En la cárcel J.A. García
El jinete falla en pagar mile$ a sus hijos por pensión alimentaria
Él tiene deudas con las madres de sus dos hijos, un varón y una hembra
El jinete Julio A. García Encarnación tendrá que cumplir dos años en prisión luego que le revocaran la probatoria de cinco años impuesta en marzo de 2013, por no realizar los pagos de manutención alimenticia de dos hijos.
El juez federal Francisco A. Besosa le ordenó en el 2003, a García Encarnación pagar $180,150.12 de pensiones atrasadas correspondientes a dos hijos de madres distintas, pero luego que el oficial probatoria emitiera una moción de incumplimiento de requisitos, este fue trasladado al Centro Metropolitano de Detención (MDC, por sus siglas en inglés), en Guaynabo.
El 12 de mayo pasado, el oficial informó a la corte que García Encarnación falló al no cumplir con los pagos de pensión y ofrecer “excusas inaceptables”, además de que no emitió los informes mensuales requeridos de los pagos de agosto de 2013 a abril de 2014. Lo citaron a la oficina de probatoria el 5 de mayo, pero tampoco asistió.
La deuda actual asciende a aproximadamente $177 mil, según informó en sala el fiscal federal Héctor Ramírez Carbó, y corroboraron las madres de los perjudicados, Iris Hernández y Brenda Torres. Una vez salga de prisión, la restitución sigue pendiente.
Apenas el 11 de junio de 2013, Besosa le advirtió al conocido jinete que sería encarcelado si volvía a incumplir con los requisitos de la probatoria impuesta el 21 de marzo de 2013, luego de que se declarara culpable el 22 de agosto de 2012. En ese
“De volver a violar las condiciones se le revoca la probatoria” ADVERTENCIA QUE LE HIZO EL JUEZ FRANCISCO A. BESOSA A JULIO GARCÍA EN EL 2013
momento, debía alrededor de $180 mil.
En ese momento, la deuda pendiente de su hijo varón de 19 años era de $69,702, mientras que a su hija de ahora 18 años le debía $109,648.42. Por no cumplir en ese momento, fue arrestado el 13 de mayo y el juez lo liberó el día de la vista, no sin antes darle el ultimátum basándose en que necesitaba estar libre para poder trabajar y saldar la deuda pendiente.
El juez le impuso en junio de 2013, condiciones más severas, como reportarse diariamente por teléfono con su oficial probatorio.