CUIDA LA SALUD DEL HÍGADO
UN ÓRGANO CRUCIAL QUE DEBES PROTEGER CON UNA ALIMENTACIÓN ADECUADA.
El hígado es un órgano esencial para el cuerpo que no recibe el crédito que merece. Sin embargo, día y noche trabaja sin cesar, realizando tareas claves para tu bienestar. El hígado es responsable de la producción de proteínas, colesterol y bilis.
Además, descompone los alimentos y las toxinas, combate las infecciones, almacena las vitaminas y carbohidratos, y filtra las sustancias nocivas de la sangre. Por eso, es crucial cuidarlo para mantener la buena salud.
Evita el exceso de alcohol
Cuando tomas alcohol, el hígado deja de hacer otras funciones para poder descomponer el alcohol y eliminarlo de la sangre. Si te excedes, más de un trago al día para las mujeres, dos al día para los hombres, afecta al órgano y podría dañarlo.
Con el tiempo, esto a menudo conduce a un “hígado graso”, un signo temprano de enfermedad. También podría causar el crecimiento de bacterias malas en el intestino que pueden llegar hasta el hígado y causar daño.
Haz ejercicios diariamente
Ejercitarte puede ayudar a mantener tu índice de masa corporal en un nivel apropiado y así protegerte contra la enfermedad del “hígado graso”. Además, el ejercicio mejora el funcionamiento de la insulina y quema los triglicéridos, un tipo de grasa en la sangre. Te recomendamos que realices ejercicio por al menos 20 minutos diariamente.
Consume grasas saludables
Consumir alimentos ricos en grasas saludables ayuda a reducir la inflamación y apoya un hígado saludable. La acumulación de grasa en el hígado es parte de la primera etapa de la enfermedad hepática.
Los estudios demuestran que el consumo de grasas saludables, como el aceite de oliva, ayuda a disminuir los niveles de grasa en el hígado, a aumentar el flujo sanguíneo y a mejorar los niveles de enzimas hepáticas. Alimentos como el aguacate, el aceite de oliva, el salmón y las nueces son excelentes fuentes de este tipo de grasas.
Lleva una dieta balanceada
Tener una dieta balanceada significa añadir más frutas y verduras de todos los colores del arcoíris. Esto ayuda a garantizar que recibas todos los nutrientes y la fibra que el cuerpo necesita. Vegetales, como el brécol, pueden ayudar a aumentar las enzimas desintoxicantes naturales del hígado, protegerlo del daño y mejorar los niveles de enzimas hepáticas en la sangre.
Por otro lado, evita los carbohidratos refinados, como las donas, el pan y los dulces, para prevenir la deposición de grasa en el hígado. En fin, al tener un peso saludable ayudas a reducir las posibilidades de desarrollar enfermedades del “hígado graso no alcohólico”. Para hacer esta tarea más fácil te recomendamos nuestro sistema Entalla, el cual reúne todas las herramientas necesarias para lograr tu peso ideal y enfocar tu alimentación en productos que apoyan un hígado sano.