Fumigación solo en zonas limitadas
Municipios y Salud coordinan esfuerzos para áreas de alta incidencia de casos
Contrario a lo que –por años– fue la práctica habitual, la fumigación o aplicación de insecticida a través de asperjación para la eliminación de los mosquitos Aedes aegypti –vectores del dengue– ya no se rige por un calendario o determinada frecuencia, sino por esfuerzos conjuntos entre los municipios y el Departamento de Salud cuando se identifican comunidades con muchos casos.
“Solo se fumiga donde hay que fumigar, si necesario”, indicó el alcalde de Bayamón, Ramón Luis Rivera Cruz.
“El municipio no fumiga porque es algo que está haciendo el Departamento de Salud por alguna prohibición de reglamento”, coincidió Alexis Ramos, portavoz del alcalde de Guaynabo, Edward O’Neill Rosa. Explicó que, si hay áreas con muchos mosquitos o casos de dengue, se hace un plan entre Salud y el ayuntamiento.
Rivera Cruz dijo, entretanto, que Bayamón está trabajando un proyecto piloto –junto al Departamento de Educación, el Fideicomiso para Ciencia, Tecnología e Investigación, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) y Salud– para atender los casos.
“Compartimos datos, materiales educativos, hacemos monitoreo y uso de asperjación donde sea necesario, porque es lo último que se utiliza. También, se usa larvicida con una maquinaria nueva que se está probando en Bayamón”, agregó.
Según Rivera Cruz, como parte del proyecto, a base de estadísticas que les proveen los hospitales sobre los casos de dengue, se visita la comunidad del paciente afectado y se colocan trampas. Si se identifican muchos mosquitos con dengue, por riesgo de brote, se procede a fumigar.
“Más que lo que pueda hacer el gobierno, el llamado es a las personas. Mantener áreas libres de envases que se puedan llenar de agua y desarrollar mosquitos, el mantenimiento de piscinas y la no acumulación de basura”, sostuvo.
De los 108 casos de dengue reportados este año en la región de Bayamón, 45 son del municipio y el resto, de pueblos aledaños, precisó. En días recientes, personal municipal visitó las comunidades Villas de San Agustín y Villa Verde en recorridos preventivos. “Se abren los contadores de agua, se revisan los zafacones y, si pasan de tres casos (de dengue) se activa el protocolo”, dijo.
El lunes, Salud declaró una epidemia de dengue, luego de que los casos reportados a la agencia sobrepasaran el umbral epidémico por ocho semanas consecutivas.
En Canóvanas, uno de los municipios con más casos al momento, también se han hecho intervenciones comunitarias, incluyendo la fumigación. En declaraciones escritas a El Nuevo Día, la alcaldesa Lornna Soto informó que se han visitado 68 propiedades que son estorbos públicos, donde se han sellado 32 pozos sépticos.
“Estamos mitigando los jardines de Canóvanas, San Isidro, Monte Verde y La Villa. Todos esos caños han sido limpiados y mitigados, incluida la central”, dijo Soto, al advertir que su estrategia se ha enfocado más en la prevención.
No todos los ayuntamientos, sin embargo, han sido incorporados en los esfuerzos de Salud para prevenir y mitigar el dengue, denunció Luis Javier Hernández, ejecutivo municipal de Villalba. “No nos han integrado. La semana que viene, vamos a pedirle al secretario (de Salud, Carlos Mellado) una reunión para hacer planes en equipo”, indicó.
Sobre la asperjación, el también presidente de la Asociación de Alcaldes –que agrupa a los ejecutivos del Partido Popular Democrático– destacó que ya no es una recomendación de los expertos, y la epidemióloga municipal, Fabiola Cruz, así lo ha establecido.
“Ya no es como antes, ya no se recomienda fumigar y es contraindicado para personas con condiciones respiratorias. Ahora, es más un llamado a hacer una campaña para eliminar criaderos de mosquitos”, dijo, al reclamar la creación de un plan nacional de orientación en el cual los 78 municipios estén integrados.
La nutricionista Vilma Calderón recordó que, bajo la administración del exgober
“Más que lo que pueda hacer el gobierno, el llamado es a las personas. Mantener áreas libres de envases que se puedan llenar de agua y desarrollar mosquitos” RAMÓN LUIS RIVERA ALCALDE DE BAYAMÓN
nador Alejandro García Padilla, se protestó por la intención de los CDC de fumigar vía aérea con el químico NALED para el control de casos de zika que había entonces.
“Se demostró que eso hacía daños al ecosistema, a la salud de las personas, a los animales, a los cultivos”, expresó, y añadió que, aunque García Padilla emitió una orden para detener el operativo, no está segura de que esa intención se logró.
El ecólogo Rafael Joglar, profesor e investigador de la Universidad de Puerto Rico, también tronó contra la asperjación.
“Fumigar es realmente un disparate. La gente que lo pide desesperadamente no está enterada de los daños. Es tirar veneno al aire para matar algunos organismos, pero, como no es selectiva, mata a otros también, incluyendo a nosotros mismos”, sostuvo el director del Proyecto Coquí.