UNA DE ESTAS COSAS... NO ES COMO LAS OTRAS
En momentos en que el presupuesto del País enfrenta su mayor reto debido a que arrastra una insuficiencia de cerca de $1,000 millones, uno se tiene que rascar la cabeza con ciertas denuncias que llegan. El pasado domingo presenté en mi programa de televisión un esquema interesante y que se sostiene con innumerables documentos que alimentan por lo menos 32 carpetas.
En él se evidencia, una vez más, esa doble vara que en ocasiones impera en nuestro sistema. Mientras a usted todavía le duele el bolsillo por lo mucho que pagó en las planillas el mes pasado, entérese que hay empresas estadounidenses que sacan sobre $500 millones al año del País, pero no pagan contribuciones. Esas compañías tampoco pagan el Impuesto sobre Ventas y Uso (IVU), aunque lo retienen. Y lo que es peor, esas compañías no tienen ni permiso ni licencia para operar en Puerto Rico. De acuerdo con nuestras fuentes, el Departamento de Hacienda y otras agencias lo saben, pero no actúan.
Lo increíble del asunto es que Hacienda empezó a congelar cuentas bancarias de gente que no paga y anunció que publicará las listas de los contribuyentes morosos. Esto puede ser válido si se aplica a todos. A los grandes y a los chiquitos. Pero, lamentablemente, el sistema no funciona así. Más de 15 centros comerciales y propiedades que se alquilan en Puerto Rico pertenecen a unas empresas que operan ilegalmente en la Isla. Son compañías que se anuncian para que tiendas y establecimientos abran sus comercios, pero estas no existen.
Por los pasados 10 años o más, empresas como CGI, CPG LLC, Vornado Realty Trust, PMI, WPR Victoria, Aurora y otras han estado administrando hoteles, propiedades comerciales y “shopping centers” en la Isla sin estar, alegadamente, incorporadas en Puerto Rico, como requiere la ley. Además, todas las ganancias que generan aquí se envían a los Estados Unidos a un mismo grupo de dueños que, según documentos legales en poder del equipo investigativo de “Ahí está la verdad”, no pagan contribuciones.
Este es el aparente esquema: varios inversionistas se unen y crean un fondo de capital bajo un nombre. Entonces comienzan a crear subsidiarias tras subsidiaria y afiliadas para ir administrando cada negocio de alquiler, pero los inquilinos le pagan a la empresa principal. Ese dinero que se genera aquí, entonces, sale de Puerto Rico a la empresa matriz, pero no paga las contribuciones en la Isla.
En este proceso, se fugan del País sobre $500 millones al año, según estimados de Hacienda. Los documentos evidencian al menos seis empresas matrices que están creando este esquema. Una de ellas, según los documentos, es CPG LLC. Este es un fondo de inversiones que opera en la Isla hace más de 10 años y es la base de en una pirámide de más de 30 empresas subsidiarias o afiliadas. CPG LLC no aparece registrada en el Departamento de Estado, no tiene licencia de corredor de bienes raíces, nunca había radicado una planilla ni tampoco sus dueños, y la primera planilla que radicó fue en 2012, según consta en la investigación.
Como parte de la investigación encontramos demandas, mociones, contestaciones a demandas, certificados de incorporación de algunas subsidiarias, certificaciones del Departamento de Estado y de Hacienda. Toda una madeja de intrigas. De hecho, el esquema es tan grande que sabemos que el Departamento de Justicia ya está investigando al menos a una de esas empresas y el caso lo han catalogado como “el fraude más grande que hayan investigado en el departamento”.
Según nuestras fuentes, en Justicia corroboraron que CPG no tenían licencia de corredor de bienes raíces, que no están incorporados en el Departamento de Estado para operar en la Isla, que no llenan planillas, y aparentan ser un alegado esquema de lavado de dinero. Incluso ya corroboraron que esa empresa opera sobre 25 empresas subsidiarias que mantenían negocios con varios bancos locales y con la firma de inversiones Goldman Sachs. Algunos de estos entes están siendo demandados en el Tribunal Federal. Así que, como dice Rosa Emilia, mantengamos la sintonía.
“Mientras a usted todavía le duele el bolsillo por lo mucho que pagó en las planillas el mes pasado, entérese que hay
empresas estadounidenses que
sacan sobre $500 millones al año del País, pero no pagan contribuciones”