Joven crea conciencia ambiental Ana Lucía Pérez Escalera, de 12 años, fundó un movimiento para educar sobre conservación
SALINAS - “Tenemos que proteger a Puerto Rico”, afirmó Ana Lucía Pérez Escalera cuando, con apenas 11 años, ganó un certamen de tarjetas navideñas. Su postal mostraba, en el centro, la figura de una niña de espalda levantando la isla y un ángel resguardándola.
Esas palabras que utilizó, en noviembre de 2022, en una entrevista televisiva (Wapa TV), la llevaron a reflexionar. Hay mucho que proteger en Puerto Rico, como sus recursos naturales y cultura, pensó la joven, residente en Salinas.
De su amor por la naturaleza y por “cuidar nuestra isla”, nació, hace un año, el proyecto De a Pokito por Puerto Rico, una iniciativa impulsada por Ana Lucía, con el apoyo de sus padres, para educar a jóvenes sobre la conservación ambiental.
“De a Pokito por Puerto Rico es un proyecto de conciencia social, que busca educar sobre la importancia del cuidado del medioambiente, nuestros ecosistemas, nuestras especies”, expresó Ana Lucía, ahora de 12 años, desde un salón en la Escuela de Bellas Artes Ivania Zayas Ortiz, en este municipio.
Su proyecto, añadió, también pretende “educar sobre el problema de la basura manejada incorrectamente y crear conciencia en el reciclaje, la reutilización, pero, más importante, la reducción de nuestra producción de basura”.
Mediante charlas en escuelas y otros espacios, Ana Lucía ha impactado a más de 20,000 personas con De a Pokito por Puerto Rico. “Mi meta es llegar a los 78 municipios llevando ese mensaje”, afirmó la activista ambiental, quien recibe educación en el hogar, conocido en inglés como “homeschooling”.
Las charlas van dirigidas a estudiantes desde primer grado hasta duodécimo. En estas, Ana Lucía habla sobre problemas ambientales, como el manejo de desperdicios sólidos y los microplásticos, e incorpora el arte mediante unas pinturas, hechas por ella, que ilustran los asuntos que ha explicado.
También, destaca en las conferencias posibles acciones individuales sencillas para que, “de poquito a poquito”, los participantes puedan contribuir con la conservación del ambiente.
“Yo llevo este mensaje mayormente a niños y jóvenes porque nosotros seremos la generación más afectada”, apuntó. “Pero nosotros también podemos crear un cambio. Por eso, yo busco líderes que, junto a mí, me ayuden a llevar un mensaje, ejerzan carreras en las ciencias que ayuden al medioambiente y, así, podamos buscar soluciones para este problema”.
Las generaciones más jóvenes están naciendo en un planeta cada vez más caliente y, sin acciones drásticas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, el calentamiento global tendrá un impacto mayor en las vidas de los niños de hoy, según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas.
Y son precisamente los jóvenes quienes a menudo lideran las discusiones sobre el cambio climático y el ambiente. En Estados Unidos, por ejemplo, es más probable que los adultos más jóvenes digan que han participado en activismo climático que los adultos mayores, y es especialmente probable que las generaciones más jóvenes expresen interés en abordar el cambio climático, según Pew Research Center.
Para Ana Lucía, uno de los grandes retos ambientales en Puerto Rico es la falta de conciencia ecológica, pues algunas personas tiran basura en el suelo y utilizan mucho plástico a diario.
“Las personas no saben el daño que están haciendo al medioambiente y a ellos mismos, porque esto nos afecta a nosotros también a nuestra salud”, consideró la preadolescente, quien llevaba una botella reusable color rosa.
Destacó la necesidad de atender con urgencia los problemas ambientales ante la crisis que atraviesan los vertederos en Puerto Rico y proyecciones que, por ejemplo, apuntan a que, en 2050, habrá más plásticos en los océanos que peces.
Resaltó, además, que las Naciones Unidas reconoció, en 2022, mediante una histórica resolución, el derecho a vivir en un medioambiente saludable.
A futuro, Ana Lucía aspira a convertirse en una arquitecta naval, profesión que la permitiría combinar su interés por la ciencia y el arte. En concreto, le interesa diseñar embarcaciones que sean ecoamigables y seguras, además de continuar inspirando a otras personas a cuidar el ambiente.
“Las personas jóvenes, nosotros, somos la esperanza de Puerto Rico”, manifestó. “Por eso, yo estoy haciendo esto, para inspirarlos a que hagan cosas y que salgan de su zona de confort”.
“Yo llevo este mensaje mayormente a niños y jóvenes porque nosotros seremos la generación más afectada”
ANA LUCÍA PÉREZ ESCALERA JOVEN AMBIENTALISTA