Fallece Carmen Millán Pabón
Cubrió con iguales dosis de asertividad y compasión temas como educación y salud pública, y deja un legado inolvidable
La periodista Carmen Millán Pabón, quien por años fiscalizó con iguales dosis de asertividad y compasión los sectores de educación y salud públicas desde El Nuevo Día, falleció el lunes debido a complicaciones derivadas de un tumor cerebral con el que batalló por años. Tenía 65 años.
Natural de San Germán, Carmencita, como se le conoció por años, estudió literatura y estudios hispánicos en los recintos de Mayagüez y Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR).
Lectora empedernida, sobre todo de literatura puertorriqueña y del Caribe, el periodismo -que ejerció con pasión, entrega y gran rigor- fue su amor profesional de toda la vida. Laboró primero en El Mundo, desde 1982, y después en la revista Imagen . A finales de la década de 1980, se integró a la Redacción de El Nuevo Día.
En este diario, destacó por la cobertura de los problemas del sector público de salud durante los últimos años del Sistema Arbona. También, cubrió la incumbencia, en el Departamento de Educación, del exsecretario Víctor Fajardo, quien terminó acusado y convicto por corrupción.
Dueña de una prosa sencilla, directa y con gran capacidad de emotividad, pero no por eso carente de vuelo y de peso, recibió los máximos galardones del periodismo puertorriqueño.
“La partida de Carmencita Millán nos llena de tristeza y de un sentido brutal de pérdida. Fue una luchadora en todos los aspectos de su vida”, dijo Rafael Lama Bonilla, director general de GFR Media.
“Fue una gran mentora para muchos de nosotros, generosa por demás con sus consejos, ideas, anécdotas y con su gran calidad humana”, agregó Lama Bonilla.
“A Carmen, se le daban magistralmente las historias de interés humano, con un toque de periodismo literario. Se gozaba escribir, que era más vocación que mero trabajo”, agregó, por su parte, Nelson Gabriel Berríos, quien laboró con Carmencita en El Mundo y en El Nuevo Día.
Maray Bonilla, amiga de Carmencita y su familia por décadas, dijo: “Fue una persona bien comprometida con el país. Su agenda de toda la vida fue defender la verdad y a los más desvalidos”.
Carmencita batalló por más de 20 años con las complicaciones derivadas de un tumor cerebral, cuya presencia le fue anunciada el 5 de febrero de 1998, según relató en su blog, ¡ Qué bueno es estar vivo!, el 2 de febrero de 2017.
La enfermedad, que afectó su movilidad, pero no su capacidad intelectual ni cognitiva, no le impidió continuar laborando como periodista. Tampoco le quitó el deseo de vivir ni le afectó su personalidad amorosa, solidaria y afectuosa.
A Carmencita, le sobreviven su esposo por 43 años, Harry Dox, quien la cuidó con indecible amor hasta su último momento, sus hijos Francisco, un abogado, y Manuel, un caficultor y comerciante, más cinco nietos.
No se han informado detalles de sus arreglos fúnebres.