El dilema de la pérdida de peso y los medicamentos milagrosos
Aunque existe un espacio para el uso de ciertos tratamientos en el control de la diabetes tipo 2, si no se utilizan correctamente, pueden provocar efectos adversos
Ante el uso cada vez más común de medicamentos destinados al tratamiento de la diabetes para la pérdida de peso, debemos estar informados acerca de los retos y riesgos asociados para la salud.
La percepción generalizada entre la población es que estos medicamentos son una especie de panacea para lograr la pérdida de peso. Aunque existe un espacio para su uso en el control de la diabetes tipo 2, si no se utilizan correctamente en el ámbito clínico o por los pacientes adecuados, existe la posibilidad de que surjan efectos adversos.
Hay aspectos de carácter endocrinológico, nutricional y farmacéutico que deben tenerse en cuenta en el uso y la prescripción de estos fármacos.
La popularidad que han alcanzado en las redes sociales y su uso por celebridades para la pérdida de peso han catapultado el interés en estos fármacos. Pero cabe preguntarse, ¿qué son y cómo funcionan?
Estos nuevos fármacos tienen como ingrediente activo semaglutida o tirzepatida, que pertenecen a una clase de medicamentos llamados miméticos de la incretina. Su acción primordial consiste en ayudar al páncreas a liberar la cantidad correcta de insulina cuando los niveles de azúcar en la sangre son altos. La insulina ayuda a trasladar el azúcar de la sangre a otros tejidos del cuerpo en donde se usa para obtener energía.
Aparte de la liberación de insulina, estos medicamentos tienen otros efectos en nuestro organismo. Por ejemplo, influyen en los centros del apetito en el cerebro, lo que provoca una mayor sensación de saciedad al ingerir alimentos. También desaceleran el vaciado del estómago, contribuyendo a la saciedad; y reducen la secreción de glucagón, lo que ayuda a controlar el azúcar en la sangre.
En pacientes con diabetes tipo 2 o que enfrentan afecciones relacionadas con la resistencia a la insulina como el síndrome metabólico, estos
Agencia EFE
La parábola del buen samaritano, relatada en el Evangelio de San Lucas, no solo es una de las parábolas más conocidas de Jesús, sino que además está considerada como uno de los ejemplos más reveladores de las narraciones dichas por El Nazareno y que contienen enseñanzas morales y verdades importantes, siendo su método característico de educación espiritual.
La Real Academia Española define al samaritano “como una persona que ayuda a otra desinteresadamente”.
Y según diversas fuentes y autoridades de la Iglesia católica, “ser un buen samaritano consiste en cuidar, ayudar, acompañar, prestar asistencia, atender las necesidades de aquellas personas que sufren o necesitan ayuda”.
“Consiste también en tratarlas con compasión, solidaridad, amor. Todo ello, sin hacer distinciones, comenzando por aquellas personas cercanas a nosotros”, según estas fuentes religiosas.
Desde el ámbito de la psicología, actuar como un buen samaritano produce beneficios psicológicos y emocionales “cuando el emisor actúa en base a sus valores y el receptor muestra agradecimiento”, explica Pilar Conde, directora técnica de Clínicas Origen (www.clinicasorigen.es).
Para que estos beneficios se produzcan “es importante que el emisor no transgreda sus propios límites generando un problema de autocuidado, ni que invada los derechos de los demás a decidir si quieren ser ayudados”, puntualiza la psicóloga.
Para cultivar e interiorizar una actitud de buen samaritano, Conde recomienda que nos autopreguntemos: ¿Qué me gustaría que hicieran por mí si estuviera en el lugar de esa persona? Llevarle comida a un familiar enfermo y cuidar de las personas a su cargo; ayudar puntualmente a un compañero haciendo un trabajo ajeno a nuestras funciones; o trasladar las bolsas de la compra de una persona mayor, son ejemplos básicos de “buen samaritanismo”, describe Conde.
También necesitamos “aprender a preguntar a los demás si quieren ser ayudados y, en caso afirmativo, cómo po
Michelle Carrillo
Licenciada en Nutrición y Dietética, reconocida el año pasado como la dietista innovadora en medios de comunicación por el Colegio de Nutricionistas y Dietistas de Puerto Rico.
Freddy Rodríguez
Director técnico del PR10KRUN, el emblemático evento del Puente Teodoro Moscoso.
Jaymilli Borges
Instructora de yoga y terapeuta holística en Puerto Rico, Ecuador y Perú.
Vanessa Lapoint
Entrenadora física de OSJ Yoga enfocada en rutinas de movilidad y fuerza.