“Fiscalía no sometió el caso”
¿QUÉ PASÓ? Agente investigador asegura que crimen de Iris Deborah “fue esclarecido policialmente”
La frustración se apodera del agente Miguel Rivera Alcázar cada vez que habla de la desaparición en 1999, de la joven Iris Deborah Torres Ocasio, caso que asegura haber “esclarecido policialmente” pero que nunca fue radicado en un tribunal por Fiscalía. Así lo expresó a Primera Ho
ra el oficial retirado del cuerpo policiaco en 2012, tras declarar que, aun cuando el cuerpo de la universitaria nunca apareció, tenía “prueba circunstancial” que señalaba al ex novio de la muchacha –identificado como Omar Torres Salcedo– como presunto autor intelectual de un horrendo y maquiavélico crimen que tuvo como escenario un área boscosa cerca del lago Las Curías en Cupey, Río Piedras.
Torres Salcedo fue citado en varias ocasiones para entrevistas con las autoridades pero, optó por el silencio.
“Tenía testigos que ubicaban a un hombre con sus mismas características allí y que esa madrugada escucharon a una mujer que gritaba: 'Omar, Omar... no me dejes aquí. Omar, ayúdame'”, aseveró.
Trascendió que el día de la desaparición, entre la noche del 31 de octubre y la madrugada del 1 de noviembre de 1999- Iris Deborah accedió a
“Tenía muchos testigos que me daban el cuadro de lo que pasó... incluso, tuve un testigo clave y lo asesinaron” MIGUEL RIVERA ALCÁZAR Investigador del caso
encontrarse con su ex pareja en un restaurante en Río Piedras, aunque llevaban separados ocho meses.
“Él nunca superó que se dejaron. Hasta le manifestó que si no era de él, no iba a ser de nadie. (Pero) ese día, ella por complacerlo accedió a ir con él y es ahí que desaparece”, dijo al agregar que el carro de la muchacha apareció un par de días después cerca del lugar donde iría a cenar.
En cambio, la Policía cometió el “grave error” de entregar el vehículo a los familiares.
“Ese fue el primer error en este caso y no me explico por qué los agentes que llegaron al lugar hicieron éso. Allí se podía levantar prueba importante, pero la familia lavó el carro y botaron cosas que encontraron en el baúl”, dijo.
El agente insistió que, según sus investigaciones, hubo una conspiración que involucraba a varias personas para lo que sucedería aquella noche.
“Tenía muchos testigos que me daban el cuadro de lo que pasó... incluso, tuve un testigo clave y lo asesinaron”, aseguró Rivera Alcázar al aludir al varón que apodaban “Porrolo”.
Dijo que ese “testigo” residía en un caserío en Cupey y fue supuestamente contratado por el ex novio de Iris Deborah para robar un digger con el que alegó que se hizo un hoyo para enterrar el cadáver de la muchacha.
“Él me habló de las armas, de las personas que estaban envueltas, de cuánto le pagaron y hasta me dijo que el novio estuvo presente cuando la secuestraron y vio cuando la mataron a tiros... esos son los tiros que escuchó otro de los testigos que tenía. Esa misma persona fue la que escuchó a una mujer pidiendo ayuda y mencionando el nombre de él”, explicó el investigador que recopiló los datos y fue instruido por sus superiores a citar al sujeto para el día siguiente cuando se le cogería una declaración jurada e irían a la supuesta escena criminal.
El policía relató que citó al testigo para el día siguiente. Pero lo inesperado sucedió.
“Esa noche él me llamó y me dijo: 'me están buscando. Saben que hablé'. Yo le ofrecí protección pero él me dijo que no, que se podía cuidar solo y acordamos vernos al otro día bien temprano. Ese encuentro nunca se dio porque amaneció muerto en una zanja”, dijo.
El agente indicó que, posteriormente, se realizaron varias búsquedas en el lago Las Curías con diversas unidades policíacas que incluyeron buzos, helicópteros y hasta la ayuda de una clarividente contactada por la familia.
“Pero nunca encontramos el cuerpo, aunque sí encontramos evidencia valiosa como
“Alguien tiene que pagar por lo que le pasó a mi hermana. Aquí hay un culpable y la Policía lo sabe...” IRIS DAMARIS TORRES Hermana de la desaparecida
una pulsera de Iris Deborah, unas latas de salchicha que compró esa noche y unas cajas de regalos que le habían dado de cumpleaños”, expresó.
Rivera Alcázar resaltó que tenía evidencia para llevar el caso a un tribunal, pero “ningún fiscal quiso levantar expediente”.
“Entiendo que llevé el caso hasta las últimas consecuencias, presenté prueba, evidencia, traje testigos, qué no hice... al final, me frustré tanto que fui al Departamento de Justicia para ver si el Negociado de Investigaciones Especiales (NIE) me ayudaba, pero eso por poco me cuesta el trabajo. Pero nunca se radicó. ¿Por qué? Eso lo tiene que responder Justicia ”, sentenció.