NIETA ALEGA NO MATÓ A MOYA
Un jurado decide hoy si la chica asesinó a su abuelo el pasado 7 de noviembre, en Añasco
Declaró ayer la novia de la acusada, quien no pudo terminar su testimonio
Mayagüez. “No lo maté yo”.
Así lo reiteró una y otra vez la nieta del ex catedrático Jaime Moya Quintana, de 88 años, cuyo cuerpo fue encontrado en una barranca el 7 de noviembre pasado, en el barrio Miraflores en Añasco.
Un jurado deliberará esta tarde en el tribunal de Mayagüez, en tono a si Brenda Moya Barbosa, de 28 años, fue quien mató a su abuelo con casi un centenar de heridas punzantes entre el cuello y el corazón.
El ministerio público entregó ayer la prueba con declaraciones de la fiscal Rosa Acevedo, quien en un principio investigó el caso y presentó cargos contra la acusada, y otros dos co acusados del secues- tro, robo y asesinato del profesor retirado del Recinto Universitario de Mayagüez.
El académico fue secuestrado de su casa para alegadamente robarle un dinero, objeto de una deuda por drogas.
José Toro Iturrino, abogado de la acusada, llamó al estrado a Cindy Ruiz, de 28 años y novia de la juzgada, quien relató que el 6 de noviembre vio a Brenda salir en la mañana del caseríoRoosevelt con Alex Matos Jusino.
Luego vio Brenda a las 10:00 p.m., cuando ella la llamó para que la fuera a buscar en un lugar, donde la encontró debajo de un banco, herida en los pies y sucia. Se la llevó y la bañó, pero no logró que le dijera lo que le había sucedido.
“Solo decía que no la llevara a Roosevelt porque no quería ver a Alex”, declaró Ruiz.
En el contrainterrogatorio, el fiscal Andy Rodríguez intentó minar la credibilidad de la testigo, pues señaló que parte de su declaración contrasta con lo que dijo en vista preliminar.
La mujer irrumpió en llanto en medio de la sala al tratar de explicar que no podía continuar declarando, de no permitirle contar lo que habló con Alex, cuando se le apare- ció el 6 de noviembre en horas de la tarde y su carro mostraba manchas de sangre.
Ello no fue posible por ser prueba de referencia, no admisible en el tribunal.
La testigo fue excusada por el juez José A. Montijo y la defensa llamó a la propia acusada a declarar.
“No lo maté yo”, concluyó diciendo Moya Barbosa, luego de relatar ante el jurado su versión de todo lo que ocurrió entre el 6 y 8 de noviembre.
La joven reconoció que le debía $800 a Alex, por lo que lo acompañó a buscar dinero a casa de su abuelo.