, sobre las alternativas que esté dispuesto a conceder poder precisar “las responsabilidades, consecuencias y, sobre todo, cómo debe ser la transición”.
“La única manera que (en Washington) se considera un proyecto serio de descolonización tiene que ser con un gobierno en Puerto Rico realmente comprometido con forzar al Congreso”
JUAN DALMAU SECRETARIO GENERAL DEL PIP