CUANDO LA DEPRESIÓN HABITA MI CASA
La depresión es una de las enfermedades mentales más comunes mundialmente. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión afecta a un 5% de la población mundial adulta y mayormente a las mujeres. En Puerto Rico, los estudios estiman que el número de personas con depresión es alarmante y significativamente más alto (9.7%-11.2%) que el de la población en general de Estados Unidos (7.6%). El problema de la depresión en en la isla se puede percibir aún más dentro del número de personas que reciben servicios de salud física y mental, en donde el
21.6% son pacientes con depresión, de acuerdo con el reporte del 2021 del Departamento de Salud de Puerto Rico.
De manera que es muy probable que convivas o conozcas a alguien con síntomas de depresión o que esté pasando por un período de depresión severa.
La depresión es una enfermedad grave que afecta el cerebro y el estado psicológico, físico y conductual de la persona. Quienes la padecen presentan sentimientos de tristeza persistente, ira, frustración, culpa y falta de interés en las actividades que usualmente disfrutaban casi todos los días y durante al menos dos semanas. Puede afectar el sueño, el apetito, la energía y la concentración. Por lo que la depresión interfiere con el funcionamiento óptimo de la persona en su vida diaria y, en ocasiones, puede conducir al suicidio.
A nivel mundial se estima que cada 40 segundos muere una persona por causa de suicidio. Aunque las estadísticas de muerte por suicidio en Puerto Rico, de acuerdo con la Administración de Servicios de Salud y Contra la Adicción (ASSMCA), se han reducido desde el
2020 y 2021, en los tres primeros meses del 2023 ya han muerto 51 personas por suicidio, lo cual es una cifra preocupante. En el 2022, se reportaron 202 suicidios.
Muchas veces nos sentimos abrumados porque no sabemos qué hacer para ayudar a un ser querido que sufre de depresión, ya sea la pareja, un hijo o alguien muy cercano. Esto se convierte en una preocupación constante porque vemos y hasta “sentimos” cómo esta condición consume la vida de nuestro ser querido. Sin embargo, existen muchas estrategias para ayudar y apoyar a estas personas.
Busca apoyo profesional. Afortunadamente existen tratamientos muy efectivos de psicoterapia y medicamentos para tratar la depresión. Por lo que el primer paso debe ser ayudar a la persona a buscar y recibir tratamiento. En Puerto Rico existen proveedores de salud mental que ofrecen servicios en persona y vía telesalud. Además, en algunas ocasiones, es posible iniciar el tratamiento de medicamentos con el médico primario mientras se busca el tratamiento psicológico y psiquiátrico adecuado. La Clínica Albizu ofrece tratamiento a bajo costo en persona y virtualmente.
Puede llamar a sus oficinas al 787-725-6500, cxts. 1566, 1575. Para más información puede accesar: https://www.albizu.edu/clinic/?lang=es
Incrementar el conocimiento sobre la condición. Cada persona experimenta la depresión de forma diferente, por lo que no todas las estrategias de ayuda aplican o funcionan de la misma manera en todas las personas. Se recomienda mantenerse informado, leer artículos, ver videos de fuentes reconocidas, como los TEDTalks, y charlas de expertos en el tema.
Ayudar a la persona a hacer cambios. El proceso de sanación de la depresión requiere hacer cambios en la manera en que la persona piensa y actúa. Por lo que se puede ayudar y motivar a la persona a hacer cambios pequeños, pero sin forzar o criticar si la persona se resiste.
Practicar la compasión. Es importante mostrar empatía y tratar de comprender el estado de ánimo del ser querido. Comprender que los procesos depresivos son distintos para cada persona y su duración puede variar dependiendo de muchos factores que no están dentro de tu control. Así que, hay que ser paciente y mostrar comprensión.
Valorar cada esfuerzo. Es imperativo demostrar apreciación por todo el esfuerzo que hace la persona, aun cuando parezca pequeño. Por ejemplo, hoy salió de la habitación o se sentó a ver televisión.
Expandir la red de apoyo. Compartir un diagnóstico con otras personas es una decisión individual. Puede que el ser querido no quiera que nadie se entere de su depresión o que como familia lo hayan decidido así, pero eso no debe de limitar tu búsqueda de apoyo. Por ejemplo, sin tener que compartir información, se puede pedir ayuda con el cuidado de los niños para acompañar a la persona al médico e involucrarte aún más en su tratamiento. Si se comparte, entonces se puede tener aún más ayuda de otras personas cercanas, que por ejemplo llamen o hagan visitas breves para animar a la persona o ayudar a monitorear su progreso.
Presta atención y toma acción ante pensamientos o acciones suicidas. El suicidio es prevenible. Es importante escuchar y no descartar cuando un ser querido le comparte que no quiere vivir o que la muerte es una salida a su sufrimiento. Se debe escuchar con cuidado y con compasión para comprender lo mejor posible la situación y así poder ayudar a la persona sin criticar ni juzgar. Muchas personas con depresión tienen pensamientos sobre la muerte, pero no todos conllevan a conductas suicidas. Si es la primera vez o hay un aumento en pensamientos o acciones (autolesiones), o existe la duda de que la persona puede suicidarse, se debe buscar ayuda inmediatamente y llevar a la persona al departamento de emergencias más cercano o llamar al número de ayuda 988, que es la línea de prevención del suicidio, tanto en español como en inglés.
Practicar el autocuidado. Es importante que el cuidador se atienda a sí mismo. Compartir con una persona con depresión desgasta emocional y físicamente. Por lo que es importante tomar espacio para descansar, hacer actividades placenteras y compartir con otras personas. Dentro del autocuidado es importante velar por la salud física y emocional. Siempre es recomendable buscar ayuda profesional para poder apoyar y acompañar a la persona con depresión y prevenir que impacte su salud física y emocional.
La autora es catedrática asociada del Programa PhD Psicología Clínica de la Universidad Albizu.
un proceso rápido, pero jamás imposible.
Mírate más frente al espejo: Investigaciones científicas han confirmado que cuidar la apariencia y lucir bien no solo embellece, sino que puede fortalecer el ánimo de las personas. Mientras, el uso de maquillaje constante tiene el poder de fomentar la salud mental y contrarrestar la baja autoestima en las mujeres.
Con estos consejos no estoy diciendo que la razón por la cual Alejandro Sanz está atravesando una fuerte depresión está relacionada con su nivel de amor propio. Sin embargo, puedo asegurar que mientras más saludable sea la autoestima de cualquiera, más poder tendrá para curar un corazón “partío”.
Para más motivación visiten: www.mariamarin.com
Facebook: Maria Marin
Twitter: @maria_marin
Instagram: @mariamarinmotivation Tik Tok:mariamarinmotivation YouTube: Maria Marin