Culebra, un ejemplo a seguir
El mes de septiembre, históricamente el más activo durante la temporada de huracanes, se aproxima. Un total de 46 familias, residentes en la isla municipio de Culebra, en Puerto Rico, tendrán paz mental de cara a un potencial huracán. Esto se debe a que en este último mes se ha concretado un proyecto residencial solar en dicha jurisdicción. Estas familias ahora cuentan con paneles solares y baterías de almacenamiento en sus techos, lo que les permitirá almacenar sus alimentos, medicamentos y energizar equipos esenciales durante el paso de un huracán.
El proyecto comenzó a gestarse de la mano de Fundación Colibrí y Environmental Defense Fund (EDF) en el año 2018. Se seleccionó Culebra, pues junto a Vieques, ambas islas ubicadas al este de la “isla grande”, son las que sufren los primeros embates, y muchas veces los más serios, durante el paso de temporales. Luego de una emergencia, como un huracán, la ayuda se tarda en llegar y todo es más complicado para los que viven en dichas islas.
De entrada, el reto principal fue ganarnos la confianza y el respeto de la comunidad culebrense. Por años la comunidad vio a organizaciones llegar e irse, entidades e individuos que prometieron y no cumplieron con soluciones que pretendían aliviar las vicisitudes que pasan los residentes cuando un evento atmosférico significativo los impacta. En sus palabras, era como un sentido de abandono no solo por el gobierno, sino por los que prometían ayudarlos con cierto grado de resiliencia.
Montamos un equipo local y comenzamos a laborar. El escepticismo dominó las primeras reuniones, pero nosotros supimos escuchar y atemperarnos a la idiosincrasia culebrense. Esto fue el primer elemento distintito de este proyecto, y el que al final garantizó el éxito de este.
La comunicación con la comunidad fue vital. Conversar, entablar un diálogo entre ambas partes, identificar lo que es importante y lo que era funcional en Culebra, no a la inversa. Comenzamos a hablar del concepto del proyecto, incluso lo modificamos para atender solicitudes de la comunidad. Las familias interesadas llenaron los cuestionarios y evaluamos si cumplían o no con los criterios. Familias con menores de 18 años, mayores de 75 años, con alguna condición médica o necesidad de equipo médico, fue una consideración importante para EDF y Fundación Colibrí.
Evaluamos varias compañías que pudiera hacer el trabajo, ajustarse al ritmo de vida en Culebra y a las particularidades de la comunidad. El insumo transparente con la comunidad fue crucial en la determinación final de la compañía seleccionada. La elegida fue Genesis Solar.
Se creó una sinergia importante entre la compañía y el equipo local, y las instalaciones dieron inicio el pasado 10 de mayo. Se coordinó todo para que las instalaciones afectaran lo menos posible el ritmo de vida de los beneficiarios. Los instaladores de Genesis Solar se ganaron la estima y el aprecio de parte de la comunidad. Ellos trabajaron duro bajo el sol inclemente de la isla municipio en los techos de los hogares, por hacer lo que se percibía como un sueño, una realidad. Y de inmediato comenzamos a recoger el fruto del esfuerzo. Las familias están bien agradecidas porque esto les da seguridad ante un futuro evento atmosférico como el Huracán María, donde los residentes no tuvieron energía eléctrica por más de un año.
Este proyecto en Culebra nos ha enseñado mucho. Siempre que se trabaje en unión de propósito y con la comunidad, respetando su forma de ser, escuchando y asimilando, se obtienen resultados positivos. Es un modelo a seguir en otras comunidades en Puerto Rico, que en medio de la crisis energética que vive el país – dependiente principalmente de combustibles fósiles para su generación eléctrica – reclaman proyectos innovadores de energía renovable, que les garanticen energía asequible, limpia y a mejores costos.
Este proyecto es un ejemplo de lo que una comunidad puede lograr en conjunto con organizaciones como EDF y Fundación Colibrí para mitigar los efectos del cambio climático. Últimamente, iniciativas como ésta ayudaran a Puerto Rico a alcanzar los objetivos establecidos en la Ley 17 de Política Pública Energética que requiere que el 100% de la electricidad de la isla proceda de fuentes renovables para el 2050.
Con proyectos como el de Culebra, ganamos todos.