Llevan su fe a los campus
“La voz joven”. Estudiantes de Periodismo de la Universidad del Turabo exploran temas juveniles sobre Semana Santa
La universidad tiene algo en particular que a todos los jóvenes les impacta cuando comienzan sus estudios: su universalidad. Llegan con ideales y métodos de crianza variados que muchas veces chocan con la una amplia gama de valores que allí coexisten.
Casi en automático, y por necesidad, comienzan a buscar pares que compartan sus principios. De esa unión surgen diversas organizaciones estudiantiles, enfocadas en cosas tan variadas, como arte, aficiones a videojuegos y hasta la fe.
Algunas de esas organizaciones son los grupos cristianos. No es raro visitar una universidad y ver a varios jóvenes reunidos orando o alabando a través de la música. Es más, a veces atraen a miembros de la facultad o de la administración de esa institución a que se unan a la “confra”.
“La voz joven” entrevistó al joven universitario Julio Esteban Otero, quien forma parte de la confra de la Universidad del Turabo, donde estudia, para conocer más del tema.
“Muchos de los jóvenes pierden motivación o esperanza en diferentes situaciones en el camino universitario. Nosotros como jóvenes cristianos creemos que podemos brindarles herramientas a aquellos otros universitarios que tal vez no pueden ni desean ir a una iglesia por cualquier razón. Así se pueden acercar a Dios y entender que este no es su final”, aseguró Otero, quien afirmó que, como todo, a veces encuentran rechazo entre algunos universitarios, pero lo importante para ellos es ser oasis en el desierto para quienes lo necesitan.
Aseguró que para ellos los objetivos de la confra son ayudar a los estudiantes y presentarles el cristianismo como solución de vida. “Nosotros queremos que la gente sepa que Dios es real; solo Él nos puede ayudar a sobrepasar esta vida que a veces se nos hace difícil llevarla”.
“Hay muchas necesidades. No puedo quedarme con los brazos cruzados y pasarlas por alto. Eso me ha motivado a hacer que crezca mi fe y mi relación con Dios. Existen necesidades físicas, pero las espirituales son nuestra responsabilidad y debemos atenderlas”, señaló Otero.