Lo que debe saber
Dormir, normalmente, debería ser un placer, pero hoy en día la realidad es otra porque el trabajo, el estudio y los diversos compromisos toman relevancia de manera intensa, y robarle horas al sueño se ha convertido en algo común.
Uno de los trastornos más comunes es la apnea de sueño, el cual es potencialmente grave. Si ronca y siente cansancio, incluso después de una noche completa de sueño, puede que tenga apnea, según indica el doctor Ronald Petersen, especialista de Mayo Clinic.
Hablamos con Martha Nidia Gómez García, quien nos contó cómo es vivir con este trastorno.
¿Cómo descubrió que sufría de apnea de sueño, y hace cuánto tiempo?
—Los síntomas que presenté eran falta de descanso, fatiga en el día, sueño, irritabilidad. Yo culpaba siempre al cansancio, a que era mamá, que no dormía bien, pero eso era mentira. Uno siempre busca una excusa para no ir al médico y aceptar lo que se tiene.
Empezó hace tres años por los dolores (porque empezaron a aumentar) y en los exámenes determinaron que era apnea y allí comenzó el proceso de adjudicación de un equipo que me ayudaría a sobrellevar el trastorno. Confieso que los síntomas los presenté todo el tiempo y solamente hace unos meses me lo diagnosticaron. Luego del tratamiento me ha cambiado notoriamente la vida, el sueño ahora sí es reparador y tengo una vida diferente.
¿Cómo es vivir con apnea del sueño?
—No es fácil, pero tampoco imposible. Duermo con una mascarita conectada a un equipo. Martha Nidia Gómez García, quien
padece amnea del sueño Existen varios tipos de apnea del sueño, los principales son:
• Apnea obstructiva del sueño: la forma más común, que ocurre cuando los
músculos de la garganta se relajan.
• Apnea central del sueño: que ocurre cuando el cerebro no envía señales
correctas a los músculos que controlan la respiración.
• Síndrome de apnea del sueño compleja: también denominado apnea central del sueño emergente del tratamiento, ocurre cuando alguien padece apnea obstructiva del sueño y apnea central del sueño.
Esa es mi vida al dormir.
Eso es un aparato que envía aire cuando uno ya no respira, esto porque a uno se le olvida respirar y se obstruye el paso del aire, entonces el aparato envía ese aire y esto permite que el sueño sea reparador.
Debo confesar que a mí no me causo mucha dificultad, pero entiendo que, a veces, a algunas personas les da incomodidad. Mi consejo es siempre pensar que esto no es un problema, es un aparato que le ayuda a mejorar a uno la calidad de vida.
¿Qué es lo que pasa al momento de dormir?
—Yo dormía, pero no descansaba y, además, siempre roncaba. En un punto de mi vida, me levantaba igual de cansada que cuando me acostaba, con un dolor en la frente, agotamiento, me sentía irritada al
no poder descansar.
Al hacerme uno de los exámenes de rutina, le conté a uno de los muchos doctores que me trató, porque siempre me decían que tenia fibromialgia, pero este médico me dijo: ‘Vamos a explorar el sueño’. Y solo en ese momento empezó el proceso.
¿Cuál fue el proceso?
—A uno le envían a la clínica, le ponen unos aparatos y le determinan cuántas apneas y episodios tiene en la noche, cuánto es el ciclo de dormir, entre otras cosas. Pero, en conclusión, el sueño no era reparador, el cerebro no forma el descanso que es lo que a uno lo revitaliza.
Y ahora cuando se levanta, ¿cómo se siente? —Cuando me levanto es diferente, el comportamiento cambia. Uno es más vital, tiene más pensamientos positivos, energía, y hasta más ganas de comer.
El tratamiento, ¿viene acompañado de un plan nutricional y de ejercicio? —Sí, a quienes padecemos este trastorno nos envían a psicología, nutrición y terapia. Por ejemplo, en donde la terapeuta, a uno le leen cuánto y cómo ha dormido, cuántos episodios se presentaron de apnea. Eso lo hacen por medios tecnológicos y le van corrigiendo, dependiendo de los resultados, la forma de comer. El ejercicio es dependiendo el tipo de apnea que se presente. En mi caso, me ponen esfuerzos y pesos diferentes, ejercicio de relajación, estiramiento.
Lo más importante es que uno no se deje abrumar por los dolores, porque siempre va a doler, pero uno debe tomar la mejor actitud frente a lo que uno ya tiene. Me enseñan cosas que quizás a nadie se la pasan por la mente, por ejemplo, cómo mejorar la actitud por las mañanas, esto porque yo pensaba que ese desánimo por la mañana era normal.
“Duermo con una mascarita conectada a un equipo, esa es mi vida al dormir”.
¿Qué es lo más difícil de la enfermedad?
—El desconocimiento. Eso es