Industrias plantean sus retos y cómo planifican afrontarlos
Limitaciones de horario, de capacidad de personas y la temporada de huracanes que se avecina son algunos de los retos del sector privado
La apertura esta semana de varias industrias tras dos meses de cierre por el COVID-19 refleja la nueva realidad de la Isla de operar bajo la amenaza del virus.
Las industrias de autos, restaurantes y centros comerciales son algunas de las que más se vieron afectadas por la crisis de salud. Ahora se disponen a continuar operaciones con medidas de seguridad que impactan su presupuesto y la cantidad de personas que pueden recibir.
El presidente del Grupo Unido de Importadores de Automóviles (GUIA), Ricardo García, dijo a Metro que el impacto permanente a esa industria, que ha reportado una merma de un 43.2 % en lo que va de año, son precisamente esos ingresos que dejaron de generar y que han traído consecuencias como despidos y cierres.
García precisó que el mayor reto de la industria es no terminar el año como uno récord en baja de ventas. “Los primeros cinco meses del año ya estaremos a un descenso de más de 50 % versus 2019. Ese también es el peor resultado de cualquier industria de autos este año. Son 30,000 familias que dependen de nuestro ecosistema y todos son igual de importantes”, recordó el portavoz de GUIA.
Asimismo, García destacó que la recuperación será complicada, y que será difícil alcanzar los niveles 2018 y 2019, con ventas de sobre 100 mil unidades nuevas.
“La diferencia luego del huracán María es que no estuvimos cerrados 20 % del año, apenas una a dos semanas, y en ese momento, necesitábamos reconstruir la Isla, la transportación es necesaria para eso. Ahora no hay nada que reconstruir, sino adaptarnos a nuestra nueva realidad de operar con menos tráfico, con una economía más golpeada aún. Sin embargo, hay que trabajar con lo que tenemos y eso incluye darle la seguridad a los empleados y clientes que seguimos protegiendo su salud y que se pueda aprovechar los factores externos que son favorables para la compra de un auto”, manifestó.
Entre
los factores que mencionó
Manuel Reyes, vicepresidente de MIDA sobre la cadena de suplidos fuera de Puerto Rico para los
supermercados como beneficiosos están la reducción en el precio de la gasolina, tasas de interés bajas, así como las ofertas de los concesionarios.
Experiencia de visitar un restaurante “no será la misma”
Por otro lado, Marisol Vega, presidenta de la Asociación de Restaurantes de Puerto Rico (ASORE), compartió que están conscientes de que los consumidores serán más cautelosos al visitarlos, por lo que “por la seguridad de ellos y de los empleados de la industria, las medidas de prevención e higiene vivirán con nosotros por un largo tiempo”.
Además, la portavoz de ASORE indicó que “el factor económico es uno de los mayores retos en estos momentos. De acuerdo con un sondeo interno, los dueños de restaurantes indicaron que han reflejado pérdidas económicas de más de un 75 % en sus negocios lo que impacta el número de empleados activos”.
Vega agregó que con la reapertura de los restaurantes podrán recuperar parte de los ingresos perdidos en los pasados meses. Asimismo, expuso que para algunos comercios las limitaciones en cuanto al horario de operación, sumado al 25 % de ocupación dentro de sus salones comedores, no es económicamente factible, por lo tanto, han optado por continuar operando mediante delivery y carry-out.
“Por ello, hemos solicitado a la gobernadora que extienda el horario del lockdown hasta las 9:00 de la noche para que estos restaurantes tengan la oportunidad de abrir sus salones como otros lo han estado haciendo. Aun así, sabemos que esta será una recuperación lenta”, puntualizó Vega.
Centros comerciales forzados a evolucionar
Por su parte, Adolfo Tito González, presidente de la Asociación de Centros Comerciales Puertorriqueños (ACCPR), opinó que la pandemia aceleró dramáticamente cambios que ya ocurrían en la industria de centros comerciales y venta al detal.
“La venta omni-canal, donde una tienda vende por distintos
“canales” además del físico, incluye ventas online entregadas en la casa, ventas online recogidas en la tienda, y ventas tipo curb-side delivery. El COVID-19 ha comprimido varios años de evolución en proceso para que se lleven a cabo en sólo unos meses”, explicó el empresario.
González considera que el mayor reto de su industria tras la apertura de los centros comerciales es generar confianza entre los consumidores. A esto se le suma el horario reducido y la limitación de la cantidad de personas por establecimiento.
“Este año ha sido uno duro, y va a seguir siéndolo por las limitaciones que tenemos para operar libremente, y el cambio en los hábitos del consumidor. Depende en gran parte de que se consiga una cura eficaz o se vacune la población. Mientras eso no ocurra, la industria se puede mantener con mucho esfuerzo, pero una recuperación a niveles PRE-COVID va a ser difícil”, admitió el presidente de la ACCPR.
“La situación es volátil e impredecible”.
Industria de alimentos de cara a la temporada de huracanes
Una de las industrias que se mantuvo operando durante la emergencia fue la de los alimentos. Manuel Reyes, vicepresidente de la Cámara de Mercadeo, Industria y Distribución de Alimentos (MIDA), comentó que algunas de las medidas implementadas por el coronavirus y que serán permanentes en la industria es la de la limpieza de los carritos de compra, además del lavado constante de manos de los empleados y la desinfección de las tiendas.
Asimismo, Reyes dijo que entre los retos están el incremento en demanda global y la limitación de oferta por cierres temporeros de fábricas. “Han provocado escasez de ciertos productos y aumentos generalizados en precios que no controlamos”, añadió.