Incierto impacto del COVID-19 en industria alimentos preparados
Datos Ninguna agencia pudo proveer cifras exactas de establecimientos de comida que hayan cerrado durante el año pasado
Glorimar Velázquez ¿Cuántos restaurantes habrán cerrado en el pasado año? ¿Cuántas barras, panaderías, fast foods y food trucks no volverán a abrir sus puertas?
A casi un año de la pandemia por el COVID-19 en Puerto Rico, solo se conoce cuántos establecimientos de comida cerraron hasta abril del 2020 de manera temporera. Ni las autoridades locales ni las organizaciones que agrupan a la industria gastronómica pueden precisar cuál ha sido el impacto actual de la crisis sanitaria en ese sector. Es decir, cuántas localidades cerraron permanentemente o de qué tipo eran, por ejemplo.
Esto, a pesar de que la apertura de este segmento de la economía y la cantidad de clientela que pueden acomodar en sus comedores han sido uno de los balones de juego cada vez que el Gobierno enmienda las órdenes ejecutivas relacionadas con el COVID-19.
Tras casi dos meses de solicitudes de información, ni el Departamento de Hacienda ni el de Desarrollo Económico y Comercio pudieron proveer datos actualizados y certeros.
En Hacienda, los datos se limitan a los negocios autorizados a cobrar el 7 % del Impuesto sobre Ventas y Uso (IVU) en la categoría de venta de alimentos preparados. Aixa Cruz, secretaria auxiliar de Asuntos Económicos en Hacienda, explicó que en octubre del 2019 cuando comenzó la reducción del IVU en alimentos preparados, la mayoría de los locales decidió sacar la certificación pero hay una minoría de establecimientos que por no tener la certificación continúan cobrando el 11.5 %, y por ende no están contemplados en los datos suministrados por la agencia al Centro de Periodismo Investigativo (CPI).
“Entendemos que tenemos datos de un grupo bastante representativo de la industria gastronómica. A veces hay restaurantes caros que se dan el lujo de cobrar el 11.5 % pero la regla general es que la mayoría se ha movido a cobrar el 7 %”, sostuvo Cruz.
Según la información de Hacienda, en marzo del 2020 en Puerto Rico había 6,833 localidades que vendían comida preparada y que contaban con certificados para cobrar el 7 % del IVU. En abril del año pasado, ese número bajó a 551 establecimientos. Es decir, que durante ese mes, 5,773 localidades certificadas para cobrar el IVU de 7 % estuvieron cerradas a causa de la pandemia.
Al comparar los datos de Hacienda entre enero de 2020 (6,324) y enero 2021 (5,569), se observó una baja interanual de 755 localidades. Esto se puede deber a que algunos no han renovado su certificado de autorización de cobro del 7 % o están en trámites para hacerlo, aclaró Cruz.
Aunque esos datos no confirman cuántos establecimientos de comida permanecen cerrados a causa de la pandemia, Francisco Parés, secretario de Hacienda, se atrevió a estimar que unos mil negocios dedicados a la venta de alimentos han cerrado.
“La lista de los contribuyentes autorizados a cobrar el 7% del Impuesto sobre Ventas y Uso (IVU) en la venta de alimentos preparados vence anualmente. El Departamento de
Hacienda llegó a tener cifras de aproximadamente 8,000 a
8,200 localidades.
Cuando se corre la renovación [del 2021], nos percatamos que solo hay 7,060 localidades, lo que representa unas 1,000 menos de lo que había en cumplimiento con el departamento [el año pasado]”, sostuvo Parés.
Los datos que tiene el Departamento del Trabajo y Recursos Humanos (DTRH) sobre esa industria reflejan una diferencia de 165 negocios menos entre el 2019 y parte del 2020. Esta cifra es distinta a la de Hacienda porque el informe Composición industrial
“Ya el Gobierno lleva muchos años recetando ciegamente. Lo triste es que no hay interés en resolver la crisis estadística. Tenemos estadísticas que se publican tarde o que son defectuosas en términos metodológicos”.
JOSÉ CARABALLO CUERO Catedrático de economía
por municipio que prepara el DTRH es un análisis de la industria de “Alojamiento y Servicios de Alimentos” que incluye hoteles, además de establecimientos de comida.
Manuel Cidre, que desde enero es el designado secretario de Desarrollo Económico y Comercio, no pudo ser categórico respecto a cuántos espacios de venta de comida han cerrado en Puerto Rico en el último año. “Decirte un número categórico de cuántos establecimientos de comida han cerrado sería irresponsable de mi parte porque no tengo los datos”, respondió. La agencia que dirige no pudo producir ningún documento de referencia que sirviera para conocer cómo la pandemia impactó a la industria gastronómica.
Por una línea similar se expresó el senador Juan Zaragoza, presidente de la Comisión senatorial de Hacienda y quien también fuera secretario de Hacienda durante el gobierno de Alejandro García Padilla.
“Es difícil para Hacienda definir quiénes han cerrado, porque puede ser un cierre parcial o total, o temporero o permanente. Cuando cierra un negocio muy pocas personas se dan de baja de Hacienda. No existe un formulario específico para llenar cuando se cesa operaciones”, explicó Zaragoza.
Sobre esa alternativa de crear un cuestionario que permita tener un panorama más claro, Parés respondió que la planilla del IVU es lo que les sirve de indicador.
“La oficina de Asuntos Económicos del Departamento de Hacienda está analizando esta y otras industrias, como parte del análisis de lo que ha ocurrido con la pandemia. Pero ha habido tanto trabajo en el departamento que hemos tenido que ir priorizando”, dijo Parés.
Los municipios tampoco llevan los datos. De acuerdo con el director de Administración del Municipio de Caguas, Víctor Coreano, es fácil saber cuántos negocios existen en un pueblo porque estos tienen que solicitar un permiso y pagar su patente municipal. Pero en caso de cierres, dijo, esos datos podrían generarse a través de sondeos y visitas a los establecimientos.
Los comercios que cierran operaciones definitivamente deben dar de baja su Registro de Comerciante en Hacienda, explicó Ilka Torres, del área de patentes de ese municipio.
“Hay muchos negocios que no están operando pero tienen activa su patente porque tienen esperanza de volver a operar.
Como la capacidad está reducida, muchas veces eso afecta las ventas y por eso deciden no operar, pero su patente está vigente”, agregó la empleada municipal. Por esa razón, dijo, habría que esperar casi un año para conocer los datos de cierre a través de las patentes.
La empresa privada cuenta con sus números, pero están incompletos. La Asociación de Restaurantes de Puerto Rico (Asore) – que agrupa 170 compañías que operan 825 establecimientos del sector gastronómico que voluntariamente ingresan a la entidad – ha comisionado encuestas para conocer el impacto de la pandemia entre sus miembros. Si bien el 39% de la matrícula reportó pérdidas de sobre 50% en sus ingresos, la asociación no tiene datos de cuántos de sus miembros han cerrado parcial o totalmente.
“La encuesta trató de medir el impacto de la pandemia en general, no de un cierre como tal. No se nos comisionó un estudio sobre el cierre permanente de establecimientos”, puntualizó la economista Chantal Benet, directora de investigación y análisis en la firma Inteligencia Económica, que realizó la encuesta.
El informe Business Employment Dynamics que genera el Bureau of Labor Statistics (BLS) del Departamento del Trabajo de los Estados Unidos estimó que para la primera mitad del 2020 cerraron 7,494 empresas, pero no las subdivide por industria o sector.
En alza los contagios en restaurantes
Se alega que, a medidas de mayor restricción, mayor probabilidad de cierre de negocios y mayor desempleo. Pero se desconoce la magnitud del problema, lo que hace preguntarse, cómo planifica el Gobierno atender la situación.
Los defensores de esta industria han alegado que no hay evidencia de contagios en restaurantes y por lo tanto no hay motivos para tantas restricciones en estos lugares. Sin embargo, recientemente un informe del Sistema Municipal de Investigación de Casos y Rastreo de Contactos (SMICRC) señaló un posible aumento en los contagios relacionados a exposición en restaurantes. De 677 en enero de este año a 731 en febrero, según informado por las personas que son rastreadas.
“A pesar de que la proporción de casos residentes de San Juan ha reducido, de un 12% (1493/12723) a un 10% (654/6256), la proporción de residentes de San Juan contagiados que han informado que visitaron restaurantes, ha incrementado desde 18% (106/590) a un 20% (101/518). Todo esto apunta a que, a pesar de que los casos han descendido, los contagios suscitados en restaurantes continúan persistentes y sin mitigarse”, indica el reporte de rastreos producido por el SMICRC.