Un sueño que se convirtió en realidad
Alana Carrasquillo Martínez nació el 15 de mayo de 2002 y, a las pocas horas, convulsionó. Un medicamento experimental detuvo sus convulsiones por un tiempo, pero, ante posibles efectos secundarios, incluyendo ceguera, sus padres dejaron de suministrárselo cuando tenía 2 años. Desde entonces, su desarrollo ha continuado, paralelo a un diagnóstico de perlesía cerebral severa.
“La vida de Alana ha sido una bendición. Soy otro Milton después que nació. Marcó mi vida y cada día la marca más”, contó su padre, Milton Carrasquillo, emocionado.
En los últimos 20 años, la familia de Alana ha conocido a muchas otras con hijos con condiciones especiales. La mayoría, advirtió Milton, son personas de escasos recursos sin la capacidad de adquirir los equipos y tratamientos que sus hijos urgen.
“Hay tanta necesidad en Puerto Rico. Por eso, quiero darle las gracias a la vida por traerme a Alana (y poder ayudarla)”, dijo.
Al ver tantas personas pasando dificultades para asistir a sus hijos, Milton, su familia y amistades cercanas quisieron colaborar. La idea de crear una fundación para ayudar a otros padres con niños con necesidades especiales comenzó en 2007. Pero fue ahora, en 2022, cuando cumplió 50 años, que el padre de Alana finalmente la materializó. Y nació “El sueño de Alana”, con el cual ya han ayudado a tres familias: dos de Caguas y una de Peñuelas.
“La perlesía cerebral no se puede curar, pero, a través de apoyo y ayuda, podemos aportar a brindar a aquellas personas que la padecen y a sus familiares una mejor calidad de vida”, comentó, por su parte, la tía de la joven y directora ejecutiva de la organización, Dana Carrasquillo.
Dar asistencia económica y orientación sobre dónde buscar ayudas es parte del propósito de la entidad no gubernamental, pero no el único. También, esperan abrir próximamente un salón donde los padres puedan dejar a sus hijos unas horas los sábados. Un equipo de terapistas, enfermeros y voluntarios ayudará en este esfuerzo, que tendrá un sistema de cámaras para que los padres se conecten y puedan ver a sus hijos mientras estén allí.
“Es darles un respiro, para que puedan hacer actividades juntos, por el bien de sus matrimonios”, abundó Milton, tras resaltar que la madre de Alana, Michelle Martínez, está igualmente comprometida en el cuido y bienestar de su hija.
“Queremos, también, ayudar a estos jóvenes a hacer empresarismo y conseguirles trabajo”, agregó Milton.
Otro fin de la organización es llevar el mensaje de que hay que darles más visibilidad a niños, jóvenes y adultos con condiciones especiales. En su caso, contó, Alana es muy conocida en su entorno, ya que pasea con ella a donde quiera que va.
“Alana va a la playa, se monta en motora. La expongo mucho al mundo, no la dejo encerrada. Es parte de lo que quiero hacer también, decirles a los padres que se puede”, dijo.
“Queremos crear empatía y compromiso con estos niños. Sobre todo, dar gracias a Dios por la oportunidad de servir y ayudar a través de ‘El sueño de Alana’”, reiteró, por su parte, Dana.
Ambos informaron que la entidad se nutre de ayudas individuales o donativos. Interesados en ayudar pueden comunicarse al (787) 238-1018 o donar mediante ATH Móvil y buscar en donaciones ElSuenodeAlana. También, pueden aportar a la cuenta del Banco Popular #249-217663.