Me arriesgo, “con la astucia del jíbaro”
Resido en el barrio Bartolo del pueblo de Lares, tengo 15 años y curso mi cuarto año como estudiante homeschooler . Padezco de una serie de alergias que han llegado al extremo de causarme eventos de anafilaxia. Mi padre, siendo agricultor, poco a poco me fue enseñando el amor a la agricultura y por eso me entusiasmé con ella, en particular con el cultivo del cacao.
Al tener tantas restricciones alimenticias, no podía consumir chocolate. Imaginen qué cosa tan terrible. No obstante, un agricultor de Adjuntas me ofreció una tacita de 100% chocolate y mis sentidos nunca pudieron abandonar ese paladar. Recuerdo claramente ese momento. Don Cándido nos regaló unas semillas de cacao y de ahí en adelante, la historia fue otra. Empecé a educarme en el cultivo, hasta el punto de que mi hermana y yo hemos sembrado alrededor de 800 árboles de cacao.
A veces es difícil explicar cómo a mí, con una alergia severa a las avispas y a las abejas, puede entusiasmarme el campo. Pues lo logré educándome, conociendo el campo y de ahí surgió mi interés por estudiar a los insectos. Es un desafío del cual espero salir victoriosa.
Aprendí que, en vez de temerle a las cosas, tengo que enfrentarlas. Como dice mi papá: “con la astucia del jíbaro”.
Mis padres nunca se rindieron y, cuando el sistema de educación les decía que yo no tenía las capacidades, ellos lucharon por mí y ahora protagonizo una historia que muchos quisieran experimentar.
Para mí, la vida en la finca implica aprender a sobrevivir para poder experimentar mi pasión por la agricultura. Sufro problemas con la memoria a corto plazo, pero mi hermana Emilyrose siempre me ayuda; ella es mi voz.
No crean que en mí cabe debilidad alguna; yo soy la que me arriesgo en los riscos, la que abro camino. Domino la siembra de los ajíes dulces y por eso me apodan “Chilly”. Con la agricultura aprendí a ser. La agricultura es hermosa porque me permite ver el fruto de nuestro trabajo, apreciarlo y que otros puedan disfrutar de nuestra cosecha. Eso me hace feliz.
Deseo ser una “Bean to Bar Chocolate professional”, que crea chocolate como una preciosa artesanía, no como un producto masivo. Sé que será difícil, pero con la ayuda de Dios y mi familia, lo lograré.
“No crean que en mí cabe debilidad alguna; yo soy la que me arriesgo en los riscos, la que abro camino... La agricultura es hermosa porque me permite ver el fruto de nuestro trabajo, apreciarlo y que otros puedan disfrutar de nuestra cosecha”