Un vistazo a una guerra injustificada
Hace 10 años, el entonces presidente de EE.UU., George W. Bush, anunció en un breve discurso a la nación el inicio de ataques selectivos contra Irak, destinados a acabar con el régimen del presidente Saddam Hussein, que presuntamente producía armas de destrucción masiva. El conflicto, en el que murieron unos 4,488 soldados, tuvo un costo general de $2 trillones, pero ninguna de las dos cuentas ha finalizado aún.