Esferas navideñas
El origen de estas populares piezas viene de miles de años atrás y redundó en una bonita tradición que hoy día es infaltable en estas fechas
Las esferas de Navidad son un artículo muy especial en las decoraciones que se ven en esta temporada del año. Pero ¿te has preguntado alguna vez cuál es su significado?
A continuación te explicamos la razón por la que colgamos las bolas de colores en el árbol y de dónde viene esta tradición.
En buena parte se debe al santo, obispo y mártir San Bonifacio de Maguncia. Es conocido como el “apóstol de los germanos”. Su fiesta se celebra el 5 de junio para los católicos y los luteranos, y el 19 de diciembre, para los ortodoxos.
Según la leyenda, cortó un roble decorado, consagrado a Thor; y lo cambió por un pino, cambiándole su significado por completo.
Sería, pues, este santo quien dio pie a la tradición de las bolas de Navidad. Al parecer, en un principio San Bonifacio adornó el árbol con manzanas, representando con ellas las tentaciones.
Hoy día, la tradición marca que estas bolas simbolizan los dones de Dios a los hombres (sabiduría, entendimiento, ciencia, consejo, piedad, fortaleza, temor a Dios). Cada esfera representa una oración, con especial significado, según su color: rojas para peticiones, blancas para agradecimientos, azules de arrepentimiento y doradas de alabanza.
LAS PRIMERAS BOLAS DE VIDRIO
La tradición del árbol de Navidad entonces comenzó a expandirse por la región y para la Edad Media, toda Europa ya la tenía adaptada. Se estima que el origen de las esferas en vidrio soplado ocurrió en Francia en los años de 1841.
De acuerdo con varias historias, en Goetzenbruck, comuna francesa y ubicada en la región de Lorena, existió una fábrica que se dedicaba a la producción de cristales de reloj para la industria relojera de Suiza y a la fabricación de lentes de sol. Para esto, se utilizaban cerca de 50 colores y diferentes tonalidades.
La producción soplaba el vidrio primero para convertirlo en bolas de gran tamaño que después se rompían, se cortaban en pedazos más pequeños y se prensaban en un molde hasta un grosor máximo de 2.5 milímetros y se les daba forma.
Durante una de las navidades, una mala producción en las manzanas dejó a las
En sus inicios, los árboles de Navidad se decoraban con manzanas rojas, fruta que representa el pecado original y las tentaciones de Adán y Eva
familias sin el material para poder realizar la decoración del árbol.
Uno de los trabajadores de la fábrica tuvo una idea, al ya realizar bolas de vidrio soplado para sus productos, decidió hacerlas más pequeñas y utilizarlas como adorno.
De esta forma, se crearon las esferas navideñas como las conocemos en la actualidad. La fábrica se convirtió en pionera y llegaban a producir al menos 110 de ellas por hora. Para la década de 1950 tuvieron sus mejores años de producción al realizar cerca de 200 mil por hora.