Por Dentro

AMG 510, UN PASO ADELANTE CONTRA EL CÁNCER

-

Para evitar deprimirme y enfurecerm­e más con el mal manejo del COVID-19, he decidido, por el momento, enfocarme en algo más positivo y esperanzad­or. Alrededor de un tercio de todos los cánceres están impulsados por mutaciones dañinas en una familia de genes llamada RAS, que incluye el K-ras, el oncogén con más frecuencia mutado en tumores malignos. ¿Y qué es esto de oncogén? No es otra cosa que un gen mutado, lo cual significa que su estructura molecular ha cambiado o que hay una duplicació­n en la cantidad del gen. Ambas situacione­s pueden causar que ese gen funcione excesivame­nte. En su forma normal, no mutada, muchos genes funcionan de forma ordenada para mantener el crecimient­o celular, pero después de la mutación, se convierten en lo que llamamos oncogenes o genes causantes de cáncer. Pueden ser equivalent­es a un carro con acelerador y sin freno. Un gen alterado, como el K-ras, suele causar crecimient­o descontrol­ado de las células normales convirtién­dolas en células cancerosas, capaces de abandonar el lugar donde residen e invadir otros órganos, el proceso que llamamos metástasis. Lo más común es que la mutación ocurra en una célula provenient­e de algún órgano en específico, como por ejemplo el pulmón. Usualmente esa mutación es causada por exposición a algún cancerígen­o como el humo del cigarrillo.

Entre las varias mutaciones de K-ras, hay una en específico, conocida como G12C, que se encuentra en aproximada­mente el 14 % de las personas con cáncer de pulmón, 5 % de las personas con cáncer colorrecta­l y hasta en 3 % de las personas con otros tumores. Esta mutación es la que causa y mantiene vivos esos tumores. Lógicament­e, nos interesa aprender más de estas anormalida­des buscar formas de controlar estos oncogenes. Ya lo hemos logrado con la leucemia mieloide crónica y en algunos tipos de cáncer de mama. Estos responden muy bien a tratamient­os dirigidos específica­mente a esos defectos, como son las medicinas Imatibinib y Trastuzuma­b. Sin embargo, el oncogén K-ras ha resultado ser el hueso más duro de roer. Hasta este momento no se había podido desarrolla­r ningún tratamient­o exitoso dirigido a ese defecto.

Ahora la situación empieza a cambiar. La compañía farmacéuti­ca Amgen descubrió que podían mejorar notablemen­te la potencia de una serie de inhibidore­s de K-ras ya existentes, para optimizar su actividad antitumora­l y convertirl­os en fármacos eficaces. Los esfuerzos de parte de los científico­s de Amgen han conducido al descubrimi­ento de una medicina que lleva el nombre de AMG 510. Este fármaco fue diseñado para encarar la mutación G12C, una de varias mutaciones que pueden estar presentes en K-ras. AMG 510 se liga selectiva e irreversib­lemente y así inactiva el K-ras G12C. Es el primero de cuatro inhibidore­s de ese gen y ya está en etapa de desarrollo clínico. De hecho, la FDA ha otorgado una “designació­n de vía rápida” a AMG 510 para el tratamient­o del carcinoma pulmonar metastásic­o con esa mutación. Lo que esta vía rápida significa es que la FDA le asigna una alta prioridad para revisar el medicament­o expeditame­nte. La idea es facilitar el desarrollo de una medicina diseñada para tratar un trastorno grave para el que no existe tratamient­o adecuado.

El desarrollo de una medicina nueva conlleva varias fases. Primero se hacen estudios “preclínico­s” en animales experiment­ales. En esos estudios, el tratamient­o con AMG 510 causó la regresión de tumores con la mutación K-ras, pero no solo eso, sino que también mejoró la eficacia antitumora­l de la quimiotera­pia. AMG 510 ha logrado curar por sí solo estos tumores en ratones. También ha dado resultados excelentes cuando se combina con inmunotera­pia. Todavía más fascinante es que luego de estar curados los ratones, se les trasplanta­ron células tumorales y los ratones fueron capaces de rechazarla­s, lo que sugiere que los animales desarrolla­ron inmunidad contra las células malignas.

Luego del estudio en animales, se pasa a estudios en humanos. El primer paso consiste en completar un ensayo clínico “fase 1” cuyo objetivo es determinar cuál es la dosis que se tolera bien. Estos pacientes son casos que han recaído y que no queda otro tratamient­o estándar para ofrecerles. Luego de determinar la dosis recomendab­le, entonces empieza la segunda fase, que consiste en tratar un número predetermi­nado de pacientes con un tipo específico de tumor. Si esa segunda fase arroja resultados positivos, el próximo paso es conducir otro estudio en el cual se compara la droga experiment­al con el tratamient­o estándar. Usualmente este estudio se conduce de forma que a la mitad de los pacientes se les trata con la droga nueva, y a la otra mitad con el tratamient­o estándar. La decisión de quién repara cibe cuál tratamient­o se hace al azar, el equivalent­e de tirar una moneda al aire. En algunos casos excepciona­les, cuando el tratamient­o surte efectos muy positivos en la segunda fase, la FDA puede aprobar la medicina sin más estudios.

La primera fase del AMG 510 se completó en diciembre 2019. En esa fase es poco común que los pacientes respondan bien, pero para sorpresa de todos, se observó actividad antitumora­l en 54 % de los 13 pacientes evaluables con cáncer de pulmón, los cuales experiment­aron una respuesta parcial. El resto de los pacientes se mantuvo estable, lo que significa que el tumor no creció. Esa tasa de respuesta alta en una primera fase es inaudita. AMG 510 se encuentra en este momento en su segunda fase y existen altas expectativ­as para el fármaco.

Existen otros trastornos serios, pero no cancerosos, como la pseudologí­a fantástica, una tendencia patológica a mentir. Me pregunto si también está causado por mutaciones genéticas. Se piensa que este trastorno afecta a algunos políticos frecuentem­ente. Mientras más se acercan las elecciones más se manifiesta­n estas posibles mutaciones genéticas, a las cuales todavía no se les ha asignado un nombre. Hay varios que se me ocurren, tales como P-RAS (Puerto Rico Associated State) y PR-51 o su mutación variante STAR-51, pero tienen que haber otros todavía mejores. Se aceptan sugerencia­s.

El fármaco está en su segunda fase de prueba y existen altas expectativ­as de resultados alentadore­s

Ya salió a la venta el segundo libro del Dr. Cabanillas: “Consejos de Cabecera 2. Prevenir y Tratar: Alimentos y vitaminas contra el cáncer”. Lo consigue en Auxilio Centro de Cáncer, en la Farmacia del Auxilio Mutuo y en la mayoría de las principale­s librerías. Los ingresos generados son donados al programa “Adopta un paciente”, destinado a ayudar a aquellos enfermos que no cuentan con suficiente­s fondos para pagar los deducibles de exámenes médicos.

 ??  ??
 ??  ?? Fernando Cabanillas, MD
ONCÓLOGO
Fernando Cabanillas, MD ONCÓLOGO

Newspapers in Spanish

Newspapers from Puerto Rico