Siguen al alza los casos de dengue en Puerto Rico
El Departamento de Salud actualiza los datos semanalmente.
Por novena semana consecutiva, la cantidad de contagios de dengue permanece sobre el umbral epidemiológico con un total de 586 casos desde que comenzó el año. La principal oficial de Epidemiología del Departamento de Salud (DS),
Melissa Marzán Rodríguez, confirmó que en la pasada semana se registraron 37 casos adicionales.
La epidemióloga resaltó que, desde agosto, detectan conglomerados de casos del serotipo DENV-1 en el área oeste, primordialmente en los municipios de Rincón y Aguada, sustentado por el informe más reciente de enfermedades arbovirales. Mientras, el serotipo DENV-3 se refleja más en casos concentrados en el área metropolitana, seguido por DENV-2.
“Los cuatro [serotipos] los podemos ver en cualquier momento del año. No es que no hay dengue 2 ni dengue 3 [en el área oeste], sino que, en proporción, vemos más dengue 1 que en el área metro”, señaló Marzán Rodríguez.
Según el informe, los cinco municipios con mayores tasas de incidencia en lo que va de este año son Rincón, Canóvanas, Aguada, San Juan y Carolina, mientras que los grupos de edad más afectados son de 40 a 59 años y de 10 a 14 años, con 122 y 93 casos registrados, respectivamente, seguido por adolescentes entre 15 a 19 años.
Estrategias para controlar propagación de vectores
El Plan Integrado para la Prevención y Control en Respuesta a Arbovirus en Puerto Rico establece que la respuesta, luego de identificar los conglomerados, conlleva la comunicación con el municipio, encuestas sanitarias, intervenciones educativas y aplicación de larvicidas.
Tras analizar los resultados de la encuesta, se determina si se realiza la asperjación — el uso de larvicidas y adulticidas — en una comunidad afectada, cuyo proceso lo coordina la División de Salud Ambiental del DS, conforme con la Ley de Plaguicidas de Puerto Rico. Entonces, un inspector de vectores, adiestrado y certificado por el Laboratorio Agrocológico del Departamento de Agricultura, realiza la operación.
El plan integrado indica que la fumigación, aislada, no es efectiva para erradicar el vector (el mosquito). Se recomienda integrar, en conjunto, la detección y erradicación de criaderos de los insectos y de las actividades de educación comunitaria.
Marzán Rodríguez precisó que las comunidades que pasan por el proceso de fumigación son “bien específicas” porque no es igual para todas. “Parte del trabajo, una vez se identifican los casos, es visitar la comunidad. Esa es la pieza antes de comenzar la intervención: dejarle saber [a la comunidad] que hemos identificado transmisión”, puntualizó.
“Como tenemos dengue todo el año, hay comunidades donde se puede hacer asperjacion, pero depende del riesgo en la comunidad; se incluye si es prolongado”, apuntó. Mayormente, se concentran en municipios con altas incidencias como San Juan, Bayamón y Carolina, donde las aplicaciones pueden durar entre seis a ocho semanas. Sin embargo, añadió que, ahora, los mosquitos son “más resistentes” que antes, por lo que priorizan la educación comunitaria, previo a arrojar insecticidas a las comunidades.