El mejor regalo
El mejor regalo, el más valioso y el más inolvidable en la Navidad es el amor. En términos financieros cuesta menos; en términos humanos vale más. El corre y corre de última hora del regalo que falta del nene o la nena, o del abuelo o la abuela o del hermano a quien no sabemos qué regalarle se resuelve con un gesto significativo, sencillo pero profundo de amor.
En honor a siete seres humanos que están dando, o dieron, mucho amor en sus vidas hoy quisiera compartir y celebrar sus historias como mi regalo de Navidad.
Celebro y agradezco la vida del joven Michael Fernández Frey. Desconocido todavía para muchos en Puerto Rico, Michael es el fundador de Caras con Causa, organización que impulsa, en comunidades de Guaynabo y Cataño el desarrollo comunitario para erradicar la pobreza a través de la participación comunitaria, la educación y la integración con el medio ambiente. Michael ha desarrollado una filosofía de “amar y servir a los demás” desde sus años en escuela superior. Aunque es un abogado brillante, su vocación es la educación de los más pobres, lo que lo llevó a renovar a pulmón la Escuela Secundaria Rosalina Martínez donde a diario enseña a cientos de niños de comunidades marginadas. No existe amor más grande que educar y ayudar a los más olvidados.
Celebro y agradezco la vida de Padre Nicolás “Colacho” Navarro en Cantera. Con más de 50 años de servicio al prójimo como sacerdote Salesiano de la Iglesia Católica, fue ordenado en Aibonito y sirvió en las parroquias de Orocovis por más de 10 años. Desde el corazón de la Península de Cantera en San Juan, ha dedicado su vida a educar desde el Colegio San Juan Bosco y a dar de lo que más tiene: amor, compasión y la gran capacidad de inspiración. Si existe un ángel en Puerto Rico es Padre Colacho.
Celebro y agradezco la vida de los jóvenes Juan Carlos Acevedo Gándara y Gianleé Márquez Hernández. Fundadores de Lee Conmigo, han dedicado su vida a promover lo más importante en la educación de un niño: la lectura. En momentos en que la tecnología nos aparta de los libros y donde la gratificación inmediata de juguetes, iPads y horas frente a una consola de video-juegos se ha convertido en la orden del día, su pasión por leer, por enseñar a leer y por insistir a grandes y chicos que reaprendamos el valor de la lectura los hace seres especiales. La mamá de Juanki, Piti Gándara, fue mi maestra de noveno grado y el mismo amor y dedicación a los libros que ella profesaba lo heredó y ahora lo agranda él. Bravo por estos jóvenes que con amor y por amor no van a permitir que muera el arte de leer.
Celebro y agradezco la vida de tres extraordinarios seres que ya no están físicamente con nosotros: Dolores “Tati” Fernós, Don Manolito Pérez Sotomayor y Sandra Zaiter. Descrita como una de las líderes feministas más carismáticas, visionarias y estrategas, la Profesora Dolores “Tati” Fernós dedicó su vida a enseñar, actuar y combatir la desigualdad. Primera Procuradora de la Mujer en 2001, y con una vida llena de luchas valientes y significativas, nunca permitió que el odio dominara el amor. Un ser de luz, su mayor legado es un pueblo que usará su memoria como inspiración para seguir derrumbando la desigualdad.
Don Manolito Pérez Sotomayor fue el legislador municipal más longevo en Puerto Rico. Falleció en Mayagüez a los 102 años. No existe un servidor público que irradiara más amor, más compromiso con el prójimo y más nobleza que Don Manolito. Nos recordaba a diario que lo cortés no quita lo valiente y que un abrazo bien dado vale más que un billete de lotería premiado.
Sandra Zaiter le dio a Puerto Rico una sonrisa permanente y un espíritu inigualable que levantó el ánimo e inspiró a miles de personas. Nos enseñó que las limitaciones físicas se superan con amor.
La vida de estas personas tiene o tuvieron un hilo conductor: el amor al prójimo. Ese es y siempre será el mejor regalo. Feliz Navidad.