UNA OPCIÓN POPULAR Aficionados optan por viajar de Dubái
DOHA (AP). - Los viajes durante este Mundial debían ser cosa fácil en Catar, la pequeña nación anfitriona. Todo iba a ser muy distinto que en Sudáfrica, Brasil y Rusia, las tres sedes anteriores del torneo, donde hacían falta vuelos largos para llegar de una ciudad a otra.
Los ocho estadios en Catar se encuentran en la capital o en sus proximidades, de modo que los aficionados no tendrían que ir demasiado lejos para llegar a los partidos... en teoría.
El país promovió su Mundial como un certamen sustentable en materia ambiental, en parte por la poca necesidad de realizar viajes.
La realidad ha sido distinta. Decenas de miles de aficionados extranjeros han optado por volar entre Doha y la cercana Dubái. Las razones van de los precios elevados de los hoteles en Catar a la falta de vacantes para hospedarse y las restricciones al consumo de alcohol.
La decisión podría parecer extrema, cara y ambientalmente cuestionable, pero los vuelos diarios se han convertido en una opción popular para muchos aficionados, que duermen fuera de Catar.
Dubái, la desinhibida capital comercial de Emiratos Árabes Unidos, es el destino principal de la región fuera de Doha. Aerolíneas estatales como FlyDubai, la empresa de bajas tarifas, están capitalizando la situación, al operar 10 veces el número habitual de vuelos a Doha.
Abu Dhabi, otra gran ciudad en Emiratos Árabes Unidos, ha organizado vuelos fletados para aprovechar el auge turístico durante este Mundial. Lo mismo ocurre con Arabia Saudí. Entre cada vuelo de un Boeing o un Airbus que estremecen el viejo aeropuerto de Doha transcurren apenas unos minutos.
El concepto de esta suerte de autobuses aéreos no es nuevo en el Golfo Pérsico, donde muchos que viven y trabajan en la ultraconservadora Arabia Saudí o en el seco Kuwait viajan a Dubái el fin de semana para beber y divertirse libremente en la metrópolis refulgente.
A diferencia de los vuelos de larga distancia que debieron tomar los aficionados en los mundiales de 2010, 2014 y 2018, la ruta Dubái-Doha es más corta en la mayoría de los casos.
Pero los vuelos cortos, definidos frecuentemente como aquellos de menos de 500 kilómetros (311 millas), son más contaminantes que los largos por persona y por kilómetro recorrido, en vista de la cantidad de combustible que se emplea para el despegue y el aterrizaje.
Más de una decena de aficionados entrevistados el jueves en el Mundial y que prefirieron quedarse en países vecinos consideraron que el motivo principal fue el costo. Pocos podían encontrar un lugar para dormir en Doha o en cualquier sitio dentro de Catar.
“En Dubái, encontramos un hotel lindo por no mucho dinero... Los vuelos están llenos, así que no somos los únicos que hacemos esto” ANA SANTOS BRASILEÑA