AVANCES ONCOLÓGICOS 2024 …Y MI “VIAJE” EN UN CONCIERTO
En esta época es oportuno reLvisar y resaltar los eventos más notables del año en el campo de la oncología. Cuando una persona con cáncer muere, usualmente es debido a la metástasis. En la última década han ocurrido avances significativos en la comprensión de este fenómeno. El Dr. Joan Massagué, nacido en Barcelona y actualmente director científico del reconocido centro de cáncer Memorial Sloan Kettering, en Nueva York, ha centrado su carrera en investigar las causas de la metástasis y cómo prevenirlas. Recientemente descubrió que en ratones, la metástasis de adenocarcinoma pulmonar puede prevenirse con un fármaco que promueve la producción de una sustancia conocida como STING (Stimulator of Interferon Genes). Esto tiene una importante aplicación potencial para humanos con cáncer.
No hay duda de que la investigación sobre las metástasis representa un campo de gran promesa y nos ha llevado al descubrimiento de un fármaco, MBQ-167, que inhibe las proteínas Rac y Cdc42, fundamentales en la formación y expansión de las metástasis. Este fármaco, descubierto en la Escuela de Medicina de la UPR, ha mostrado efectos antimetastásicos sorprendentes en pruebas preclínicas. Actualmente estamos evaluando este medicamento en un protocolo clínico para pacientes con cáncer de mama metastásico en el Centro de Cáncer Auxilio Mutuo, junto con el FDI Clinical Research.
La terapia personalizada sigue ocupando un lugar importante en el manejo del cáncer. Esto implica estudiar la composición genética y las características moleculares del tumor en cada paciente. A partir de ello, se pueden desarrollar tratamientos personalizados. Estamos en este momento experimentando una interesante transición de la quimioterapia citotóxica tradicional hacia nuevos enfoques personalizados o “hechos a la medida" para cada paciente.
El medicamento Pirtobrutinib es un ejemplo de esto último. Es un inhibidor de la llamada tirosina quinasa, que está presente de forma exagerada en algunos trastornos como la leucemia linfocítica crónica y algunos tipos de linfoma. Este medicamento ha sido aprobado por la FDA para tratar pacientes resistentes a otros inhibidores de la mencionada sustancia.
Otro fármaco, Enhertu, es una innovadora combinación de un anticuerpo dirigido contra una proteína conocida como Her-2 combinada con un medicamento toxico llamado DXd. Esta proteína frecuentemente se encuentra en la superficie de algunos tipos de cáncer de mama y en algunos de pulmón, al igual que en ciertos carcinomas gástricos. Una vez el anticuerpo detecta estas células con Her-2 en su superficie, actúa como un “caballo de Troya” liberando DXd que intoxica las células malignas, logrando así su destrucción. Ya existía un tratamiento eficaz en esos casos, pero solamente contra tumores con niveles muy altos de Her-2. Sin embargo, Enhertu demuestra ser más efectivo, incluso cuando hay niveles bajos de Her-2.
Desde los años ochenta, no se había logrado un progreso significativo en el tratamiento del cáncer de vejiga avanzado. Recientemente, una innovadora estrategia terapéutica ha utilizado Enfortunab, otro “caballo de Troya”, en combinación con inmunoterapia. Este tratamiento ha duplicado las tasas de supervivencia, representando el avance más destacado en el manejo del cáncer en 2023.
Si bien es importante resaltar estos logros, lo es todavía más predecir lo que puede ocurrir en 2024. En ciencias como la medicina, siempre es fascinante, pero a menudo arriesgado. Aquí les presento algunas conjeturas acerca de los posibles desarrollos en el campo de la oncología para el próximo año.
Se están investigando nuevas terapias basadas en la técnica CRISPR. Esto consiste en utilizar un sistema de “tijeras moleculares” para cortar y modificar específicamente secuencias de ADN, permitiendo reparar o eliminar genes defectuosos de manera precisa. Mientras escribo esta columna, la FDA acaba de aprobar dos medicamentos basados en esta técnica que “edita” el ADN defectuoso en la drepanocitosis (sickle cell disease en inglés). Estos medicamentos son Casgevy y Lyfgenia, lo cual marca un avance significativo. Sin duda es solo el principio. El éxito de Casgevy y Lyfgenia allanaría el camino para terapias similares contra trastornos malignos, aunque me preocupa que Casgevy costará $2.2 millones para tratar cada paciente.
Desde que los científicos se percataron de que los cambios en el ADN son la causa del cáncer, han estado buscando una manera fácil de corregir esas anormalidades manipulando el ADN. Las estrategias más recientes están basadas en CRISPR y han consistido en la eliminación de genes que ayudan a las células cancerosas a crecer. El tratamiento con CRISPR en animales con cáncer ha sido muy exitoso. Se está explorando el uso de esta técnica para modificar el sistema inmune, potenciando su capacidad de identificar y eliminar células cancerosas. CRISPR está avanzando más allá de la investigación de laboratorio. Ya se están iniciando pruebas clínicas en pacientes con cáncer.
El futuro siempre trae sorpresas imprevistas. Tan imprevistas como las que recién recibí en el concierto de iLe, la joven cantante boricua ganadora de un Grammy. Primero, que no esperaba que su concierto, pautado para las 7:00 pm, empezaría a las 9:30 pm. De las 2,600 personas que se congregaron allí, casi todos eran jóvenes entre 18 y 40 años, y ninguno daba muestras de molestia por la espera: primer mensaje de que ya no soy joven. La segunda sorpresa fue el tener que sentarme en un muro de concreto en el Anfiteatro Tito Puente, el cual yo desconocía que existía. Lo que más me atrae es que sus canciones tienen un contenido entendible y muchas son educativas para la juventud, pero la que más me gustó fue “Quién eres tú”, compuesta por su abuela, tercer mensaje acerca de mi edad.
En un momento dado, iLe detuvo el concierto para pronunciar un discurso muy emotivo, en el que utilizó algunas palabras fuertes (antes les llamábamos “malas palabras”), criticando la guerra en Palestina. Fue aplaudida calurosamente, pero me pregunto si realmente conocen bien los jóvenes el problema palestino-israelí. De hecho, también criticó la forma en que los medios de comunicación han abordado este asunto.
Confieso que quedé impresionado, pero lo que más me hizo sentir como un fósil prehistórico fue el resultado de la insoportable exposición al humo de marihuana que saturaba el lugar. Llegue a temer que la policía me detuviera conduciendo mi carro y, de hecho, consideré seriamente llamar un Uber porque sin duda daría positivo a cannabis en una prueba de dopaje. Después de todo, quizás no debería quejarme… tuve un “viaje” gratis y quién sabe cuánto dinero me ahorré.