30 años y una gran relación con Puerto Rico
Para la bodega familiar Cillar de Silos, embajadora por excelencia de los vinos que produce la D.O. Ribera del Duero, la isla fue su primer mercado internacional
La familia vinícola de Cillar de Silos se encuentra celebrando 30 años desde la fundación de su bodega en 1994, así como la excelente acogida de los amantes de vinos españoles en la isla.
“Nuestra relación con Puerto Rico es una familiar”, expresó el propietario de las bodegas, Roberto Aragón, en entrevista con El Nuevo Día.
Para esta bodega familiar, el consumidor puertorriqueño constituyó su primer mercado internacional hace 25 años, por lo que es muy importante para Roberto y sus hermanos, Óscar y Amelia Aragón.
“Son tantos años que llevamos juntos que se ha convertido en cierta manera en complicidad, de muchas maneras. Por eso, es muy importante el mercado de Puerto Rico, es uno muy maduro. Hemos aprendido mucho y eso no se olvida”, expresó Aragón desde la celebración de su 30 aniversario, en El Horrero de V. Suárez.
Según explicó Roberto Aragón, los boricuas son conocedores de vinos con mucha versatilidad y complejidad, lo que los hace copa a copa cada vez más exigentes a la excelencia.
“En Puerto Rico prueban muchos vinos de todas partes del mundo, son consumidores que ciertamente saben de vinos. Han catado mucho y, en ese aspecto, creo que es de los mercados más maduros que hay en el mundo”, enfatizó el también viticultor.
Estos vinos, que proceden de las más de 150 hectáreas de viñedo dentro del Jardín de la Ribera del Duero, son catalogados por la familia Aragón como unos creados con mucha pasión. “Cillar de Silos en sí es más que una marca, es una forma de vivir nuestros vinos. Son vinos honestos, hechos con mucha pasión y desde la festividad”.
La bodega produce dos gamas de vinos encasillados en los “Cillar de Silos” y los “Terruños”.
Entre los Tinto Fino se encuentran Torresilo, Flor de Silos, La Viña de Amalio, un homenaje a su padre y fundador de la bodega, Amalio Aragón; y Cillar de Silos Crianza, al que consideran “la espina dorsal de la bodega”.
Por otra parte, los Terruños son Cillar Rosado de Silos y Cillar Blanco de Silos, con uvas albillo.
TIERRAS PRIVILEGIADAS
Roberto Aragón entiende que sus privilegiadas tierras son el distintivo de Cillar de Silos ante otras bodegas.
“Hay muy buenos vinos en todas las denominaciones de origen, pero creo que tenemos unas diferencias en muchos aspectos, como por ejemplo nuestro clima y suelos”, sostuvo, pues poseen decenas de parcelas con una edad que va desde 15 a 100 años. De igual manera, cuentan con bodegas subterráneas, datadas del comienzo del siglo XVII.
Por otro lado, las condiciones naturales de humedad y temperatura (que fluctúa entre 11.5 grados y 12 grados) son constantes durante todo el año, haciéndolas idóneas para que los vinos logren finalizar el proceso de envejecimiento en botella y de un modo sostenible.
UN FUTURO PROMETEDOR
A 30 años desde la primera cosecha de la prestigiosa marca, la familia Aragón vislumbra un futuro muy esperanzador para sus futuras generaciones.
“El futuro siempre va a ser bueno… porque el estar vivos ya es bueno. Todo lo que está por venir va a ser todavía mejor. Es mucho lo bueno que nos pasa en este mercado. Las bodegas no son proyectos cortos, son proyectos a largo plazo. Nosotros trabajamos viñedos para que lo tengan nuestros hijos o nuestros nietos, como nosotros estamos recibiendo los viñedos que plantaron los abuelos y bisabuelos”, concluyó Roberto.
El catálogo de vinos de Cillar de Silos está disponible en El Horrero de V. Suárez.
“En Puerto Rico prueban muchos vinos de todas partes del mundo, son consumidores que ciertamente saben de vinos. Han catado mucho y, en ese aspecto, creo que es de los mercados más maduros que hay en el mundo”
ROBERTO ARAGÓN
PROPIETARIO DE BODEGAS CILLAR DE SILOS