HISTÓRICA ADOPCIÓN
Pareja gay recibe el permiso de un tribunal
Tuvieron que pasar diez años, exponerse al escrutinio público, leer opiniones humillantes de jueces del Tribunal Supremo, vivir en la incertidumbre y a ratos quedarse sin esperanza, pero al fin el matrimonio de Carmen Milagros Vélez Vega y Ángeles Acosta, logró ayer que la niña que juntas planificaron sea reconocida legalmente como hija de ambas.
Se trata de la primera adopción entre parejas del mismo sexo aprobada por el gobierno puertorriqueño, lo que abre la puerta a nuevos casos similares.
“Ya era hora”, fue lo primero que expresó Juliana al salir de la sala 705 del Centro Judicial de San Juan, tras poco más de dos horas.
La orden emitida por la jueza Ladi Buono establece que la joven de 15 años tendrá en su certificado de nacimiento el nombre de sus dos madres, explicó la abogada Nora Vargas.
“Ángeles, Juliana y Carmen han hecho historia y este tribunal ha hecho historia”, sentenció Vargas de la Clínica de Asistencia Legal de la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico.
Tras una década de relación la pareja decidió que tendrían un bebé, entonces Carmen Milagros se sometió a insemina- ción artificial y nació Juliana.
En el 2005, solicitaron por primera vez que se les reconociera a ambas como madres y el caso llegó hasta el Tribunal Supremo.
En el 2013, en una decisión dividida, el máximo foro judicial denegó su pedido.
“Para mí ha sido bien duro que me hayan dicho no muchas veces y terriblemente duro para mi hija porque ella también lo ha sufrido al igual que toda mi familia. Pero eso no quería decir que nosotras nos íbamos a quedar sentadas llorando. Cuando uno tiene un hijo uno lucha por sus derechos hasta el final... y hoy no es solo mi hija quien recibió justicia, son cientos o quizás miles de hijos que están escondidos en las sombras”, declaró Ángeles.
Por su parte, Carmen Milagros relató que tras la decisión del Supremo evaluaron por un momento mudarse fuera de Puerto Rico, pero eso no era lo que querían.
Así que se quedaron “recogiendo los cantos” para redirigir su lucha.
Cuando en julio de este año el Tribunal Supremo de los Estados Unidos resolvió el caso Obergefell vs. Hodges y estableció que no se le podía negar el derecho a casarse a las parejas del mismo sexo, se abrió la puerta para que Carmen Milagros y Ángeles junto al equipo legal de la Clínica volvieran a la carga.
“Queríamos hacerlo para que Juliana supiera que ella es tan importante que vale la pena la pelea más grande que nosotras tuviéramos que dar por ella... Fue el ella nacer lo que movió este proceso”, afirmó Carmen Milagros.
Ambas coincidieron en que es vergonzoso que localmente legisladores ni jueces hayan dado un paso de avance en la lucha por los derechos humanos y ellas tuvieran que esperar una decisión en EE.UU.
No obstante, el desamparo quedó atrás y hoy en familia irían a celebrar, dijeron.
Mientras, el secretario de Justicia, César Miranda, felicitó a la familia ante la decisión y dijo que el caso “es un reconocimiento a toda la lucha librada a través de la historia de los derechos humanos en Puerto Rico... Más importante aún, este caso es prueba irrefutable de que al final, el amor derrota todo obstáculo que se atraviese en su camino”.
“Esto me ha quitado un peso de encima”, concluyó Ángeles.