¿POR QUÉ SE DEBEN VACUNAR LOS PACIENTES CON CÁNCER?
ción y a nivel mundial en general. Se sabe que los que están a más riesgo de desarrollar la enfermedad severa son los inmunocomprometidos. Por lo tanto, van a tener un mayor beneficio de ponerse la vacuna porque, aunque la protección sea menor, van a tener algo para combatir el virus si adquieren la infección”.
Pero si eso lo contrapones a no tener la vacuna, reitera la hematóloga oncóloga, el sistema inmunológico innato (el sistema de defensas con el que se nace) “va a tratar de combatir la infección y lo que termina pasando es que se crea una inflamación tan severa que puede ser contraproducente para la salud del paciente”.
Por eso, afirma la especialista, siempre lo que se recomienda es la vacunación porque, aunque la respuesta sea mínima, va a ayudar a combatir el virus. “Realmente, no se ha podido evaluar cuan fuerte es la respuesta. Pero sí se asume que va a haber algún tipo (de respuesta) que puede ayudar. Es mejor tener eso, que nada”. A lo que se suma que los efectos secundarios son bastante tolerables.
Según la hematóloga oncóloga, ahora mismo se sigue el protocolo que ha establecido el Departamento de Salud (DS).
“Todavía estamos en la fase 1b, en la que se vacunan al personal esencial y a las personas de mayor edad en los centros de ancianos. Entiendo que en la próxima fase, 1c, se incorporan los pacientes con enfermedades crónicas. Ahí caen los pacientes con cáncer, tanto activos como los que están en remisión. Lo que se recomienda, según las guías de NCCN y
ASCO, es que se vacunen tan pronto esté disponible la vacuna para esta población”, enfatiza. Pacientes en tratamiento
Según la doctora Deyá, hay algunas personas que, dependiendo del tipo de tratamiento, están más inmunocomprometido que otros. Y a esos se les debe dar un poco más de prioridad al momento de vacunar.
Menciona, por ejemplo, los tratamientos con agentes citotóxicos, que son las famosas quimioterapias y los agentes de inmunoterapia que también son administrados por vena y tienen que ir a un centro de infusión por varias horas. Además de otros tratamientos que son de mantenimiento, como los de anticuerpos monoclonales y los puntos de cotejo inmunomoduladores (check points inhibitors) “y con estos hay un poco más de preocupación con el tipo de respuesta que se puede dar”.
“Nosotros tenemos diferentes tipos de células que nos protegen contra infecciones y son parte de nuestro sistema inmunológico. El sistema inmune innato es el que actúa cuando no tenemos ningún tipo de protección y está el sistema adaptativo que es el que estamos activando con esta vacuna”, explica la hematóloga oncóloga.
La especialista señala que dentro del sistema adaptativo están las células B y las células T; las B son las que nos van a ayudar a crear anticuerpos. Mientras que el tipo de medicamento que se utilizan de mantenimiento (check point inhibitors) puede disminuir esa parte humoral (de defensa) de las células B.
“Por lo tanto, no se va a crear una respuesta tan fuerte de anticuerpos. Pero sí tenemos las células T, que son las que se activan y pueden crear algún tipo de respuesta”, agrega, aunque admite que al momento no se sabe a ciencia cierta cuán efectiva va a ser la vacuna en esos pacientes.
Por ejemplo, explica que los pacientes de cáncer que tienen enfermedad hematológica de la sangre están a mayor riesgo si contraen el virus. Al igual que los que tienen tumores primarios de pulmón o metastásico. “Todos esos pacientes se estratifican en conjunto con las demás comorbilidades que tenga. Por ejemplo, si también tiene enfermedad cardiaca lo pone a mayor riesgo”.
De ahí la importancia, enfatiza la doctora Deyá, que todo paciente de cáncer consulte con su oncólogo porque se debería programar cuándo se va a poner la vacuna.
De hecho, explica que todavía no hay una recomendación específica de si la vacuna se debe poner antes de que el paciente obtenga su tratamiento o entre medio, cuando todavía no han bajado los contajes de células y así poder obtener una mayor respuesta de la vacuna.
“Lo que no se recomienda es que los pacientes dejen su tratamiento para ponerse la vacuna. Mientras más personas se vacunen, más rápido podremos tener un mejor control de esta pandemia”, afirma la especialista, tras aceptar que todavía no sabe cuánto tiempo va a durar la inmunidad.
“Los estudios continúan para ver cuánto va a durar la protección, pero todavía no tenemos esa data. Lo que se recomienda es que se continúen las medidas de prevención y protección, como el uso de mascarillas, distanciamiento y lavado de manos”, recomienda la doctora Deyá, mientras resalta que los pacientes a los que ya les dio COVID-19 se recomienda que “se vacunen porque la inmunidad que da la infección, especialmente si fue leve o moderada, no es tan eficiente o fuerte como la que puede brindar la vacuna”.