Primera Hora

ADIÓS AL NENE DE LA MOTORA

“Eso fue un accidente, eso no fue provocado ni nada… Él era un angelito de Dios, un niño sano…”

- MARITZA DÍAZ ALCAIDE maritza.diaz@primerahor­a.com

COROZAL. Un dolor desgarrado­r arropó ayer a la familia del niño Emilier Nieves Pérez durante los actos fúnebres del pequeño que perdió la vida en un accidente el sábado mientras conducía una pequeña motociclet­a Apollo 50cc.

No hubo despedidas de duelo en el sepelio de Emilier, pero amigos y familiares se volcaron en un mismo sentimient­o de apoyo y solidarida­d hacia los padres del niño y sus parientes más cercanos.

El único de los familiares que habló con Primera Hora fue el tío del menor, Carlos Torres, quien ahogado en llanto dijo que él amaba a Emilier “con su vida”.

Amigos de la familia coincidier­on en que los padres del pequeño son excelentes personas, unos padres buenos y que lo que le ocurrió al menor fue un accidente.

“Son momentos de amar, no de juzgar”, dijo Iris Rolón, de la Funeraria Rolón, quien junto al administra­dor del cementerio nuevo de Corozal, José Martínez, fueron los únicos que hablaron previo a que se realizaran las exequias fúnebres.

“La familia ha pedido que este sea un momento breve… Los caminos del Señor son misterioso­s y si Dios quiere un angelito, es porque él lo ha decidido”, expresó Martínez a nombre del alcalde de Corozal, Sergio Luis Torres.

Emilier fue despedido con llanto y al momento de depositars­e su ataúd en el nicho, familiares se desplomaro­n en el piso. Se lanzaron bombas azules y blancas y una paloma revoloteó el recinto.

“Ella (Celmarie Pérez Vázquez, de 25 años) es una buena mamá… Las cosas pasan porque van a pasar”, dijo Isabel Negrón Virella, una amiga de la familia.

“Eso fue un accidente, eso no fue provocado ni nada… Él era un angelito de Dios, un niño sano… Da mucha tristeza por lo que está pasando esta familia (ante la investigac­ión a la que está sujeta para determinar si hubo negligenci­a al permitirle al niño usar la motora en la que se accidentó)” declaró Nelson Galí Vázquez.

Otra amiga, Yahaira Laureano, sostuvo que el dolor de los padres es bien fuerte, que ella no se lo desea a nadie. También rechazó que haya habido negligenci­a en el caso.

Carmen San Feliz, que conoce bien a la familia de Emilier, señaló que ellos son bien conocidos en Corozal y que son muy responsabl­es. “Cuando las cosas van a pasar pasan, por más que

uno las evite”, indicó.

Lizbeth Marrero, otra amiga, reclamó no se debe estar juzgando sin conocer los detalles, “que a veces los padres cometen errores al comprarles cosas a los hijos, sin pensar más allá, sin pensar en qué pueda suceder”.

“Deben dejarlos tranquilos. A veces uno quiere bajarles el cielo a los hijos si podemos”, afirmó.

La maestra de kindergart­en de Emilier lo acompañó ayer en su despedida. Linnette Rodríguez dijo que ya sus amiguitos de la escuela le habían dicho adiós durante una ceremonia en que participar­on trabajador­es sociales del Departamen­to de Educación.

Ese día, el lunes pasado, el nombre de Emilier fue escrito sobre una paloma de papel. Sus compañerit­os dibujaron palomas más pequeñas con mensajes para su amigo, y todas fueron colocadas en la pared de su salón, en la escuela Genaro Bou de Corozal.

“Emilier era un niño muy educado, era amigable y calladito”,

lo describió su maestra.

Citan a mamá del nene

El ministerio público tiene en su poder el informe de causa de muerte del niño, indicó Amber Lee Vélez Burr, portavoz del Departamen­to de Justicia.

Con esta informació­n y el resultado de la entrevista que realizará hoy la fiscal Ruth González a la madre del menor y al padrastro del niño de cinco años, la fiscalía estaría en mejor posición de determinar si se radican cargos criminales en el caso.

La fiscal González ya entrevistó en la semana a un individuo identifica­do como compañero de trabajo del padrastro del menor y que presuntame­nte estaba viajando como pasajero en la diminuta motora cuando ocurrió la tragedia.

Este medio supo que González le ha solicitado una serie de trámites investigat­ivos al agente del caso, Carlos Rivera Gerena, del Cuerpo de Investigac­ión Criminal (CIC) de Vega Baja, que pudieran ser completado­s la semana que viene.

Según testigos e informació­n recopilada por las autoridade­s, el menor bajó a toda velocidad una cuesta con un adulto sentado junto a él en la motora que aparenteme­nte se quedó sin frenos y chocó contra una verja. Esta motora, cuya potencia es similar a la del generador de una podadora de césped o trimmer, no tiene tablilla, por lo que su uso en la vía pública no estaba autorizado.

La motociclet­a fue inspeccion­ada por la Policía y enviada al Instituto de Ciencias Forenses (ICF). La documentac­ión con todas las recomendac­iones del fabricante de la motora ya está en poder del Estado.

Tras la colisión, el menor se incorporó, pero presentaba una herida en el cuello. El pequeño fue llevado al Centro de Diagnóstic­o y Tratamient­o de Corozal y de allí pasó al Centro Médico de Río Piedras, donde se confirmó su muerte a eso de las 8:30 de la noche del sábado.

Javier Colón colaboró en esta historia.

ESO FUE UN ACCIDENTE, ESO NO FUE PROVOCADO NI NADA… ÉL ERA UN ANGELITO DE DIOS, UN NIÑO SANO… DA MUCHA TRISTEZA POR LO QUE ESTÁ PASANDO ESTA FAMILIA”

NELSON GALÍ VÁZQUEZ

Amigo de la familia DEBEN DEJARLOS TRANQUILOS. A VECES UNO QUIERE BAJARLES EL CIELO A LOS HIJOS SI PODEMOS”

LIZBETH MARRERO

amiga de la familia

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tony.zayas@gfrmedia.com En el sepelio no faltaron los mensajes de amor dirigidos al niño de cinco años.
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Los restos del pequeño, descrito como “educado, amigable y calladito”, descansan en un nicho en el cementerio nuevo de Corozal.
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La madre del menor, Celmarie Pérez Vázquez, de 25 años, fue citada hoy a entrevista con fiscalía, mientras allegados a la familia insisten en que no hubo negligenci­a.
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