Más de 100,000 personas han tenido que huir de Rafah
Todos los pasos fronterizos del sur de Gaza permanecían cerrados, lo que frenó la llegada de ayuda y los desalojos
Unas 110,000 personas han huido de Rafah, en el extremo sur de Gaza, donde las existencias de alimentos y combustibles son muy escasas, según un funcionario de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Todos los pasos fronterizos del sur de la Franja permanecían cerrados, lo que frenó la llegada de ayuda, los desalojos médicos y el desplazamiento de los trabajadores humanitarios, afirmó Georgios Petropoulos, que trabaja para la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU en Rafah.
Alrededor de 1.3 millones de palestinos, casi la mitad de la población del sitiado enclave palestino, se habían refugiado en Rafah.
El Programa Mundial de Alimentos se quedará sin nada que distribuir en el sur de la Franja hoy sábado a menos que reciba más ayuda, indicó Petropoulos.
Funcionarios de la ONU advirtieron que la falta de combustible está afectando a instalaciones médicas, al suministro de agua y al sistema de saneamiento en todo el territorio.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, dijo el jueves que la amenaza estadounidense de retener algunos envíos de armas no disuadirá a su país de ampliar la ofensiva en Gaza. A principios de semana, un operativo limitado capturó el lago gazatí del cruce de Rafah hacia Egipto, lo que amenazó las operaciones humanitarias.
Las tropas de Israel se enfrentaban a insurgentes palestinos en Rafah y había combates en curso en la zona de Zeitoun, a las afueras de la Ciudad de Gaza. El norte del enclave fue el primer objetivo de la ofensiva terrestre israelí y el país declaró a finales del año pasado que había desmantelado prácticamente la estructura de Hamás en la zona.
El ejército afirmó en un comunicado ayer viernes que localizó varios túneles en el este de Rafah, cerca de la frontera con Egipto, y que neutralizó a insurgentes “durante un combate cuerpo a cuerpo y con un ataque aéreo”.
El ala militar de Hamás, por su parte, apuntó que llevó a cabo un complejo ataque que alcanzó una vivienda en la que las tropas rivales habían tomado posiciones, un vehículo de transporte de tropas blindado y a soldados a pie.
Israel no realizó comentarios al respecto de inmediato. Ninguna de las dos versiones se pudo confirmar de forma independiente.
La campaña israelí en Gaza ha cobrado la vida de más de 34,800 personas, según las autoridades sanitarias gazatíes, y causó la destrucción generalizada de departamentos, hospitales, mezquitas y escuelas en varias ciudades. Según la ONU, Gaza está ya en una situación de “hambruna total”.
La guerra comenzó el 7 de octubre cuando Hamás lanzó un ataque sobre el sur de Israel en el que los insurgentes mataron a unas 1,200 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a unas 250 más. Israel dice que los insurgentes tienen aún a alrededor de 100 rehenes y los restos de más de 30 más.
Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, alertó ayer de que la invasión terrestre de Rafah, en la Franja de Gaza, por parte de Israel podría provocar “un desastre humanitario épico”, después de que fracasaran esta semana las negociaciones para un alto el fuego en El Cairo.
“Un ataque terrestre masivo en Rafah provocaría un desastre humanitario épico y acabaría con nuestros esfuerzos por ayudar a la población ante la inminente hambruna”, declaró Guterres en una rueda de prensa durante la 69ª Conferencia de la Sociedad Civil de la ONU que se celebra en Nairobi. “El derecho internacional humanitario es intachable: hay que proteger a los civiles”, enfatizó Guterres.
“Hay más civiles asesinados en Gaza... que los asesinados tras la invasión rusa de Ucrania en más de dos años” ANTÓNIO GUTERRES SECRETARIO GENERAL E LA ONU