ALEGRÍAS Y PENAS POR LOS 60 DE LA TV
60años Entre risas y anécdotas, un grupo de artistas conversó sobre las seis décadas de producción local en la televisión Estos artistas protagonizaron una época de creación y ejecución continua
Eran dos sesiones de fotos, una a las 12:00 del mediodía y otra a las 2:00 de la tarde. En el primer grupo estaban Velda González, Yoyo Boing, Ángela Meyer, Alfred D. Herger y Alba Nydia Díaz. En el segundo, eran menos, pero se sentían más, con Johanna Ferrán, Juan Manuel “Juanma” Lebrón y Jacobo Morales.
Los 60 años de la televisión local era el pretexto ideal para reunir a talentos distintivos de la época más rica de nuestra programación local.
¿Que si hay motivos para celebrar? Unos, como Meyer, son categóricos con un rotundo no, por la falta de taller de trabajo continuo para los jóvenes actores del país. En ese tono, todos coincidieron en que el hecho de que la dirección de los canales principales esté en manos extranjeras, lo que trae consigo la transmisión de pro- gramas enlatados; y la variedad de canales por cable y por satélite, hacen el camino difícil para retomar la constante producción local.
Otros, como Herger, consideraron que existen motivos para festejar porque en los años 60, 70 y 80 se sentaron las pautas para la creación de programas que, más tarde, se imitaron.
Pero sí todos concordaron en que siempre cualquier excusa es buena para recordar momentos de aprendizaje, aportaciones, compañerismo y entretenimiento.
En el primer grupo, González se encargó de abrir la puerta con ruta al pasado, en el momento en que enseñó un álbum de fotografías, que provocó risas, anécdotas y penas. En el segundo, las imágenes no hacían falta, pues la energía inagotable de Ferrán contagió a Morales y Juanma.
“Cuando entrábamos a trabajar, era aquel deseo de hacer cosas. No eran unos pasillos muertos, como ves ahora; veías mucha gente, mucho revolú, un entra y sale. Veías gente joven tratando de llegar. Veías a nuestros maestros en las novelas y cosas cómicas, co-
“El mejor trofeo lo recibí
la semana pasada de un señor que me dijo: ‘Gracias’. Yo entendí muy bien”
YOYO BOING Sobre su experiencia con el público que le agradece
su trabajo en la televisión
mo Velda, Yoyo, Jacobo. Era wao . Íbamos en ese empuje de ser mejor, de esforzarnos”, expresó Meyer, quien, al igual que los demás, se ha mantenido trabajando por seis décadas, en las que ha cambiado de roles, delante de las cámaras y tras bastidores.
Para Morales, se trataba de un laboratorio, donde casi siempre los experimentos salían bien. “Le tengo apego a La tiendita de la esquina, porque
“Donde hay
artistas envueltos se
tiene que trabajar con sentido y sin la velocidad para salir del paso”
JUAN MANUEL LEBRÓN
Sobre la inmediatez que impera en los programas
“No hay motivos para celebrar (60 años), sino para tratar de volver
a levantar la industria para la
juventud”
ÁNGELA MEYER
Acerca de la celebración de los 60 años de la televisión
podía combinar el entretenimiento con algo más: el comentario social. No me gustan, como espectador y realizador, esos mensajes profundos, pero sí me gustan las películas, obras, programas, que me muevan a la reflexión”, indicó el cineasta.
Ese programa le enseñó la fuerza de la televisión. “Siendo un medio con el poder de llegar y penetrar, deberíamos reflexionar sobre la utilidad de la televisión, no solo para entretener. Creo que la televisión puede contribuir a la reflexión y a aportaciones directas a nuestra cultura, a visión como país”, añadió.
Esa identificación de la que habla Morales es la que enamoró a Lebrón de las comedias familiares En casa de Juanma y Wiwi, con la fenecida
Awilda Carbia, y Los Seijo Díaz. “Ha- cen falta programas que se identifiquen con la idiosincrasia nuestra”, comentó.
Ferrán gozó de su intervención en el programa familiar Carmelo y
punto y su constante aprendizaje de la mano de Los Rayos Gamma, además de sus participaciones cómicas en los espacios de variedades del mediodía. “Lo interesante es que había programa para cada horario. Éramos pícaros, pero había reglas y había que seguirlas”, comunicó.
González añadió, por su parte, que esas reglas eran parte del respeto que le tienen a la audiencia. “No éramos artistas exclusivos ni superestrellas. Este grupo de artistas se actualiza y tiene un respeto hacia el público. A veces, a mí me da vergüenza, cuando veo comedias que son una falta de
“Me da pena ver
cómo se desperdicia tanto talento porque no tenemos un taller
dramático. Sabíamos que el pez grande se iba a comer al pez chiquito, y se lo
tragó”
ALBA NYDIA DÍAZ
Sobre la falta de telenovelas “Se sentaron pautas en la televisión que se imitaron a
nivel internacional. Teníamos a los mejores”
ALFRED D. HERGER
Sobre sus razones para festejar los 60 años
respeto al público”, indicó “Azucena”, de La criada malcriada.
Yoyo Boing es consciente de que el talento actual trabaja en tiempos en que los libretos y los ensayos no son prioridad. “No iba nada al aire que no tuviera libreto y ensayado. Admiro a los de ahora que van al aire con una idea”, comentó.
Herger, formador de estrellas de la música como Chucho Avellanet y Julio Ángel, del movimiento La Nueva Ola, resaltó el espíritu de “hacer cosas por primera vez”. “Todo era novedad. No los ponía a competir, como ahora, solo audicionaban y escogía a quien podía funcionar. Identificaba la buena presencia, buscaba las canciones, les cambiaba la imagen. Era importante que no compitieran; Chucho no competía con Ju-
“Ahora no hay doble sentido, es un sentido explícito, de no importa la hora, se tira como pan y mantequilla”
JOHANNA FERRÁN
Sobre lo esencial que era para ella que los programas tuvieran reglas y un horario específico “Se improvisa, no debe ser, porque la televisión es poderosa. Si se
utiliza adecuadamente tiene unos alcances inimaginables”
JACOBO MORALES
Acerca de la situación actual en el medio
lio Ángel, que era más rockero”, dijo quien produjo programas como
Canta la juventud.
Díaz conoce bien la palabra reinventarse tras vivir distintas etapas de la televisión local. La protagonista de las telenovelas La jibarita y
Modelos S.A. resaltó que “es triste porque ves la cantidad de talento y cuando se gradúan se van a Estados Unidos. Qué van a hacer”.
“Esto no tiene otro nombre que dólares y centavos. Si una lata cuesta barata y me quita dolores de cabeza de encima, pongo la lata. Para qué invertir”, comentó en su reflexión sobre si se pudiera dar una vuelta a los años de constante producción.
¿Está todo dicho y hecho? “Hay siete notas musicales y eso es infinito”, contestó sin pensar Jacobo Morales.
“Está en manos
de las compañías productoras que apuesten por el talento local y se
hagan programas y telenovelas”
VELDA GONZÁLEZ Acerca del futuro de la continuidad de programas locales en canales cuyos dueños son extranjeros