Contaminación excede los límites
Estudio gestado en la Universidad del Sagrado Corazón comparará los datos recopilados con los que se obtengan después del dragado contemplado
Estudiantes de la Universidad del Sagrado Corazón confirmaron, a través de una investigación, que la contaminación del agua en el caño Martín Peña excede notoriamente los parámetros establecidos por la Agencia de Protección Ambiental (EPA, en inglés), por lo que representa un riesgo para la salud pública de los más de 26 mil residentes de la zona.
De esta forma, según el estudio –dado a conocer durante la Conferencia Nacional de Investigadores Emergentes (ERN, en inglés) en Washington, por Mariana García Díaz, estudiante de Ciencias Biomédicas, quien obtuvo el primer premio en presentación oral bajo la categoría de Ecología, Ciencias Ambientales y de la Tierra–, se justifica el dragado del caño, que fue aprobado en enero de 2023.
La Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia (AAAS, en inglés) y la Fundación Nacional de Ciencias (NSF, en inglés), que otorgaron el reconocimiento a la investigación, resaltaron los datos incluidos en torno a la cantidad de bacterias de coliformes fecales encontradas en el caño, desde marzo 2023 hasta febrero de 2024, entre otros parámetros físico-químicos.
Al respecto, García Díaz expuso, durante su presentación –en febrero–, que los coliformes fecales totales exceden 66.0 veces más los parámetros promedios por la EPA. Asimismo, otras bacterias relacionadas con contaminación fecal, como los enterococos y la escherichia coli (E. coli), superan la medida por 95.5 y 46.0 veces, respectivamente.
La investigación cuenta con cinco puntos de muestreo en el estuario de la bahía de San Juan para medir la presencia de contaminantes bacterianos. Además, analiza la temperatura y parámetros físico-químicos, como el pH, al igual que otros factores que puedan afectar la calidad del agua. De las cinco estaciones, tres están ubicadas a lo largo del caño.
COMPARARÁN DATOS
El proyecto “Caracterización ecológica de ríos asociados a sistemas de drenaje subterráneo” se centra en monitorear la calidad de agua del estuario de la Bahía de San Juan, enfocado en el caño Martín Peña, con el propósito de evaluar posibilidades existentes para desarrollar actividades recreativas en el área.
La investigación nació del Programa de Vinculación Comunitaria de Sagrado que, desde 2000, tiene un proyecto en el que los universitarios del curso de Microbiología toman muestras de las aguas del caño para determinar el impacto de la contaminación en las comunidades aledañas.
“Desde que comenzó ese proyecto, en el año 2000, se sabe que las aguas del caño exceden los parámetros establecidos por la EPA en cantidad de coliformes fecales y de enterobacterias. Estamos hablando de que los excede más de 100 veces, o sea, 100 veces la cantidad que se supone que esté ahí para su uso recreativo”, afirmó, por su parte, la catedrática auxiliar de la Escuela de Salud y Ciencias de Sagrado Corazón, Noemí Soto Nieves, quien sirve como mentora de la investigación.
El proyecto, realizado en colaboración con la EPA, busca ahora comparar la calidad del agua antes y después del dragado del caño para determinar si hubo una reducción en la contaminación, así como registrar las inundaciones en el área. También, se estudiarán patógenos en el agua que puedan causar enfermedades a las personas de la comunidad.
La académica puntualizó que quieren hacer una comparación de antes y después del dragado para ver si realmente los esfuerzos realizados ayudan a mejorar la calidad del agua.
META: MEJOR CALIDAD DE VIDA
“Ahora que estamos viendo que es una realidad, es importante documentar todo lo que está sucediendo antes, durante y después del dragado para ver si realmente el dragado hizo justicia ambiental”, abundó la mentora, quien resaltó que uno de los objetivos de la investigación es lograr una mejor calidad de vida para las comunidades aledañas al caño.
En tanto, García Díaz comentó que “nos estamos enfocando en continuar todo el trabajo que estamos haciendo para poder marcar un antes y un después, y seguir trabajando en pro de esas comunidades, asegurándonos que con el dragado del caño podamos ayudar a la comunidad”.
A su vez, enfatizó la importancia de comunicar los hallazgos de la investigación, en espacios como la Conferencia ERN, para continuar recibiendo las ayudas que necesitan para llevar a cabo el proyecto.
Para la profesora, “es llevar una historia y convencer de que lo que estamos haciendo es sumamente importante”. Destacó, por último, la colaboración del Proyecto ENLACE, la Oficina para el Desarrollo de la Investigación y el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales, así como los fondos de propuestas federales que han sido aprobados en Sagrado.
“Es importante documentar todo lo que está sucediendo antes, durante y después del dragado para ver si realmente el dragado hizo justicia ambiental”
NOEMÍ SOTO NIEVES
MENTORA