Un equipo para la Historia
LO DIO TODO Aunque la novena de Puerto Rico se quedó corta del campeonato, su gesta superó todas las expectativas
Por tal razón, los jugadores se sentían más que satisfechos por su actuación Aseguraron que hubo una unidad especial para cumplir la misión de dar el todo
San Francisco. El subcampeonato de Puerto Rico en el Clásico Mundial de Béisbol no solamente escribió un nuevo capítulo en la historia deportiva de la Isla, sino que también fue un episodio inolvidable para todos los peloteros que se pusieron el uniforme de esta novena.
La historia de este equipo nacional podría servir para un libreto de Hollywood. Descartado por muchos para que tan siquiera saliera de la primera ronda en San Juan, el equipo de Puerto Rico volvió a encender la pasión del país por el béisbol y, durante dos semanas, capturó la atención del pueblo, que lo alejó de las malas noticias que han azotado el país recientemente.
Puerto Rico terminó su histórico recorrido por el Clásico del 2013 con una derrota en la final, 3-0, el pasado martes contra República Dominicana en San Francisco. En plena ceremonia de premiación, una foto de equipo planificada por los mismos peloteros y que recorrió en cuestión de minutos por las redes sociales evidenció la camaradería y los fuertes lazos que se establecieron en este grupo de puertorriqueños.
“Me siento muy orgulloso de ser parte de este equipo. Todo el mundo se llevaba muy bien y creo que esa fue una de las grandes cosas que nos llevó hasta el final”, expresó a este diario el guardabosques Ángel Pagán, quien se consagró como uno de los grandes querendones de la afición puertorriqueña.
“Espero que se vuelva a repetir porque creo que Puerto Rico ahora mismo está superorgulloso de nosotros, y esa es la idea. La idea es que podamos poner a Puerto Rico en alto y que se sientan lo más orgullosos posible, así como nos sentimos nosotros”, añadió el jugador de los Gigantes de San Francisco.
Desde el primer día, el dirigente boricua, Edwin Rodríguez, planificó una plantilla mezclada con estrellas establecidas de Grandes Ligas como Carlos Beltrán y Yadier Molina, vete-
ranos con experiencias en diferentes ligas como Luis “Wicho” Figueroa y Jesús “Motorita” Feliciano, y prospectos como Giovanni Soto y José Berríos, este último el jugador más joven del torneo con 18 años. Fue una plantilla que en papel no lucía muy potente, pero que rápido hizo un click desde el primer día de entrenamientos en Fort Myers.
“No teníamos grandes nombres, pero las personas que están aquí querían estar aquí. Ellos tenían una misión, y era dar el todo. Creo que eso es un ejemplo de lo que se puede lograr cuando se tiene el interés y realmente pones tu pasión hacia una causa”, comentó Rodríguez luego del partido final.
“Esto ha sido espectacular. La mezcla de veteranos y jóvenes, esa combinación fue tremenda”, dijo, por su parte, el jardinero derecho de la escuadra boricua, Alexis Ríos.
“Nosotros no pudimos conseguir el campeonato, pero salimos afuera del terreno y le metimos con toda la pasión, con todo el alma”, añadió.
Las memorias de este equipo también vivirán por un largo tiempo en un pelotero como Beltrán, un veterano de 15 años en las Mayores y quien desde el primer día enfatizó en la unión entre los integrantes de la novena.
“Ha sido una bendición para todos nosotros: los veteranos, los jóvenes, los coaches que tuvimos. Hay que darle crédito a todo el grupo porque desde el principio nos fajamos, trabajamos duro, cogimos el evento en serio, tratamos lo máximo. Muchas veces funcionó, otras veces no, pero al final del día, pudimos llegar a la final”, sentenció Beltrán.