El Nuevo Día

Aibonito: el eterno jardín borincano

Este pueblo combina una gama de elementos naturales y arquitectó­nicos que prometen una experienci­a turística inolvidabl­e

- SANDRA TORRES GUZMÁN Para El Nuevo Día

Sin dudas, uno de los pueblos que honra su nombre es Aibonito, pues su particular belleza arquitectó­nica y natural deja perplejo a todo aquel que se adentra en su hechizante propuesta turística.

Basta con viajar por la ruta panorámica que conduce al llamado ‘Jardín de Puerto Rico’ para deleitarse con sus despampana­ntes montes que seducen con su verdor y parecen invitar a descubrir este destino enclavado entre Barranquit­as, Cidra, Salinas, Coamo y Cayey.

Fundado el 13 de marzo de 1824, Aibonito es reconocido por sus hermosos vergeles y viveros a donde se cultiva una amplia variedad de flores y plantas que están disponible­s durante todo el año, dado a las frescas temperatur­as que se registran en su territorio.

De hecho, la elevación de su plaza pública convierte a este municipio en el más alto del archipiéla­go, a unos 2,104 pies sobre el nivel del mar.

Según Ricardo Ojeda Rodríguez de la empresa Flavors of San Juan Tours, una de las teorías en cuanto al origen del nombre “está relacionad­a al río Cuyón, que los indígenas llamaban ‘Atibonicu’, que en voz taína significa ‘río de la noche’”.

“Otro estudio menciona que el nombre es un derivado del vocablo ‘Jatibonico’, un término indoantill­ano y, de acuerdo con el médico e historiado­r Cayetano Coll y Toste, a la región se le llamaba Jatibonicu y comprendía los pueblos de Aibonito, Barranquit­as y Orocovis”, destacó el guía turístico certificad­o.

“No obstante, una de las leyendas pueblerina­s bien famosa relata que, en el siglo 17, un arcabucero español que exploraba la zona del Asomante, exclamó: ‘Ay, qué bonito’”, apuntó.

Mientras se descifra el misterio, uno de los lugares a visitar antes de iniciar el recorrido es Granos Coffee Shop, cerca del centro urbano, a donde puede degustar un sabroso café y desayunar, mientras escucha un poco sobre la historia de esta municipali­dad.

Justo al lado del establecim­iento que cuenta con mesas al aire libre, se encuentra el antiguo centro tabacalero cuya estructura data del 1915, un edificio que fue rebautizad­o como el Pabellón de la Fama del Deporte Aiboniteño Víctor M. Rosario Colón.

“Este era el antiguo almacén y el taller de despalilla­do de tabaco, que fue una de las fuentes principale­s de la economía en la

zona, durante las primeras décadas del siglo 20. Actualment­e, el primer nivel de este edificio se utiliza como plaza del mercado, pero el museo y pabellón están en el segundo nivel”, explicó Ojeda Rodríguez de 28 años.

La próxima parada es la plaza pública Segundo Ruiz Belvis “para conocer un poco más de la esencia del pueblo que este año celebra su bicentenar­io”.

“Aquí se encuentra la parroquia San José, que fue construida en madera para el 1824, cuando Aibonito todavía era un barrio de Coamo. Esta fue la última iglesia construida bajo la colonizaci­ón española. Al quedar destruida, su reconstruc­ción comenzó en 1887 y termina en 1897; un año antes de la invasión estadounid­ense”, relató.

“En el altar mayor, hay un retablo al estilo barroco, hecho en madera y yeso, lami

“Otro estudio menciona que el nombre (de Aibonito) es un derivado del vocablo ‘Jatibonico’, un término indoantill­ano y, de acuerdo con el médico e historiado­r Cayetano Coll y Toste, a la región se le llamaba Jatibonicu y comprendía los pueblos de Aibonito, Barranquit­as y Orocovis” Ricardo Ojeda Rodríguez Guía turístico certificad­o

nado en oro, que fue un regalo del terratenie­nte y jefe del Partido Conservado­r de la zona sur del país, José Gallart Vargas”, agregó al mencionar que “esta iglesia fue incluida en el Registro Nacional de Lugares Históricos del Departamen­to de lo Interior de Estados Unidos”.

Otro de los lugares históricos es la Casa Museo Federico Degetau “que alguna vez fue el hogar de este destacado político que fue elegido en 1900 como el primer Comisionad­o Residente en Washington, bajo la Ley Foraker”.

“La casa fue construida entre el 1887 y 1897. Ahora es un museo que exhibe una colección personal y fotos de la vida de Degetau quien –además- fue abogado, escritor, pedagogo y filósofo puertorriq­ueño. El museo también tiene fotos y documentos sobre la historia de Aibonito”, expuso.

“Otro lugar histórico es Villa Julita o Casa Ulrich, creada por el famoso arquitecto Alfredo Wiechers (en 1915). Se trata de una villa de una sola planta construida en madera y concreto con elementos neoclásico victoriano y de estilo criollo puertorriq­ueño y con sofisticad­os elementos del ‘Beaux Arts”, detalló.

Para los amantes del arte, está la Galería Vista Alegre en el casco urbano, fundada por el reconocido dermatólog­o Jorge Luis Sánchez Colón. El espacio contiene una colección de obras pertenecie­ntes a su fundador, además de unas 60 piezas de distintos artistas.

Entretanto, en la carretera PR-14, kilómetro 58.2 está el Mirador La Plata, a donde puede disfrutar del paisaje natural del Valle de la Plata en un lugar propicio para relajarse fuera del bullicio citadino.

“También está el Mirador Piedra de Degetau. Se le dice así porque era el lugar a donde Federico Degetau se sentaba para meditar; alrededor construyer­on un mirador. Queda en la carretera PR-7718 de la Ruta Panorámica”, sostuvo.

Según representa­ntes del ayuntamien­to, aunque actualment­e el Mirador Piedra de Degetau está cerrado pues “es en madera y sufrió daños con María, pero las personas pueden ir y sentarse en esta piedra repleta de historia”.

Otros atractivos son el Reloj de Puerto Rico y el Cañón de San Cristóbal.

 ?? ??
 ?? ?? La parroquia San José fue, inicialmen­te, construida en madera para el 1824.
La parroquia San José fue, inicialmen­te, construida en madera para el 1824.
 ?? Isabel Ferré Sadurní / Para GFR Media ?? El Mirador Piedra de Degetau se encuentra en la Ruta Panorámica.
Isabel Ferré Sadurní / Para GFR Media El Mirador Piedra de Degetau se encuentra en la Ruta Panorámica.
 ?? ?? La Galería Vista Alegre, en el casco urbano, fue fundada por el dermatólog­o Jorge Luis Sánchez.
La Galería Vista Alegre, en el casco urbano, fue fundada por el dermatólog­o Jorge Luis Sánchez.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Puerto Rico