Las embajadoras de Biden en Puerto Rico
Dos de las mujeres más poderosas del mundo viajaron durante los pasados días a Puerto Rico. Primero arribó la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, quien llegó al país el 17 de marzo. Mientras, el pasado viernes 22, nos visitó la vicepresidenta Kamala Harris. Ambas reiteraron por separado el compromiso del presidente Joe Biden y su ad ministración con Puerto Rico.
Sobre esas visitas, aunque en esta ocasión no estuve en el grupo de quienes les recibieron, sí he tenido la experiencia de estar y escuchar directo de la boca de un expresidente su compromiso. Además, tuve la oportunidad de ser parte del equipo de la campaña para la presidencia de Joe Biden en Puerto Rico y, como “co-chair” con otros compañeros, estuve involucrada en la discusión de algunos de esos compromisos.
Cuando una mira los pactos o convenios y los compara con las acciones, en ocasiones podemos decir “compromiso cumplido” con algunos asuntos, pero otros no. Recuerdo haber estado en La Fortaleza como secretaria de la gobernación y discutir en reuniones sobre como los requisitos impuestos por la administración de Donald Trump hacían casi imposible acceder a los fondos federales asignados para ayudarnos en la recuperación luego del huracán María.
La administración Biden accedió a cambiar algunos requisitos y eliminar otros. De esa forma, se hizo un poco menos complicado acceder a fondos federales, entre otras ayudas. Sin embargo, sabemos que hay muchas personas preguntando dónde está ese dinero. A diferencia de algunos que no ven ninguna inversión, creo que se ha hecho obra. No obstante, estoy de acuerdo con otros en su percepción de que la reconstrucción en Puerto Rico requiere mayor agilidad. En tal sentido, me pregunto si en la visita de estas dos mujeres, particularmente la vicepresidenta, recibió una petición de ayuda sobre este asunto por parte del gobernador.
Espero que con el tiempo podamos concluir que en efecto el primer ejecutivo lo solicitó y la administración respondió.
Mientras, todos sabemos que es un año de elecciones y, más allá del compromiso de la administración Biden-Harris con los más de tres millones de ciudadanos americanos que no podemos votar por ellos, se calcula que hay más de cinco millones de puertorriqueños viviendo en los estados donde sí pueden votar. Y esas visitas sabemos que no se dan en un vacío, de cara a los comicios generales.
La semana pasada, Biden, en una actividad en Arizona, hizo un llamado a los latinos a apoyarles, al igual que lo hicieron en las elecciones de 2020. De hecho, mencionó que el voto hispano fue el que le dio la victoria ante Trump. Se calcula que este es el segundo grupo con mayor número de votantes. El argumento de la diferencia en el trato a los inmigrantes entre él y Trump es uno que le gana votos entre la comunidad latina, pero no necesariamente mueve el voto de los millones de puertorriqueños allá. Entonces, ¿cómo mejor ganarlos que, desde acá, reiterando que Puerto Rico es importante?
Está por verse si ese compromiso con Puerto Rico será motivación suficiente para que nuestros hermanos allá voten por este presidente, particularmente al contrastarlo con los “compromisos” de Trump con Puerto Rico cuando fue presidente. Si no fuera suficiente, hay razones de más. Cuando los contrastamos, aunque Biden solo le lleva tres años a Trump, es mucha la diferencia cuando hablamos de temas que cambian la vida de las personas. Por dar un ejemplo, más allá de la obvia diferencia de quién de los dos es el verdadero defensor de los derechos civiles, las encuestas dicen que el tema más importante para los electores es la economía.
Los estudios reflejan que durante la administración de Trump se crearon un promedio de 177,000 trabajos por mes. Hasta el momento, bajo la administración de Biden se ha creado un promedio de 409,000 trabajos por mes. O sea, con Biden se crean 232,000 trabajos más que bajo Trump mensualmente. Más empleos sin perder derechos civiles. Para mí la opción es obvia.