Doctor Santa Rosa: especialista en salsa
El “Caballero de la salsa”, Gilberto Santa Rosa, ofreció un emotivo mensaje tras recibir el grado de doctorado honoris causa de Berklee College of Music, en Boston
¡Ya es oficial! El “Caballero de la Salsa”, Gilberto Santa Rosa, ahora es doctor.
El cantante puertorriqueño hizo historia el sábado, al recibir un doctorado honoris causa de Berklee College of Music en Boston.
La importante distinción se realizó durante la colación de grados 2024 de la universidad en el Agganis Arena en la ciudad de Boston, Massachusetts. El cantante puertorriqueño recibió los grados doctorales honorarios junto a las estrellas de la música de R&B y Hip-Hop, Ledisi y Q-Tip.
“Valió la pena Ana María Cortés, ella fue mi madre que en paz descanse y junto a mi padre Gilberto Santa Rosa Ramírez que está aquí presente me trajeron al mundo. Me dieron una niñez y adolescencia de ensueño. En mi familia no hubo músicos, pero sí crecimos escuchando mucha música muy buena destacándose siempre la música popular”, expresó el intérprete salsero, en su discurso que ofreció en inglés y español.
Santa Rosa es ahora parte de los puertorriqueños que han recibido la prestigiosa distinción entre ellos Tito Puente, Giovanni Hidalgo y Rita Moreno. El “Caballero de la Salsa”, sin embargo, es el primer cantante puertorriqueño en la historia en recibir un doctorado honorífico de la prestigiosa universidad estadounidense.
Santa Rosa narró que su primer acercamiento con la música se dio en la niñez, en la escuela elemental, y tras descubrir que esa era su pasión se convirtió en el cantante de música popular con el que llevó el sustento a su hogar. Recordó también que ha cantando junto a los grandes intérpretes de la música.
“Fue la música mi instrumento para crecer personalmente y profesionalmente. Disciplina, sensibilidad, compromiso, relaciones interpersonales y hasta compasión aprendí durante mi carrera musical. Aprendí a disfrutar y respetar el talento de otros, desde los grandes hasta los aficionados. Viví en carne propia el valor del trabajo en equipo y la belleza de la música”, sostuvo el salsero en su alocución en el que reveló que no pudo ser el trompetista que quería ser de pequeño.
“Cantando y haciendo música he pasado los últimos 56 años de mi vida. Desde que nací en Puerto Rico, una isla del Caribe que seguramente ustedes han escuchado nombrar muchas veces por la cantidad increíble de talento musical que ha salido de allí para el mundo, estuve rodeado del amor y el apoyo de mi familia y de los seguidores de la música que interpreto, construyendo una carrera intensa, divertida y llena de satisfacciones. Agradecido de todas las oportunidades de esta industria y toda la gente, que podría amanecerme nombrando aquí, me han dado. Compositores, músicos, arreglistas, productores, gente de la industria musical en general se han convertido en la familia extendida y en los colaboradores que aportan su talento para mantener esta bendita carrera que me mantiene vivo y productivo. En todos los años he visto cómo la música científicamente tiene poderes curativos, cambia la mente de las personas, tiene la fuerza de crear movimientos políticos y sociales e incluso ayudar a crear cambios sociales. Al recibir la noticia de esta importante distinción que se me otorga, llegaron todos los sentimientos juntos: sorpresa, agradecimiento, orgullo, nostalgia… Honradísimo de que sea esta escuela de música Berklee College of Music, una de las más prestigiosas del mundo, y de donde han salido algunos de los mejores músicos de mi país, que me hace recipiente de tan alto honor. A todos los que tuvieron que ver con esta decisión, gracias”, manifestó.
Santa Rosa prosiguió con su discurso: “Un gran amigo y gran trompetista de nombre Pedro Silva, quien hoy día se desempeña como propagandista médico, vende medicinas, al enterarse de esta distinción como doctor, parafraseando el título me dijo lo siguiente: ‘Son muchas las personas a las que le has aliviado la depresión, la presión alta, los dolores del cuerpo y, sobre todo, las memorias de tus canciones ayudan a la memoria, porque todo el mundo las canta contigo y eso muy pocos doctores pueden conseguirlo’. Echando la vista hacia atrás y adelante y analizando, agradeciendo y disfrutando este momento en mi carrera, solo me resta decir, valió la pena Ana María”, concluyó Santa Rosa en referencia a su madre, así como mismo comenzó el discurso, mientras de inmediato fue abrazado por los aplausos del público.
Santa Rosa estuvo acompañado de amigos, su esposa Alexandra Malagón, su padre Gilberto Santa Rosa y sus hijos su padre, sus hijos Miredys Santa Rosa, Gilberto Joel Santa Rosa, Javier Santa Rosa, Omar Santa Rosa y Leilany Morales.
“La noticia me honra y me llenó de alegría, pero al mismo tiempo me hizo reflexionar sobre lo afortunado que soy por contar con un público maravilloso que ha respaldado mis proyectos por tantos años. Es, sin duda alguna, una distinción muy importante para mí, sobre todo porque reconozco el valor que tiene el haber sido seleccionado para recibir un grado doctoral honorario por una de las universidades más importantes de la música como lo es Berklee”, expresó Santa Rosa en exclusiva para El Nuevo Día cuando recibió la noticia en abril de
2024.
“Recibir la importante distinción que me hace la Universidad de Berklee al otorgarme un doctorado honorario es un reconocimiento invaluable que comparto con todos los artistas latinos que se esfuerzan por hacer música y me hace afianzar el compromiso de excelencia musical en mi carrera. Ser reconocido de esta manera por Berklee, una universidad que ha sido faro de la más alta calidad creativa en el mundo de la música y de las artes, es un regalo maravilloso que la vida me da”, añadió.
“Cantando y haciendo música he pasado los últimos 56 años de mi vida. Desde que nací en Puerto Rico, una isla del Caribe que seguramente ustedes han escuchado nombrar muchas veces por la cantidad increíble de talento musical que ha salido de allí para el mundo”
GILBERTO SANTA ROSA
CANTANTE