“Monarquía institucionalizada”: medida dejaría sin efecto las elecciones especiales
medida como antidemocrática.
El proyecto establece en su exposición de motivos que la renuncia, la muerte, la destitución, la incapacidad o cualquier otra causa que ocasione una vacante en el cargo de alcalde crea inestabilidad administrativa, fiscal, social y política en la municipalidad.
“En esa dirección, es necesario llenar ese vacío con procesos ágiles y efectivos que garanticen la continuidad y la decisión que tomaron los electores en las elecciones generales al elegir una visión administrativa para el ayuntamiento”, sostuvo.
“Asimismo, es necesario reconocer la situación económica por la que atraviesan los municipios, igual que el Gobierno Estatal de Puerto Rico. Por lo cual, se hace ineludible proveer mecanismos eficientes y democráticos que contribuyan a agilizar y reducir los costos de los procesos de elección especial cuando surja una vacante para el cargo de alcalde”, añade el proyecto.
De concretarse la medida, al surgir una vacante permanente en el cargo de alcalde, la Legislatura Municipal notificaría por escrito al organismo directivo local, así como al organismo directivo estatal del partido político por el cual fue elegido el alcalde cuyo cargo queda vacante, por ejemplo el Partido Nuevo Progresista (PNP) o el PPD.
Se establecería un término no mayor de 15 días para que el organismo político local seleccione a la persona que cubrirá la vacante de alcalde.
Sería el presidente local en funciones del partido político por el cual fue elegido el alcalde quien deberá certificar a los delegados que tendrán derecho a votar y los convocará a una asamblea extraordinaria para elegir al nuevo alcalde. En dicha asamblea, se presentarán los candidatos, se votará, se elegirá y se certificará el nuevo alcalde sin que este haya pasado bajo el escrutinio público de votación electoral de los ciuda- danos, uno de los fundamentos básicos de la democracia.
Hernández enfatizó en que, cuando un alcalde dimite y se crea la vacante, el funcionario continúa siendo el presidente local del partido, de modo que —en síntesis— sería el mismo alcalde quien elegiría a su sucesor.
“Como presidente y con los delegados de él (el alcalde) —que son de su total confianza—, escogen de dedo quién los sustituye. Es un pase de batón, es una monarquía institucionalizada”, apuntó el representante popular. “Eso se repudió el cuatrienio pasado”.
quien tuvo que renunciar a su cargo el pasado mes de marzo tras serias imputaciones de corrupción.
La situación de Ecuador también preocupa, luego de que el expresidente Rafael Correa, quien impulsó reformas sociales significativas, perdiera una elección plebiscitaria y quedara impedido de por vida a ser candidato a la dirección de su país.
Salvo el caso de México, donde el candidato de izquierda Manuel López Obrador venció en las urnas hace unos meses, las fuerzas progresistas y de izquierda parecen menguarse. Eso sin mencionar la crisis por la que atraviesan Gobiernos como Venezuela y Nicaragua.
En Europa, el panorama es similar. El discurso de la extrema derecha asume terreno en Suecia, Dinamarca, Francia, Holanda y Alemania, al capitalizar la frustración social que resulta del deterioro de las condiciones de vida, en particular del empobrecimiento de las clases medias. Se ha visto crecer en esos países un discurso nacionalista que, entre otras cosas,
Por su parte, el gobernador Ricardo Rosselló, quien indicó que estará evaluando la medida, aseguró que los cambios de poder deben realizarse de manera democrática.
“Definitivamente, para mí eso no debe ser el proceso, respetando también a los alcaldes. Hay un proceso democrático que se debe llevar a cabo” indicó Rosselló a la prensa, añadiendo que “el poder y el apoyo no son transferibles”.
Además, el primer ejecutivo reiteró que los procesos electorales deben ser confiables y transparentes.
El Código Electoral actual se puso a prueba en dos ocasiones recientemente: la primera, en abril de 2017 en Gurabo, donde se celebró una elección especial convocada, en la que los electores de dicho municipio escogieron a su actual alcaldesa Rosachely Rivera; y la segunda, en agosto de 2017, en Guaynabo, donde se celebró una elección especial luego de la renuncia del exalcalde Héctor O’Neill, quien enfrenta cargos por actos lascivos, violaciones a la Ley de Prevención e Intervención con la Violencia Doméstica y violaciones a la Ley de Ética Gubernamental. En esa elección especial, resultó electo Ángel Pérez, actual alcalde del municipio y quien había retado anteriormente al entonces primer ejecutivo municipal.
acusa a los inmigrantes de todos los males sociales.
Hay quienes señalan que esa oleada xenófoba, reaccionaria y neoliberal responde a que los sectores de derecha respondieron mejor a los cambios en el mundo mediante un mensaje rudo contra los emigrantes, modelos económicos neoliberales y políticas cada vez más punitivas, que ponen en riesgo la democracia y la estabilidad social.
Ante esto, los movimientos de izquierda se muestran frágiles; han reducido su impacto en medio de la vorágine conservadora; han menguado su presencia en el debate público; y han restado fuerza en el cuadrilátero político.
Nadie duda de que los sectores progresistas enfrentan nuevos retos. Son tiempos de reinventarse, de mirarlo todo, desechar lo que no funciona y emprender nuevos caminos a favor de la justicia, la democracia y la igualdad, porque, como bien dijo Antonio Gramsci: “El viejo mundo se muere. El nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surgen los monstruos”.