Todo tiene su final
Al momento de escribir estas líneas se comienzan a detallar los pormenores de la llamada Alianza de País. Ese sincretismo político que se fragua entre el Movimiento Victoria Ciudadana y el Partido Independentista Puertorriqueño. La formación de esta alianza viene discutiéndose por años. Desde los resultados de las elecciones del 2020 ya ambas colectividades se hacían ojitos y se invitaban a la coincidencia de los mínimos. Allí, donde el horizonte de la agenda urgente se encuentra con la puesta de la patria nueva, se confunden para formar lo que representará en Puerto Rico el brazo político en la Isla de la izquierda demócrata en Estados Unidos. Todo financiado abierta y directamente por su principal cabildero, la SEIU, y su subsidiario en Puerto
Rico, el Sindicato Puertorriqueño de Trabajadores y Trabajadoras.
Podrán prometer que su fin es solo la derrota del bipartidismo. Dirán que los elementos formativos de la alianza son la esperanza y el desprendimiento. Acusarán a los demás partidos de moverse tras la ambición de poder y la guerra fratricida primarista. Ellos no, ellos actúan guiados por el espíritu de sacrificio que requieren los tiempos y las sazones. Ellos evocarán el espíritu de los dioses de los proceres y patriotas de nuestra historia. Lo cierto es que hay muchas preguntas por contestar.
Nadie se llame a engaño, aquí hay fuerzas políticas con grandes intereses y mollero de cabilderos que desde la metrópoli respaldan la alianza. El fin de esos, con los que la alianza ha pactado, incluyendo al PIP, no es derrotar el bipartidismo, es participar de la danza de los millones en fondos federales y posicionarse en un lugar de mayor poder político en la Isla para lograrlo. O acaso pensamos que la izquierda demócrata en los Estados Unidos no tiene cabilderos y organizaciones que se mueven detrás del poder político y de los millones que se reparten desde el Congreso. Sigan los pasos de Bernie Sanders, Elizabeth Warren, Cory Booker, Sherrod Brown y Ocasio Cortez, entre otros, y allí encontrarán el lugar donde se funden la patria nueva y la agenda urgente.