¿Por qué continúan los castigos corporales a niños en las escuelas?
Educación. A pesar de los esfuerzos por prohibirlos, en algunos países se consideran los castigos corporales como el “correctivo favorito” para educar a los niños. Joseph Calvin Gagnon
¿Cuánto se ha avanzado en el mundo para erradicar este problema?
—Hay que trabajar mucho para prohibir el castigo corporal en las escuelas de todo el mundo. Aunque el castigo corporal en la escuela está prohibido en la mayoría de los países, 69 países todavía lo permiten. Varias organizaciones apoyan la prohibición del castigo corporal, como el Comité de los Derechos del Niño de la ONU, la Academia Americana de Psiquiatría Infantil y Adolescente y la Asociación Americana de Psicología.
Incluso cuando se hacen leyes que prohíben el castigo corporal, la práctica puede permanecer. Por ejemplo, en 1996 se prohibió en las escuelas de Sudáfrica. Sin embargo, un estudio reciente de la profesora Janine Natalya Clark reveló que más de la mitad de los alumnos declararon haber sido golpeados por su profesor o director. En otro estudio de UNICEF, entre el 50% y el 90% de los alumnos de Perú, Vietnam, Etiopía
e India declararon haber sufrido castigos corporales, a pesar de las leyes que los prohíben.
Esto no quiere decir que las leyes que prohíben el castigo corporal no sean importantes. Las leyes son un componente fundamental para la abolición del castigo corporal. Sin embargo, las leyes por sí solas son insuficientes y es necesario que haya responsabilidad por el incumplimiento de las leyes.
¿Cuál cree que debería ser la vía para abordar este problema?
— Se necesitan campañas de concientización en toda la sociedad,––– que formen parte de un amplio plan de salud pública, para comunicar los efectos nocivos del castigo corporal y proporcionar a los ciudadanos una comprensión básica de que existen prácticas alternativas eficaces.
Es necesario implementar sistemas de apoyo conductual de varios niveles en las escuelas para prevenir proactiva y positivamente los comportamientos problemáticos y enseñar y reforzar los comportamientos adecuados. Dentro de este enfoque, los estudiantes reciben grados crecientes de apoyo basados en la necesidad individual.
Algunas personas tienen la opinión de que “se utilizó el castigo corporal conmigo y estoy bien”. Hay dos distinciones que pueden ayudar a contrarrestar este argumento. En primer lugar, hay que distinguir entre un relato personal y la ciencia. Por ejemplo, que una persona sobreviva a un accidente de coche cuando no lleva puesto el cinturón de seguridad no sería una prueba suficiente para afirmar que los cinturones de seguridad no son necesarios. En segundo lugar, es importante ayudar a la gente a entender que las investigaciones demuestran claramente el daño que causa el castigo corporal y que son adultos que funcionan “a pesar de .... ” y no “a causa de .... ” el castigo corporal.
¿Por qué es importante eliminar la práctica?
–Los alumnos prosperan en la escuela si se sienten seguros y se satisfacen sus necesidades académicas y socioemocionales. Las relaciones positivas con los educadores son un factor clave para promover el sentido de pertenencia de los alumnos a la escuela. Sin embargo, el uso del castigo corporal daña las relaciones entre alumnos y profesores y puede hacer que los alumnos se sientan alejados de la escuela.
Una investigadora, la Dra. Elizabeth Gershoff, revisó las formas de castigo corporal en todo el mundo y señaló que incluyen: ser golpeados con palos, correas y tablas de madera, así como recibir pellizcos, tirones de orejas o de pelo, bofetadas en la cara y lanzamiento de objetos. También se ha obligado a los alumnos a adoptar posturas dolorosas, a permanecer de pie bajo el sol, a sostener o cargar objetos pesados, a cavar agujeros, a arrodillarse sobre pequeños objetos como piedras o arroz, o a hacer ejercicio sin descanso ni agua.