“Eso no me va a devolver a mi hija”
Anthony Salvá Rivera fue sentenciado a 56 años de prisión por el asesinato de Jennifer Michelle Maldonado Padua
Anthony Salvá Rivera, el asesino confeso de su compañera de tra
bajo Jennifer Michelle Maldona
do Padua, fue sentenciado a 56 años de prisión luego de haber hecho alegación de culpabilidad por el crimen que dejó a dos hijos huérfanos de madre, cometido el 5 de julio, en Arecibo.
“Yo estoy en una pesadilla, que todavía no despierto”, compartió Éli
da Padua Vélez, madre de Jennifer Michelle, pocos días después de presenciar el momento en el que Salvá Rivera se declaró culpable en una sala del Tribunal de Utuado.
La coordinadora de la Unidad Especializada de Violencia Doméstica de la Fiscalía de Utuado, Mayra Mo
rales , informó por escrito que Salvá Rivera fue sentenciado el 16 de diciembre. El ahora convicto hizo alegación de culpabilidad por asesinato en segundo grado y violación a la Ley de Armas por el uso de un arma blanca.
Ante el juez Carlos López Jimé
nez y frente a su madre, presente en sala, Salvá Rivera pidió perdón a Dios y a la familia de Jennifer Michelle. Según el recuento de doña Élida, el hombre alegó que “no sabía lo que estaba haciendo” cuando asesinó a la joven madre de 33 años.
“Le acepté el perdón, mas no le creí lo último. Bajé mi cabeza, me paré en el estrado y empecé a llorar, porque sé que eso no me va a devolver a mi hija. Lo único que dije fue: ‘Dios mío, ten misericordia de él, porque yo sé para dónde él va’”.
Los hechos se remontan al 5 de julio, cuando Jennifer Michelle se aprestaba a iniciar su turno de trabajo de ese día –de 6:00 a.m. a 3:00 p.m.– como guardia de seguridad en la subestación hidroeléctrica Dos Bocas, en Arecibo. A las 7:00 a.m., Salvá Rivera llamó a la Policía para notificar la desaparición de la mujer, pero su versión no coincidía con la evidencia de las autoridades.
El individuo llevó a la Policía a un risco, cerca de un río, en el barrio Arenas, en Utuado, donde estaba el cuerpo sin vida de la mujer.
La familia de Jennifer Michelle, incluidos sus dos hijos, se reunirán en los días festivos de esta época, incompletos. “Estamos bien tristes, todos. Nos vamos a reunir en nombre de ella. Voy a cocinar para mis hijos, para mis nietos, y la vamos a pasar en familia, tranquilos. Aquí, vamos a estar como si ella estuviera. (…) Estamos más unidos que nunca”, pronunció doña Élida.
“Estoy en paz, estoy tranquila. Que no me quita que la llore, no me quita que la sienta, pero no es la angustia y el dolor que tenía”
ÉLIDA PADUA VÉLEZ
MADRE DE JENNIFER MICHELLE MALDONADO PADUA